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Paso cuatro para conquistar el corazón de Jimin antes de morir.

Confesión.

Sus ánimos habían decaído
considerablemente. Llevaba unas
cuantas semanas sin probar un solo
bocado de comida, se sentía peor cada
día. Así como el color de su piel se
volvió más pálida que lo normal.

Aunque según Jungkook esto se debía
también debido a que no había recibido la luz del sol desde hace mucho. Un débil suspiro se escapó de sus labios. Casi un mes sin salir de su casa, al menos ahí se sentía seguro.

Además tampoco podía enfrentar a Jimin y ese era su lugar de refugio
donde sus lágrimas no eran vistas.

—Deberías hablar con él, también
sufre Yoongi— Han mencionó con
la esperanza de que el contrario le
dirigiera la mirada antes de salir de su
casa.

Min se mantenía dándole la espalda
a la puerta, donde Jungkook se encontraba apoyado, escucho un leve suspiro por parte de su amigo para luego sentir como todo se quedaba en silencio tal y como estaba antes de que Jeon llegará.

Cerró sus ojos dejando salir pequeñas
lágrimas. Se levantó cayendo
nuevamente puesto que se encontraba demasiado débil como para dar un paso siquiera.

Su celular vibró, giró su cabeza hacia
la mesita de noche que se encontraba
al lado de su cama. El nombre del
contacto no era sorpresa para él, de
hecho no era necesario siquiera verlo
para saber que se trataba de la persona que había estado evitando con todas sus ganas. Suspiró tomando aquel aparato en sus manos, observando el botón de respuesta. El brillo lastimaba sus ojos, aunque eso era lo de menos.

—Jimin?— colocó el celular en su
oreja, el menor del otro lado sintió un
nudo en su garganta.

Quería reclamarle y gritarle por
haberlo ignorado durante tanto tiempo.

Las palabras quedaron atoradas en su
garganta, mordió su labio tratando de
calmarse. —¿Podemos vernos?— su voz tembló más de lo que esperaba.

Park mantenía su mirada fija en lasluces que la ciudad le brindaba,deslumbrando el ambiente sombríoy triste que lo envolvía

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Park mantenía su mirada fija en las
luces que la ciudad le brindaba,
deslumbrando el ambiente sombrío
y triste que lo envolvía. Miró su reloj,
llevaba una hora de retraso, en su
corazón dolía el hecho de que Yoongi
lo estuviese evitando de una forma tan cruel.

Se dió cuenta hasta ese momento,
cuánto necesitaba al mayor. Se había
enamorado más de lo que -sin
saber- ya estaba. Había creído que
solo se trataba de un simple gusto,
probablemente en un principio fue así.

Pero ahora ya no.

Tuvo que sentir el rechazo de parte
de Mim para darse cuenta de lo
fundamental que era para su vida. Para saber que se sentiría destruido si no estuviera él en ella. Quería ir con algo más allá que una simple amistad. Pero con la situación no sabía si eso era posible.

—Jimin.

Escuchó la suave voz de Yoongi, se
giró.

Los mareos lo estaban matando, aligual que el inmenso dolor de cabeza

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Los mareos lo estaban matando, al
igual que el inmenso dolor de cabeza.

La debilidad de su cuerpo lo consumía a cada paso que daba hacia la torre de Namsan. Se aferró a la pared, buscando sostenerse.

Su visión se volvía cada vez más
borrosa, las personas pasaban a su
alrededor mirándolo con curiosidad,
sin embargo, nadie se acercó para
preguntarle si se encontraba bien.

Sosteniéndose de las paredes logro
llegar hasta la cima de la torre, pero
que ya no podía mantenerse en pie ni un solo segundo.

Observó a Jimin, mirando hacia el
horizonte, con la mirada perdida en la
gran ciudad.

Extendió su mano con la vana
esperanza de alcanzarlo. Sus ojos se
llenaron de lágrimas.

Te amo, te amo, te amo.

Las palabras no salían de su boca,
haciendo un último esfuerzo, obligó
a sus pies a moverse en dirección al
menor. Cuando ya no puedo dar un solo paso más, se esforzó para hablar.

—Jimin— su voz salió débil, pero lo suficientemente fuerte como para
que el menor se diera la vuelta y lo
viera derrumbarse, perdió la noción
del tiempo desde ese momento. Solo
sabía que se encontraba en los brazos
del menor mientras esté gritaba
desesperadamente su nombre. Una
pequeña sonrisa inesperada se formó
en su rostro, estaba feliz. Cómo un rey
feliz.

— Yoongi, ¿Me escuchas?— gritó
desesperadamente el menor.

— Jimin— Park guardo silencio con
sus ojos llenos de lágrimas — Jimin, te amo.

— Jimin— Park guardo silencio consus ojos llenos de lágrimas — Jimin, te amo

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