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Harry abrazaba a Ron en la sala, lágrimas silenciosas salían de sus ojos, todavía procesaba todo lo que le había dicho Draco, el lo amaba, todo había sido un mal entendido de él, todo iba a estar bien...

Mierda, nada iba a estar bien, él insultó a Draco, ahora de seguro lo odia.

—¿Draco me odia?— Preguntó tenía cerrados sus ojos, no vio cuando su amiga y el rubio habían entrado.

—Claro que no Harry ¿No lo escuchaste? Él te ama, pero le dijiste cosas muy feas, y ahora está muy triste, pero él te ama, esto no es nada que el tiempo no pueda curar— Respondió Ron, el rubio también dejaba salir lágrimas silenciosas, se sentó en otro sillón ya que sentía que iba a caerse. Hermione se sentó a su lado y lo abrazaba.

—Lo siento, en serio, yo también lo amo... Gutiérrez apareció antes de que llegue acá y uso el Crucio Ron, y yo quería morir, pero solo podía ver a Draco, él estaba cocinando con Hermione y reían, y Gutiérrez me dijo de todo, sobre que Draco me usaba, y el dolor, Ron, era mucho, y cuando entré y lo escuché decir sangre... confundí todo y me dolió, y ahora me duele siquiera haber creído que él no había cambiado, mierda ¿cómo no me di cuenta? Claro que Draco cambió, y yo lo lastimé, soy una mala persona— Harry abrazaba más fuerte a Ron mientras el pelirrojo le decía que no era mala persona, que no se atormentara, que Draco lo iba a perdonar.

—¿Harry?—Draco se acercó al pelinegro, se había secado las lágrimas y cuando Harry lo abrazó él le devolvió el abrazo— Estás ardiendo, hay que bajarte la fiebre Harry.

—No me sueltes, lo siento amor, en serio perdón, soy un idiota— Murmuró Harry, todavía le dolía todo, pero le reconfortaba estar abrazado a Draco.

—Sí eres un idiota impulsivo cariño— Susurró Draco tiernamente, Harry emitió un quejido mientras el rubio le secaba las lágrimas con amor, aunque odiaba ver llorar a Harry, él estaba allí, no lo dejaría, porque sabía que el pelinegro iba a estar allí para él. — Y así te amo Harry.

Sus corazones rotos, de a poco fueron cicatrizando, porque estando juntos era más fácil sanar.

Ron y Hermione se fueron de allí sonriendo, los chicos estarían bien.

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Érase una vez una terrible historia de un niño huérfano, quien era el elegido para matar al más horroroso villano, el mismo villano que había asesinado a sus padres.

El niño no tenía opción, el futuro de la comunidad mágica estaba en sus manos. Durante su adolescencia vio mucha gente morir, culpa del horroroso villano. El niño seguía levantándose con la frente en alto buscando la paz

Érase una vez una terrible historia de un niño nacido en cuna de oro, un niño sangre pura con los padres más prestigiosos y ricos de la comunidad mágica.

Un niño que vivía con miedo, que estaba vacío, un niño al que le dieron un deber. Matar. O lo matarían, y a su familia también. Él tenía opción, pero también tenía miedo, no sabía que hacer. Él solo era un niño asustado que seguía órdenes.

Érase una vez el final una gran guerra, donde muchos inocentes murieron a causa del mal, donde el niño que era el elegido se enfrentó cara a cara con el horroroso villano y ganó. Donde el niño de padres prestigiosos por fin se sintió a salvo.

Érase una vez, meses después del final de la guerra gente influenciada por las palabras erróneas, gente que se dejaba llevar por la melodía venenosa de quienes guardan rencor, gente que lastimaba a otras personas por haber cometido errores en el pasado.

El niño prestigioso había crecido, había sentido paz por primera vez en su vida, pero el miedo volvió luego de encontrarse cara a cara con gente que lo odiaba, con gente que no escuchaba su versión de la historia, con gente que lo dañaba por solo llevar una marca, sin saber las cicatrices que a ésta la cubrían.

El niño que había sido elegido se sentía vacío, tanto tiempo creyendo mentiras, para que de pronto un semi gigante se presente ante él y le planteé las cosas como son, pero sin decir nunca la verdad, jamás le decían toda la verdad. Luego pasó tanto tiempo tratando de sobrevivir, tratando de hallar una forma de traer la paz, porque eso era lo que tenía que hacer ¿no? Ése era su destino. Tanto tiempo luchando por los demás, que nunca estuvo tiempo para luchar por él mismo, para saber quién era.

Érase una vez una terrible historia de como el camino de dos muchachos, de dos "enemigos" se había cruzado de la peor manera, siendo que uno debía rescatar al otro, porque las personas preferían mirar para otro lado.

Los muchachos dejaron el pasado de lado, se conocieron de verdad, se hicieron amigos, y comenzaron a correr rumores de ellos, rumores malos, y la gente los repugnaba. Pero ellos buscaban la solución, remaban contra la marea, salían adelante, porque nadie los conocía como ellos, nadie sabía sus verdades, sus verdaderos "yo". Sino conocían lo que los demás inventaban.

Pero la gente puede ser muy cruel, siempre van a saber donde golpear para que duela, y por más que no quieras escuchar las filosas palabras, estás se van a ir juntando en el rincón más oscuro de tu consciencia y cuando menos lo esperes van a explotar, dañando todo a tu alrededor.

Érase una vez una triste historia de un muchacho, que una vez fue el niño elegido, y se dejó llevar por las filosas palabras de los demás, y el dolor que sintió, y el cansancio de todas las mentiras y engaños que había sufrido, y fue el impulso, el que lo llevó a decir todas esas palabras horribles, lo lastimó, no físicamente, sino que le rompió su corazón y en el proceso rompió el suyo mismo.

Érase una vez la terrible historia de un niño que había crecido salvando el mundo, pero que había cometido errores también y uno de ellos fue romperle el corazón a la persona que amaba. Él estaba cansado de todo, de sufrir, de las mentiras, de que alguien quiera dañarlo, de estar triste, y estaba cansado de escuchar todas esas palabras hirientes, no lo pensó, solo habló y lloró y se cayó, y lastimó a la persona que ama.

Érase una vez una triste historia de dos muchachos con sus corazoncitos rotos, pero más unidos que nunca se abrazaban, mientras dejaban salir todas las lágrimas que retenían, dejaban que el dolor fluyera en esas gotitas transparentes mientras se abrían paso a través de las mejillas de esos muchachos.

La gente odiaba que estuvieran juntos, los envenenaban con palabras, pero ellos siempre con la frente en alto les regalaban sonrisas, sólo que luego de tanto tiempo, ya era agotador ser denigrado.

Los chicos se amaban, mierda, claro que se amaban con todo su corazón, juntos habían afrontado meses muy duros de su vida, juntos son felices y es lo único que importa.

Pero son jóvenes, y está claro que van a cometer errores, de ellos se aprende dicen, y se aman, y el amor es la magia más poderosa, mezclada con el tiempo está va a curar esas heridas que a simple vista no se ven, pero las cicatrices van a quedar, invisibles, van a rozar su piel, o van a reabrirse y volver a sangrar, pero ellos son más fuertes que eso, son más fuertes que las venenosas palabras, son más fuertes que el dolor, porque se aman, y se respetan, y eso es mucho más fuerte que todos los demás.

Mientras se amen, ellos juntos van a ser muchos más fuertes, con su amor van a poder protegerse de las piedras filosas.

Érase una vez la historia más verdadera sobre el amor, con altas y bajas, con dos muchachos cometiendo errores, con dos jóvenes que saben perdonar, dos niños que ya crecieron y en una persona conocieron el amor, y lo tomaron para transformarlo en algo hermoso.

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Holis!! Les gusto???

Estoy tratando de perfeccionarme al escribir menos diálogos (esq amo los dialogos) pero bueno, siempre trato de perfeccionarme a la hora de escribir, y trato de agregar más palabras, o de hacer sentir.

En fin, ya falta poco para el final :)

El derrumbe de la mansión Malfoy Where stories live. Discover now