Familia Hunt

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Advertencia: Lenguaje que puede resultar demasiado grosero, cruel, etc. Se pide discreción.

—¡Esto es una desgracia! —chilló una de las mujeres que se encontraba en la habitación mientras miraba con odio a su hermana menor. —¡Debería darte vergüenza! —aquella mujer apuntó a su hermana, totalmente enfurecida por lo que acababa de relatar la chica de cabello lacio.

Las otras hermanas estaban igual de enfurecidas, pero no decían nada, debido a que la mayor de ellas estaba tan enfurecida que no querían ser víctimas de su mal humor.

—¡Si tanto querías acostarte con una mujer, debiste pensar primero en la reputación de nosotras, lesbiana de mierda! —gritó nuevamente. Quería golpearla, pero se contuvo. —¡Ahora todos pensaran que somos igual de fenómenos que tú!

Mary apretó sus labios. Siempre era recibida por insultos por parte de sus hermanas, pero nunca se acostumbraría. ¿Quién se acostumbraría a eso? Solo podía agachar su cabeza y mirar al piso, como si fuera lo más interesante del mundo. Pero, a pesar de todo esto, había solo una cosa que no aguantaría.

—Y con Catarina Claes, ¿en serio? —la mujer esbozó una sonrisa burlesca. —Es peor que tú, mira que embarazarse y no saber de quién es. Vaya tipa, ¿ella te contagió la actitud de prostituta? Debió de divertirse tanto si iba de cama en cama.

Que insultaran a Catarina.

—Cállate... —dijo Mary, en un tono muy débil que sus hermanas no escucharon muy bien lo que había dicho.

—¿Eh? ¿Qué dijiste?

—¡QUÉ TE CALLES! ¡Solo te importa lo que piensen los demás, vaya tipa de mierda que eres! —gritó la Hunt menor, explotando todo lo que llevaba guardando en su corazón. —¡Eres tan patética que no te importa que Catarina Claes es mi amor desde que éramos pequeñas! ¡Pero, claro, a ustedes les importaba más la oportunidad de comprometerme con el cuarto príncipe! —las hermanas estaban con los ojos bien abiertos, impresionadas de que su hermana menor, la que siempre estaba callada a pesar de sus insultos, les estuviera gritando como si fueran unas pueblerinas y no hermanas, aunque nunca esperaron que Mary las viera como hermanas mayores, ya que ni ellas mismas la veían como parte de la familia. Si alguien tuviera la culpa, serían las mayores, quienes no aceptaron a su media hermana Mary aunque su padre muchas veces se los pedía.

Tras decir todo lo que tenía que decir, Mary calló, respirando con dificultad, pues se había cansado bastante de tanto gritar. Ni siquiera en sus sueños más intensos se había imaginado hacer lo que acababa de hacer.

—Wow... —dijo la tercera hermana, de mayor a menor, haciendo una perfecta o con sus labios. La primera hermana estaba echando humos, enfadada pero sin el coraje para responderle a la menor de las Hunt.

Las palabras no les salían de sus labios, por lo que había reinado un silencio en el que solo se escuchaba la respiración agitada de Mary.

La segunda hermana, quién no había dicho ni una sola palabra hasta el momento, finalmente habló, ya que peleando no conseguirían resolver el asunto de Mary y de Catarina Claes.

—Lo primero que tenemos que hacer es ir con la familia Claes, no podemos enemistarnos con ellos. —dijo la segunda mayor. —Así que mañana iremos todas —enfatizó aquella palabra —para ofrecer disculpas y tomar la responsabilidad. —primero miró a la hermana mayor, para después mirar a Mary. —No por el bebé, sino por haber tenido relaciones sexuales con la primogénita de aquella familia.

—¡Yo quiero hacerme cargo del bebé! —dijo con seriedad Mary, sin alzar demasiado su voz.

Por supuesto, la mayor de las Hunt, al escuchar aquello, miró a Mary, sin estar de acuerdo con ella. Primero muerta a que fuera la burla de la alta sociedad.

—¡Tú definitivamente no eres el padre del bebé! —era claro que Mary no era el padre del bebé que esperaba la primogénita de los Claes, ya que se necesitaba un hombre y una mujer para un embarazo, y Mary podría ser cualquier cosa, pero no era un hombre.

—¡Pero quiero serlo! —poco le importaba lo que dijeran, Mary quería hacerse cargo del niño.

—¡Tú...!

—Después hablaremos de eso, porque nuestra imagen está en juego. —interrumpió la segunda hermana mayor, ya que no podían perder más el tiempo, necesitaban ponerse de acuerdo para ofrecer sus disculpas a la familia Claes.

—Pero, una relación entre dos mujeres podría no ser bien vista para la sociedad. —dijo la tercera hermana, poniendo su dedo índice en sus labios, en pose pensativa. —Aunque podríamos marcar una nueva era y la familia Hunt ganaría mayor prestigio.

—¡Seremos el hazmerreír de todos! —dijo la hermana mayor, lo menos que quería era ser la comidilla de sus amigos y ser la burla.

—O podríamos ser personas de mente abiertas y mejorar nuestra imagen. —dijo la tercera hermana, imaginando la reputación que ganarían si "apoyaran" a los homosexuales.

—Incluso podríamos ser vistas como símbolos de igualdad. —dijo la segunda hermana, imaginando lo mismo que la tercera hermana. Las ideas de "igualdad" se le estaban pegando.

La primera hermana no estaba de acuerdo, pero parecía no ganar esta guerra, por lo que decidió cambiar el tema.

—Eso lo hablaremos después, lo primero es ir mañana, a primera hora, a la mansión Claes.

Tal vez no tenían la mejor de las intenciones, pero la familia Hunt había cambiado un poco, y Mary tenía más oportunidades con Catarina. No tenía del todo el apoyo de su familia, pero no se quejaba.

Por otra parte, sus padres, los señores Hunt, se encontraban de viaje, por lo que ellos no estaban enterados de la situación, y tal vez nunca se enterarían a menos que Mary ganara la guerra y se hiciera cargo del bebé.

Al día siguiente, tal como lo dijeron, la familia Hunt, bueno, solo las hijas del matrimonio Hunt se presentaron ante la familia Claes, manteniendo en secreto a dónde irían, ya que no querían generar más rumores de los que ya habían generado debido a los gritos de la Hunt mayor.

—Bienvenidas, señoritas Hunt. —fue Anne quién las recibió, dándole una mirada rápida a Mary. Ahí Mary entendió que Anne también iba detrás de Catarina y del bebé, y eso no podía permitirlo. —Es un honor tenerla de regreso, señorita Hunt. —dijo respetuosamente, refiriéndose a Mary.

Mary haría lo que fuera para alzarse por encima de los demás.

¿Aquel niño sería parte de la familia Hunt o Anne podría ganar?

...

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Próximo capítulo: Familia Ascart.

"¡Yo soy el padre!" |Fanfic de Bakarina| Trilogía (3/3)Where stories live. Discover now