Sad beautiful tragic ; haylor.

06. Central Park

En el camino nos la pasamos hablando entre los cuatro como si fuésemos los mejores amigos del mundo, comprendíamos nuestras necesidades y nuestros problemas, pertenecíamos al mismo mundo y eso me hacía sentir más cómodo, no es que no me guste convivir con personas que no son parte de esto, pero a ella no era necesario explicarle nada, ya lo sabía todo.

El chófer nos llevó al Central Park estacionándose en uno de los puntos el cual desconocía, pero ella no, él se bajó y nos abrió la puerta izquierda dejándonos salir por fin.

–Está muy cerca del hotel –decía Tom mientras despegaba las ruedas de la carriola.

–Sí, está en el centro de la ciudad para que todos tengan la misma distancia –sumaba Taylor.

–Vaya –silbaba con asombro Lou –Quien diría que los neoyorquinos están en todo.

Comenzamos a caminar, el clima era realmente frío, como si no quisiera que este día estuviésemos afuera disfrutando de nuestras vidas, pero no nos importó y nuestros pies avanzaban cada pedazo de piedra en la acera. Hubo unos momentos en los que sentía una cámara apuntándome por detrás, pero no me tomaba la molestia de girar a ver, conforme nos adentrábamos más en este hermoso lugar adornado por hojas de color naranja y café las personas comenzaban a murmurar cuando pasábamos delante o a lado de ellas, un montón de chicas se iban acumulando a nuestras espaladas. Taylor por otro lado giraba su rostro unos cuantos grados a la derecha, veía como les sonreía a las personas como si realmente fuera un gran día, uno muy feliz y envidiable para el resto de la humanidad, no le encontraba mucho sentido.

–Supongo que estarán saliendo, mira cómo se observan –escuche a una chica de unos 16 años de edad susurrar detrás de nosotros con otras cinco chicas más, fruncí mis labios, no era exactamente que me molestara escuchar ese tipo de cosas, pero era muy frustrante que antes que yo ellas ya aseguraran lo que sentía.

Los camarógrafos comenzaban a salir como pequeñas hormigas saliendo de su hormiguero inundado, trataba de no mirar la cámara directamente, pero en ocasiones era imposible ignorar el flash que se disparaba descaradamente en mi rostro, sigo preguntándome porque a Taylor no le molesta esto, quizá ella ya está acostumbrada a esta mierda, tiene mucho más tiempo aquí que yo.

–No la estás pasando tan bien –Taylor me decía mirándome de perfil mientras que Lou y Tom caminaban más adelante con Lux en la carriola, al parecer la pequeña se había cansado ya de caminar.

–No, nada de eso –respondía mientras una risa nerviosa se escapaba de mis resecos labios fríos y maltratados por el clima de la ciudad de Nueva York –Es solo que no logro acostumbrarme a que no puedo salir a un lugar cómodamente –arrugo la frente – En cambio tu sí.

– ¿Yo? –se señala con sus manos blancas como la misma nieve.

–Si –giro a mirarla mientras seguimos caminando.

–No tienes idea –ríe escandalosamente mientras abre los labios un poco –Solo trato de ignorar lo malo, no puedes ir por la vida reprimiéndote solo porque las cosas no son exactamente como las quieres, Harry –su aspecto filosófico y lógico me impresionaron.

–Jamás lo había visto de esa forma, tengo que decirte que tienes toda la razón –sonríe ampliamente mientras nuestras miradas siguen conectadas.

–Siempre hay diferentes puntos de vista, creo que ese es el mío.

–Pues es muy bueno –me encojo de hombros mientras guardo mis heladas manos ya lastimadas por el frío en los bolsillos delanteros de mis jeans.