Verdad Parte 1

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—Necesito una explicación. —pidió la matriarca de la familia Claes, observando a su hijo menor, Keith, y a la acompañante personal de su hija, Anne, quienes estaban delante de la mujer, con temor a lo que pensaría la mujer de ellos.

Keith sabía que no podía ocultarlo para siempre si es que su hermana estaba embarazada. Debía de decirle que su hermana no solo había perdido la virginidad, sino que había tenido relaciones sexuales con todos, ya que la misma chica lo había dicho entre sueños mientras "estaban dormidos".

Anne podía salvarse, ya que ella era mujer y no tenía la capacidad para embarazar a una chica, pero Keith no estaba en la misma situación. De hecho, Keith la tenía más difícil, puesto que él era parte de la familia y se había acostado con su propia hermana.

Pero tenía que tomar la responsabilidad y escupir toda la verdad.

Miridiana Claes, esa tarde de verano, se enteró de todo lo que había hecho su hija días atrás desde el banquete que habían tenido. La mujer quedó horrorizada de enterarse que su hija no solo se había acostado con su hermano, sino también con su prometido, con el hermano de su prometido, con su acompañante personal y con sus otros amigos.

Sabía del cambio abrupto que tuvo su hija de un día para el otro, más nunca imaginó que se volvería tan descarada como para haberse acostado con todos amigos a la vez. Debió de estar loca, ni siquiera podía imaginar lo que estaba pasando por la mente de su hija en esos momentos... ni quería imaginarlo.

No pudo desmayarse de la impresión debido a que tenía que mantenerse fuerte. Tenía que hacer algo al respecto.

Anne, en toda la conversación, no habló, manteniendo su cabeza agachada debido a la vergüenza que sentía en esos momentos. La familia Claes la había acogido como alguien más de la familia, y ella les había pagado con esto, pero no pudo evitar el haberse enamorado de semejante chica de sonrisa radiante y personalidad positiva.

Catarina Claes se había convertido en el centro del mundo, no solo para ella, sino para todos.

—Me haré cargo del niño, madre. —Keith hizo una reverencia, avergonzado de su comportamiento. —Incluso si el niño no es mío, debo hacerme cargo de mi comportamiento.

Miridiana suspiró. Eso era demasiado para ella. Debió de haber conversado con Anne y con Keith en presencia de Luigi.

Quería que esto fuera una pesadilla.

—Lamentablemente, Keith, eres parte de la familia Claes, el niño no será bien visto si sus padres son hermanos. —el menor lo sabía. Sabía que no tenía oportunidad con su hermana por el simple hecho de pertenecer a la misma familia, pero tenía que usar todos su recursos si quería dar pelea.

Era lamentable para Miridiana que Keith perteneciera a la familia Claes porque sabía que el chico era demasiado sincero, incluso veía las buenas intenciones que tenía, pero no podía permitir que los nobles le hicieran la vida imposible a sus hijos y futuro nieto. Eso jamás lo permitiría.

Si Keith no perteneciera a la misma familia, sin duda sería un excelente yerno.

—Nosotros no compartimos sangre. —dijo el de cabellos castaños claros.

—Pero si comparten apellido. —Miridiana se rascó la curva de la nariz, queriendo mantener la calma para no ir a gritarle a su hija por su comportamiento tan... tan lujurioso. —Anne. —llamó la mujer, a lo que la pelinegra levantó su cabeza para mirar a la patrona.

—Yo también me disculpo por mi comportamiento tan atrevido. —dijo Anne con sinceridad. —Debí pensar en mis acciones y no dejarme llevar por el momento.

—Eres mujer, por lo que no necesitas hacerte cargo del niño. —dijo la castaña mayor, asumiendo que los síntomas que presentaba Catarina eran a causa de un embarazo. —Pero no puedo evitar sentirme profundamente decepcionada de ambos.

—Quisiera tomar responsabilidad por mi comportamiento al igual que el joven Keith, si me lo permite. —dijo Anne. Sabía que sería muy mal visto una relación lésbica, y más si Anne era mucho mayor en edad que Catarina, pero quería cuidar a aquel bebé como si también fuera suyo. Anne no caería hasta dar pelea.

—Hablaré con mi marido sobre esto. —Miridiana los miró a ambos. —Además, debo hablar con los otros chicos sobre esta situación. —Quería reunir a los otros chicos y hablar, con ayuda de Luigi, con ellos para que se hicieran responsables de sus comportamientos inaceptables. Ellos se habían aprovechado que su hija había cambiado abruptamente, y se habían dejado llevar por el comportamiento sexoso de su hija. —Ellos también deben de tomar parte de la responsabilidad.

—Y contarle a Catarina. —dijo Keith con seriedad.

—Y contarle a Catarina. —repitió la mujer. —Será algo fuerte para ella, pero es necesario que sepa, y cuando se entere, quiero que estén a su lado, para que la fuerte noticia no le haga daño al bebé de la impresión.

Anne y Keith asintieron.

—Pueden retirarse. —dijo la mujer. En esos momentos quería estar sola para pensar las cosas con calma. Ya después le reclamaría a Catarina, por el momento solo quería esperar a su esposo en aquella silenciosa habitación.

"Catarina, ¿qué has hecho?" pensó la mujer. Siempre había pensado que su hija llevaría a la familia Claes a la ruina, pero nunca imaginó que lo haría de esta manera. Solo deseaba que aquel bebé no fuera igualito a Catarina, hablando de la personalidad.

Al pensar en un bebé gateando por toda la mansión no pudo evitar sonreír. Tendría un nieto demasiado pronto. Sería una abuela joven, pero eso no la hacía sentir mal, de hecho se sentía bien de tan solo imaginar que su familia estaba creciendo.

No se preocupaba por lo que su marido pensaría, ya que Luigi nunca se enojaba con Catarina, de hecho, estaría muy emocionado al saber que sería abuelo, pero sería estricto con los "amigos" de su hija, los cuales se aprovecharon de ella. Así era su Luigi. Sobreprotector con su familia, y más con su hija.

Por otra parte, Catarina estaba muy cómoda en su habitación, comiendo los pastelitos que se había robado de la cocina y que los había guardado en el cajón de su mesita, sin saber lo que estaban hablando Keith, Anne y su madre en el primer piso de la mansión.

Imaginaba que sería asuntos importantes de la familia que ella no entendía, ya que nunca se le dio bien el participar en temas de la nobleza. Ni siquiera le preguntaría a Anne sobre la charla. Ella solo quería seguir pensando en aquellos deliciosos pasteles que se derretían en su boca.

—¡Fresa! —chilló la castaña, comiendo la dulce fruta roja. Las fresas de aquel día estaban realmente jugosas y deliciosas que a Catarina se le hacía agua la boca de tan solo pensar en su sabor.

Solo esperaba que ni Anne ni su familia se enteraran que se había robado algunos pastelitos de la cocina.

...

Ayer finalmente salió la temporada 2 de este glorioso anime, ¿qué les pareció?

Tengo pensado actualizar todos los viernes, para que disfrutemos juntos del anime en emisión mientras leen esta historia, ¿les gusta la idea? Leeré sus opiniones.

"¡Yo soy el padre!" |Fanfic de Bakarina| Trilogía (3/3)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن