Parte III

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 Día 1.

Estoy en mi casa a las tres de la tarde. No oigo la voz de mamá así que supongo que está en sus clases de Yoga, ha estado yendo por un tiempo, dice que le relaja (cuando digo que se ha ido por un tiempo me refiero al tiempo en el que descubrió que yo fumaba, y aunque ella jura que es mi vida y dentro de poco seré mayor de edad, odia que lo haga y a veces esconde mis paquetes de cigarrillos si los descuido). Lottie sigue en sus clases particulares de Algebra, así que la casa es todo para mí. Por lo general tomo una larga ducha después del colegio, pero ahora me siento tan cansado que podría caer rendido mientras subo las escaleras.

Decido tomar una siesta, y programo el despertador para que suene exactamente en dos horas y treinta minutos. Quizás dormir un poco me quite la ansiedad que se acumula en mi pecho y hace que mis palmas suden frío. Me derrumbo en mi cama, que aun sigue desecha como la deje en la mañana, abrazo mi almohada y entonces simplemente cierro los ojos.

***

No es exactamente la alarma lo que me despierta, es un mensaje de texto, o quizás más de uno. Literalmente doy un pequeño brinco en la cama, mirando alrededor algo confundido y restregándome el rostro. Observo hacia la ventana solo para darme cuenta que ya ha anochecido del todo y mi corazón da un vuelco, mientras suelto una maldición.

Rebusco mi teléfono debajo de mi almohada, mis manos están temblando un poco, y me doy cuenta que no son solo un par de mensajes.

Cuatro de Nick.

Dos de Zayn.

Y una de Liam.

Suspiro y leo el de Liam porque no quiero entrar en pánico ahora, es un mensaje corto deseándome suerte en lo que sea y una carita feliz. Zayn me envía una foto de su nueva chaqueta y pregunta que me parece. Entonces leo las de Nick.

7:10 p.m.

¿Dónde estás?

7:15 p.m.

¿Estás llegando?

7:40 p.m.

Louis Tomlinson, no eres gracioso.

7: 45 p.m.

¿Esto significa que tiene otros planes?

Trago el nudo que se forma en mi garganta y miro la hora. Muy bien, son las 7:50 y si tengo suerte puedo prepararme en diez minutos y llegar allí a las para las 8 y algunos-minutos luego, puedo ir en taxi, eventualmente, e inventar una excusa que suene mejor que un simple “me quedé  dormido, ups”.

Así que eso hago, ¡ni siquiera tomé una ducha! Arrugo la nariz con disgusto y salgo rápidamente de la cama, cogiendo una remera blanca y unos jeans negros, sin mirar cuando cojo unos Toms y me los coloco. Mi cabello tarda unos cinco minutos extra y luego ya estoy saliendo de mi casa, casi sin darme cuenta que Lottie ya está en la sala viendo MTV, y mamá me grita algo mientras le grito algo de vuelta que ni siquiera yo entiendo y cierro la puerta sin medir mi fuerza.

Sé que luego tendré que dar explicaciones, pero eso realmente puede esperar ahora. Tengo que caminar una cuadra y media para coger un taxi y estoy algo mareado cuando me subo, observo mi teléfono, han pasado exactamente quince minutos.

Respira, Louis. Me digo, suspirando. No es el maldito fin del mundo.

Suelto la dirección al conductor cuando él pone marcha al taxi, y le envío un rápido y nervioso mensaje a Nick, con el corazón en la garganta y los dedos torpes.

Down to the sea bed. / larry stylinson.Where stories live. Discover now