El derrumbe de la mansión Malfoy

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Luego de no encontrar trabajo en el mundo mágico, ser repudiado, insultado y hasta golpeado, Harry decidió ir al mundo Muggle.

En realidad fue Malfoy quien lo convenció, o, prácticamente lo obligó. Ya que todos sabemos cuán testarudo puede llegar a ser Harry.

Aunque el pelinegro no lo admitiera, le fue muy bien en Londres Muggle. En solo unas horas consiguió un trabajo, que siendo sinceros, nunca consideró.

Y lo que le daría plata,  era ser fotografiado, modelando para un emprendedor independiente de moda unisex. Él básicamente debería ponerse la ropa, accesorios e indumentaria que le dieran, y sonreír a las cámaras.

No negaba que le gustaba y divertía mucho, a demás, tendría la oportunidad de conocer a distintas personas, y ropa gratis. ¿Quién no ama la ropa gratis? 

Su horario era parecido al de Draco, solo que él salía una hora antes, pero trabajaba los sábados también.

Lo que a él más le gustaba de su trabajo, era burlarse de las fotos que le tomaban con Draco.

Lo que al rubio le gustaba, era ver las fotos de Harry.

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A medida que los días pasaban, la amistad de los chicos iba creciendo, como ya eh dicho.

Sólo que ahora, ese afecto especial que sentía Draco por Harry era el que ocupaba más espacio del debido. O tal vez el justo y necesario.

¿Y Harry qué sentía por el rubio?

Bueno, no tenía idea, a veces se encontraba viéndolo más de lo normal y sonriendo como idiota, otras veces le daba por querer abrazarlo, también pensaba que era muy lindo y tierno. Sentía un nudo en la panza de solo pensar en él, o esas "maripositas" como le decía Hermione.

Pero no sabía que decirle a Draco, no era como ir y mencionar: "Oye, casualmente, cuando estoy con vos, me siento, nose, raro" como quien no quiere la cosa, porque, 1) eso sería ridículo, 2) su lado Gryffindor desaparecería cuando dijera "oye" y 3), estamos hablando de Draco Malfoy, y bueno, un maleficio en su contra por parte del rubio sería poco.

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Ahh 31 de octubre, Hallowen, una fecha más en el calendario.

Un día en donde jóvenes, y, porque no algunos adultos, se disfrazan y salen a celebrar la "noche de brujas".

En ese día, todos se divierten, hacen fiestas, ríen y se olvidan de los problemas.

Menos Harry, ese día para él, es triste, es gris, ya que es el aniversario de muerte de sus padres.

Éste año era importante para él, porque sería el primer año en el que Voldemort ya no sería un peligro, la muerte de sus padre no había sido en vano. Y eso de un modo uh otro, reconfortaba al muchacho.

Fue por eso mismo, que decidió justo ir a almorzar con sus tíos, la única familia de sangre que le quedaba.

Se levantó antes de que Malfoy despierte, le dejó una nota, y lentamente emprendió camino hacia el número 4 de privet drive. Por primera vez luego de meses.

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Malfoy llegó de trabajar muy emocionado, se le notaba en el rostro.

Cómo era Hallowen, en la librería le pidieron que vaya disfrazado de algo, y él simplemente volvió a usar su uniforme de Slytherin, al que estuvo que hacer unos retoques porque le quedaba un poco corto. Y le añadió un sombrero en punta, para darle el toque de mago Muggle.