Dear Chim ● YoonMin.

● 24.

JiMin sonríe, no sabe cuánto tiempo le tomará, pero sabe que será bastante.

YoonGi al inicio creyó que su enamoramiento por TaeHyung superaría cualquier barrera, incluso que sería capaz de todo por defenderlo.

Pero las cosas han cambiado.

Cada conversación que tenía con TaeHyung por mensaje, automáticamente se transformaba en un "a JiMin..."

Si TaeHyung le hablaba sobre algo que había visto, su mente automáticamente pensaba "a JiMin le hubiera gustado esto" o "a JiMin le gustan más las galletas" "a JiMin no le gustaba salir a esos lugares", que si bien no se lo decía directamente TaeHyung, su cabeza no le dejaba tranquilo en ningún momento.

TaeHyung era justamente lo que YoonGi se imaginaba, sin embargo, no estaba seguro de que fuera lo que necesitaba y quería.

Semana tres y JiMin no ha aparecido por ninguna parte, YoonGi ha hecho hasta lo imposible por conseguir información del chico, pero por parte de TaeHyung no logra obtener respuestas, simplemente había dicho que "se fue para mejorar", pero YoonGi no estaba seguro de qué clase de mejoría estaba hablando.

Entrando en la semana cuatro, YoonGi ya está desesperado, quiere a JiMin y lo quiere sano y siendo ese chiquillo risueño que tanto le gusta.

HoSeok, quien se había unido al grupo de YoonGi, NamJoon y SeokJin, también está cansado de la situación, comenzaba a tomarle cariño a JiMin a pesar de que TaeHyung rara vez le había hablado sobre él.

Las cosas parecen no querer mejorar.

TaeHyung decide ir al baño durante el descanso, cuando está lavando sus manos, la puerta se abre con fuerza.

— Tenemos que hablar.

— No hay nada por hablar, Seok... deberías superar lo nuestro —responde en un tono dulce.

— No vengo a hablar de nosotros, Kim —cierra la puerta, recargando su espalda en esta— es sobre JiMin, ¿dónde está?

TaeHyung mira un punto fijo en silencio, fueron apenas un par de segundos que se sintieron como mil horas para Jung.

— ¿JiMin? ¿yo como lo sabría?

— No te hagas el tonto, eres su hermano, TaeHyung.

La sangre de Kim comienza a hervir, ¿por qué demonios HoSeok estaba tan interesado en JiMin?

— ¿Para qué necesitas esa información? no debería ser de tu interés, no son...

Y sin que pudiera reaccionar, siente los labios de HoSeok sobre los suyos, tan cálidos, suaves y húmedos, tan suyos que aún se niega a soltarlo.

— Por favor TaeHyung... dímelo —toma las mejillas del contrario, ignorando por completo su piel gris y pálida.

— No puedo, Seok...

— ¿O no quieres?

— No —niega— no puedo porque yo tampoco lo sé.

Cualquier pizca de esperanza, desaparece. HoSeok está preocupado por JiMin, pero está aún más preocupado por YoonGi; no sabe cuánto tiempo va a durar su cordura y más porque su única fuente de información tampoco conoce el paradero del chico.

Suelta las mejillas de Kim y está dispuesto a irse de ahí, pero antes de salir la voz de TaeHyung lo detiene y más porque conoce ese tono.

— ¿Por qué te preocupas por él? —pregunta— ¿por qué es tan importante para ti?

— Porque JiMin necesita apoyo y si en mis posibilidades está ayudarlo, lo haré.

— ¿Justo tenías que meterte con mi hermano?

— Él no tiene la culpa de que tú no me quieras a tu lado, TaeHyung —se gira para mirarlo, Kim tiene los ojos rojos y parece como si en cualquier momento se fuera a romper— mi corazón aún te pertenece, pero estoy cansado de ser tu títere, no pienso quedarme de brazos cruzados ante tus injusticias con él.

— Yo... t-te necesito.

— Lo sé, pero JiMin también, necesito ayudarlo a él, es más importante.

Tras decir esas palabras, cierra la puerta dejando a TaeHyung a punto de tener un colapso.

No solo había perdido a su mamá por culpa de ese bastardo, sino que ahora también a HoSeok.

Kim JiMin le había arruinado la vida.