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¿Leucemia?

No sabía cómo había llegado hasta eso.
Es decir, siempre se mantenía al tanto de todas sus comidas como eran y muy pocas veces se las había saltado.
Cuidaba tanto de su salud que le resultaba poco creíble saber que tenía dicha enfermedad

Lo que ya poco sabía, era como decirle a Jimin que le quedaba poco tiempo de vida según el doctor. Ya que el resultado de los exámenes mostraba que su enfermedad avanzaba cada vez más y mas.

Su apetito desapareció por completo desde ese día. Nunca se sintió tan miserable, de hecho nunca lo había sido.

Jungkook a su lado trataba de consolarlo o al menos hacerlo sonreír mientras le contaba como Taehyung lo había rechazado. Porque si, el de apellido Jeon había intentado besar a Kim frente a toda la escuela y este huyó en la primera oportunidad que tuvo.

No era algo alegre, pero Min solía reírse de sus fracasos con el pelinegro. Aunque ahora parecía todo diferente.

—¡Ya! Si sigues así morirás aquí— Jungkook puso sus manos en su cintura.

—Mejor, así no tendré que decirle a Jimin— respondió Min con su cara escondida en la almohada.

Jeon negó, debía existir alguna forma de sacar a su amigo de lo que se había convertido en su lugar de escondite, pues Yoongi ni siquiera tenía la voluntad para levantarse de la cama.
Aparte de las terribles ojeras que adornaban de manera desastrosa su hermosa cara.

Pues si, Jeon Jungkook admitía que el rostro de Yoongi parecía haber sido hecho por los mismísimos dioses del Olimpo. No por nada se había enamorado de él al inicio de su amistad.

—Arriba, antes de que traiga a Jimin aquí.

—Arriba, antes de que traiga a Jimin aquí

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—Desgraciado...

Susurró Min para su amigo, quien solo sonrió con aire de superioridad pues había cumplido su objetivo de sacarlo de su cueva. Aunque no pensó que también lo terminaría obligando a asistir al instituto y como consecuencia a ver a Jimin también.

Y es que Park no se había separado ni un solo segundo de Yoongi, quién tenía cara de querer desaparecer o morirse en esos instantes, lo cula era triste para Jeon quien sabía toda la verdad.

Aprovechando que el profesor de física le pidió buscar a alguien más para mover unas cajas, pidió ayuda al inocente Jimin quién aceptó a regañadientes.

Pudiendo respirar un poco más tranquilo, Yoongi se dispuso a reanudar la lectura de su libro, el cual llevaba casi cerca de la mitad.

Mordió su labio, sintiendo el sabor a cereza debido al brillo anteriormente aplicado sobre estos.

¿Valía la pena morir así? No.

Tenía aún muchas cosas que deseaba hacer, muchos deseos que querer cumplir y una mujer a quién deseaba amar aunque fuera por el resto de sus últimos días que quedaban.

Moriría como un rey, el mejor de todos.

¿Como un rey?

Su mente viajo a todos los deseos que tenía, unos eran demasiado peligrosos y alocados que nunca pensó en atreverse a hacerlos a menos que quisiera perder la vida pero eso ya poco le importaba ahora.

Miró el libro entre sus manos, luego a su alrededor, pensando que debía disfrutar lo poco que le quedaba de vida, lo poco que sus verían la luz aún.

Debía atesorar cada momento que le era ofrecido y estaba dispuesto a eso.
Pero antes debía cumplir una cosa, la más importante de todas.

Su vista viajó hasta su amigo, quien venía acompañado de Jimin, quien al verlo le sonrió corriendo hasta sus brazos. Yoongi le devolvió la sonrisa.

Conquistaría a Park, estaba seguro de eso ahora.

Porque si moría lo haría como todo un rey.

Porque si moría lo haría como todo un rey

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