Capitulo 61

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—Gulp

Yulen tragó saliva.

En un momento inesperado, Letticia lanzó una bomba atomica.

—Su Excelencia...

—No más mentiras, todos deberían saber la verdad

Sonrió suavemente.

—Bueno, volveré en breve

La mujer, que atemorizó a Yulen, siguió los pasos de Yahan.

Atónito por su declaración, ni siquiera podía pensar en detenerla.

En el desierto caluroso, sintió un escalofrío, como si tuviera hielo en la espalda.

—¿Oiste eso?

Debia comprobarlo, pero no tenia el valor de mirar atrás.

—Ella no lo dijo justo en frente de ti, así que tal vez no lo escuchaste

Era una esperanza irracional pero aun asi una esperanza.

—Barnet!

Independientemente de sus agudos oídos, ella dijo esas palabras a solo unos pasos de él.

Si no escuchó nada, debería dejar de ser un caballero inmediatamente.

Aun así, se aferro a la esperanza y volvió un poco la cabeza.

—...Hyung

Barnet, que había estado mirando a Yahan como si fuera a matarlo, ahora miraba a Yulen.

—Hace un momento, ¿de qué estaban hablando?

Había un fuego ardiendo brillantemente en sus ojos escarlata.

Ante esa mirada feroz, solo tres palabras permanecieron en la cabeza de Yulen.

'Me he jodido'

Giro la cabeza con rigidez, queriendo retrasar el momento de su juicio aunque sea un poco

Esta vez, hizo contacto visual con sus otros colegas.

Todos estaban shockeados.

Enock dejó caer la olla que sostenía, pálido.

Cataplamm

El sonido de la olla rodando parecía anunciar el fin del mundo.

'Entendido, me escucharon... ¿Cómo carajos se supone que voy a arreglar esto...?'

Ante la desaparición de las dos personas en las que confiaba, Yulen solo miró al cielo con resentimiento.

***

Yahan condujo a Letticia hacia donde se asentaban los escoltas.

Ella siguió diligentemente sus pasos.

—Por aqui, por favor

Su cabello rubio, teñido con un tono caramelo por sol poniente, ondeaba por el viento.

Se acomodo el pelo detrás de su oreja y miró la pañoleta que tenía en la mano.

La bufanda que le dio Dietrian.

Como si Dietrian la protegiera.

Enterró la nariz en el paño gris y susurró muy suavemente.

—Todo saldrá bien, ¿no es asi?

Tal vez por sus anhelo, el aroma de Dietrian aún persistía.

El trozo de ansiedad que quedaba en su corazón se desvanecia lentamente.

Hija Del PecadoWhere stories live. Discover now