El derrumbe de la mansión Malfoy

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Siete años después...

—Esa varita genera más problemas que beneficios- Dijo Harry- Y sinceramente ya cubrí el cupo de problemas que tenía asignado en esta vida.- Fin.

Draco estaba sentado con el libro que estaba leyendo frente a una tumba a la cual miraba cariñosamente.

Suspiró y apoyó su cabeza en el hombro ajeno mientras dejaba que sus pensamientos volaran libremente.

La cuestión es que el rubio había decidido escribir una saga sobre Harry, está consistía en siete libros y ese año había publicado el último.

Luego de pedir permiso a un montón de personas, y de escribir distintos puntos de vista, público su primer libro "Harry Potter y la piedra filosofal" se hizo todo un éxito, tanto en el mundo mágico como en el Muggle.

La diferencia es que en un mundo eran libros de historia y en el otro de fantasía.

A lo largo de esos siete años también público pequeños spin offs de distintos personajes de la saga, sobre cómo era su vida en esos momentos, o las consecuencias que debieron pasar luego de ciertos problemas.

Draco recordaba su cumpleaños número 20, sin poder evitarlo comenzó a cuestionarse que hubiese sucedido si su padre no llegaba a tiempo.

—Amor... ¿Por qué lloras?— Susurró Harry tiernamente mientras secaba las lágrimas del rubio. Ambos estaban sentados frente a las tumbas donde se encontraban sus padres, James y Lily Potter.

—Si papá no hubiera matado a Gutiérrez, yo ahora estaría leyendo este libro frente a tu tumba— Respondió Draco mientras se dejaba abrazar por Harry quien solo negaba.

—Pero tu padre llegó y yo estoy vivo, shh amor, no llores, estoy aquí, contigo, juntos, no hay nada más fuerte que nosotros dos y nuestro amor, nada ni nadie va a poder separarnos — Murmuró Harry mientras acariciaba los cabellos de su novio, luego lo besó para demostrarle que sí, efectivamente estaba allí, que sí lo amaba, que sí estarían juntos por mucho, mucho tiempo.

El rubio se calmó y suspiró, y luego volvió a besar a Harry, porque quería, porque podía, porque sus labios eran suaves y dulces, porque era su novio.

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Luego de que Lucius matará a Gutiérrez salvando a Harry, se dictó un nuevo juicio bajando la condena del hombre a prisión domiciliaria por cinco años.

Los chicos al fin se sentían libres, al fin había paz para ellos. Luego de algunas semanas volvieron a sus trabajos y a la rutina, cada día se amaban más.

La familia Weasley y Malfoy se llevaban muy bien, decidieron que sería mejor dejar el pasado enterrado muy hondo y adaptarse al presente que era lo que importaba.

Harry y Draco no podían estar más que agradecidos por eso.

Con el correr de los años Teddy, el ahijado de Harry fue creciendo, y consideraba al pelinegro una figura paterna, ya que pasaba más tiempo en su casa que con su abuela. Aunque también consideraba a Draco una figura paterna, ambos se llevaban muy bien. Su actividad favorita era hacerle bromas a Harry.

Con el tiempo el pequeño metamorfomago quería vivir con su padrino y Draco, tanta fue su insistencia y lloriqueos, que lo consiguió.

Si bien Harry y Draco se sentían un poco inseguros sobre cómo cuidar un niño, al ver el puchero del pequeño no pudieron resistirse.

Y es que el pequeño era inteligente, no solo había usado su puchero derrite corazones, sino que había cambiado el color de su pelo a negro ya que sabía cuánto amaba Draco el cabello de Harry, y el color de sus ojos a gris, pues tío Harry se perdía en la mirada del rubio.

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—Amor, lee el epílogo que es mi favorito— Pidió Harry mientras se sentaba en la cama de Teddy y agarraba al niño a upa.

Draco sonrió mientras tomaba el tomo 7 de la saga que había conquistado el mundo y buscaba el epílogo.

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Cortito pero sentimental gente.

Holis!! Ok, éste es el último capítulo, falta el epílogo, el cual sería el epílogo que escribió Draco en su libro :)

Les gustó la historia? Espero que sí.