● 24.

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Dobla su ropa y la mete en su mochila, su padre no ha dado indicios de aparecer y por primera vez, desea que no lo haga pronto

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Dobla su ropa y la mete en su mochila, su padre no ha dado indicios de aparecer y por primera vez, desea que no lo haga pronto.

Baja a la cocina con su mochila colgando de su brazo y se dirige donde su padre guardaba un frasco con ahorros; si JiMin está por irse, por lo menos necesitaba dinero para comer por un tiempo, toma el frasco, está lleno de billetes y monedas, sale rápidamente tratando de hacer el menor ruido posible, no sabe en qué momento su casa ha dejado de sentirse como tal, pero no quiere volver y no por él; sino por TaeHyung y su padre, está cansado de sentirse mal.

Tal vez ese nunca ha sido su hogar.

JiMin solo puede asegurar una cosa, TaeHyung ha sufrido tanto en silencio por su culpa y su padre no había podido preocuparse por su hijo mayor por arreglar los problemas que él causaba.

TaeHyung no merecía tener que pasar por todos esos problemas físicos y mentales a causa de sus atracones y su poca voluntad para dejar de comer. JiMin simplemente cree que es gordo, sin embargo no solo es eso.

Kim JiMin es un gordo de mierda, tal y como lo había descrito TaeHyung; que no hace más que causarle problemas al resto, a Jin, a TaeHyung, su padre, a YoonGi y sus padres, incluso puede asegurar que a NamJoon, con quien nunca ha cruzado palabras.

Solo hay una persona en este mundo que es lo suficientemente capaz de lidiar con un obeso como él.

Toma un autobús y durante todo el viaje no hace nada más que pensar, no deja una carta, pues es más que obvio que su padre no se dignaría a buscarlo, mucho menos TaeHyung, solo es cuestión de tiempo para que su padre se dé cuenta que su frasco de ahorros ya no está.

Y JiMin tampoco.

Baja en la parada correspondiente, por alguna razón su corazón está más que acelerado, pero no sabe si es por las emociones del momento o porque sabe en dónde se está metiendo.

Se detiene frente a la puerta, da tres golpes y es cuestión de segundos antes de que esta sea abierta.

— ¿Qué haces aquí, bombón?

— Yo... —relame sus labios nervioso— eh... me tengo que ir —regresa sobre sus talones, pero la voz de KyungSoo lo detiene.

— Entra.

JiMin obedece ante el tono demandante de Do. Todo está perfectamente acomodado y a diferencia de la última vez, se da cuenta de que KyungSoo no tiene muebles más allá de los que realmente necesitaba; no hay cuadros, reconocimientos o pinturas en sus paredes, tampoco repisas con adornos, las paredes son blancas en su mayoría, demasiado simple.

— Sé que si viniste hacia acá, fue por algo, habla —toma un cigarrillo entre sus dedos y lo enciende.

— Yo... ¿podría quedarme por un tiempo aquí?

— Así que escapaste... interesante —le observa en silencio unos cuantos segundos, que para JiMin son horas enteras— quédate todo el tiempo que necesites.

Dear Chim ● YoonMin. Where stories live. Discover now