El poderoso, popular y dominante omega Kyan Reki, no tenía competencia tanto en la preparatoria como en las carreras clandestinas en Crazy Rock, él y su grupo eran los reyes del "S", hasta que llegará un alfa canadiense a derrumbar su reino, cambiar...
Las noches en Okinawa no eran frías, ese clima tropical de la isla al sur de Japón era un verdadero paraíso.
Y en ese paraíso, todas las noches ocurrían unas competencias clandestinas en unas minas abandonadas, la famosa y casi mítica "S".
No era fácil entrar ahí y menos ganar, ya que por mucho tiempo, un grupo de cuatro hombres dominaban las pistas, nadie podía ganarles y el líder de este grupo era un omega muy conocido en Okinawa, uno de los omegas de más alta clase, tenía a todo el mundo a sus pies y obviamente sacaba provecho de la situación.
Mucho alfas, betas e incluso omegas, habían querido salir con el perfecto omega, apostaban su mano en matrimonio incluso en las carreras pero jamás habían ganado, el chico era inalcanzable.
¿El nombre de ese omega?... Kyan Reki, un pelirrojo energético de diecisiete años, tenía una habilidad increíble para controlar las feromonas, podía hacer que hasta el alfa más dominante cayera a sus pies.
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Él y sus tres amigos, habían creado el grupo llamado "Fire Wheels"
...
- ¡Miyaaa! Tengo sed, quiero mi coca cola - pedía el pelirrojo acostado sobre su skatebord estirando el brazo.
- ¡Párate y ve tú mismo! - le respondió Miya Chinen mientras jugaba en su switch, era el menor de los integrantes del grupo, un pequeño alfa de trece años, con un carácter un tanto tsundere, siempre peleaba con Reki, pero en el fondo lo quería, era cómo el hermano mayor que jamás tuvo y siempre lo protegía (sin que Reki se enterara obviamente)
- Miya, tienes la botella al lado, no te cuesta nada pasársela - Kojiro Nanjo se metió en la conversación, más conocido cómo Joe en "S", él tercer integrante del grupo, un chef de un restaurant italiano, un alfa despechado, le habían roto el corazón y ahora era un mujeriego, quería olvidar a ese omega. Cumplía el rol de casi un padre en ese grupo.
- Bueno... Cómo ni uno de los dos se levantó a buscarla, me la tomaré yo - dijo Hiromi Higa, un beta musculoso de unos veinticuatro años, que aparentaba ser rudo pero en el fondo era muy delicado, en "S" lo conocían como Shadow, trabajaba en una florería y tenía muchos gatitos.
