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Era sábado y Draco había decidido seguir con su lista de "conquistar a Harry" mientras esperaba que el nombrado volviera del trabajo.

No se le ocurría nada y se frustraba.

Luego de un rato de estar mirando un punto fijo las dudas entraron a su mente.

¿Y sí era demasiado pronto? Hacía a penas unos meses que eran amigos. ¿Y si el pelinegro al enterarse de eso lo echaba? Osea, el conseguiría donde vivir, pero no quería perder su amistad.

Y más preguntas como esa lo estaban hundiendo en un agujero negro sin salida.

Hasta que sonó el timbre, eso sobresaltó al chico, quien en seguida levantó su varita. Nadie tocaba el timbre allí.

Otra vez sono el timbre, y luego se escuchó que alguien tocaba la puerta con mucho ánimo.

Miró por la ventana y allí estaba su rival, su mayor enemiga, la persona más frustrante del mundo entero,a quien desearía no ver jamás.

Abrió la puerta mirando seriamente a Sophia, que al verlo sonrió animadamente y lo saludó con un abrazo. Draco pensaba quemar la ropa.

-Harry no está - Mencionó el rubio debatiéndose si debía dejarla entrar.

-Oh, no te preocupes, tú me puedes ayudar- Comentó Sophia y se auto invito a entrar y sentarse en un sillón.

Genial, ahora también debería quemar el sillón. Draco bufo, cerró y se sentó en el sillón contrario a la chica.

-Oye, quería disculparme con Harry por lo del otro día... ya sabes el casi beso- Dijo Sophia sonriendo avergonzada - Pero, también, uhmm, me preguntaba sí, uhmm, toma- La chica entre divagaciones le dio un papel a Draco y se fue muy sonrojada.

El rubio anonado miró la nota...

Querida Luna. Harry me habló mucho de tí y me gustaría conocerte.Mañana a las 12:00hs en el parque de las flores. Espero contar con tu presencia chica soñadora.

Sophia.

El rubio le envió la nota a Luna, estaba feliz de que su archienemiga, ya no lo era tanto.

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Harry volvió del trabajo agotado. Vio que Malfoy estaba concentrado escribiendo algo en un pergamino y decidió asustarlo.

Se acercó lentamente y gritó "-¡BOO!-" lo que causó que saliera volando por un hechizo que le lanzó el rubio.

-¡MIERDA POTTER!- Gritó Draco mirándolo sin culpa por haberlo hechizado. Disimuladamente escondió el pergamino en su suéter - Te dije mil veces que odio que me asusten- El pelinegro no daba señales de vida, estaba sobre la escalera con sus ojos cerrados.

Draco se asustó y corrió para ver si estaba bien.

-Harry, hey, no juegues así - Se acercó a tomarle el pulso, cuando Harry abrió los ojos sonriendo y le tomó la muñeca haciendo que caiga a su lado.- Maldito Potter, te odio- Murmuró Draco mientras Harry reía.

Luego de un rato en el que los chicos simplemente estuvieron uno al lado del otro acostados en las escaleras, solo ahí, existiendo.

Harry se paró y ayudó a Draco a levantarse.

-Oye ¿Te dieron las fotos de está semana? ¿Qué temática te tocaba modelar?- Preguntó el rubio acercándose a Harry, quien por instinto retrocedió unos pasos.

-No, esta vez no me dieron las fotos, ehh, necesitaban editarlas o algo así - Respondió Harry asintiendo contento con su excusa.

-Pero, ahí tienes el sobre de las fotos - Comentó Draco señalando el bolsillo de su abrigo, y sí, efectivamente ahí estaba el dichoso sobre.

Harry miró su bolsillo con odio, como si éste, tuviera la culpa de su despiste.

-Es... es que me da... vergüenza- Comentó Harry mirando el piso.

-Ok, está bien, lo respeto, no estás obligado a mostrarle a tu amigo unas simples fotos que van a salir en la revista más comprada de Inglaterra, lo entiendo perfectamente, no te preocupes- Comentó Draco haciendo un drama, se cruzó de brazos y se sentó en el escalón de abajo del todo de la escalera.

-¡No! No es eso, es... es otra cosa... yo, ehh...

-Oye, no me voy a burlar sí te tomaron fotos con faldas de nuevo, o con tops, Harry, eres tú el que tiene que estar cómodo usando esa ropa, y si te gusta ¡pues genial!. - Explicó Draco dejando de lado su drama un instante- Harry, tu jefe te contrató porque tienes carisma, porque eres bonito, porque el no busca la perfección en persona, el busca diversidad, él mismo te lo dijo, esas cicatrices que tienes cuentan una historia, tú historia, no deben avergonzarte.- Draco se paró y apretó levemente el hombro de Harry sonriendole.

Hacía algunos días que a Harry le habían pedido que use faldas, tops, vestidos y tacones, claro que era unisex, pero el chico igual se había avergonzado ya que nunca usó algo así.

A demás tenía un pequeño complejo con mostrar demasiada piel, ya que la guerra mágica le había dejado demasiadas cicatrices, según él.

Pero su jefe y Draco le recordaron que no debía avergonzarse por él mismo, por esa barriguita, o esa cicatriz que iba desde la parte baja de la espalda hasta su cadera.

-Tú también deberías escuchar ese consejo Draco- Murmuró Harry rozando el brazo izquierdo del rubio. Suspiró y volvió a apartar la mirada- Ese no es el problema, es que, a pedido de varias personas, mi jefe decidió hacer... indumentaria nueva... las fotos no van a estar en ninguna revista, por...éste, solo van a estar en un álbum en la tienda, por sí alguien quiere algo de eso, así pueden ver la gran variedad- Comentó rascándose la nuca.

Draco lo miraba con su ceño fruncido, no entendía porque tanta privacidad y misterio. Ya habían echo una sección de ropa interior ¿Qué era lo que no podría mostrarse?

-La nueva indumentaria esta relacionada con el BDMS- Soltó Harry y se sonrojo hasta las orejas mientras evitaba la mirada del rubio y le pasaba el sobre.

Draco con los ojos muy abiertos, abrió el sobre, y,ahora sí, entendía porque no subían las fotos a la revista, no eran, de lo que se dice aptas para todo público. Pero tampoco mostraban ninguna parte privada.

Harry en esas fotos tenía una clase de ropa interior extraña negra, de cuero, y unos arneses también de cuero, le cubrían el torso y las piernas, le habían delineado los ojos y pintado los labios de negro también.

El rubio mientras iba pasando las fotos notaba como le empezaba a faltar el aire, en todas Harry estaba luciendo algo distinto, mostrando látigos y cadenas, con los ojos vendados, o el pelo revuelto. Sus cicatrices contrastaban con el cuero negro, se veía intimidante y... sexy. Muy sexy.

No pudo evitar comparar esas fotos con las de hacía una semana, en donde el tema era generar ternura, y el ojiverde causaba mucha ternura con un jardinero verde agua y un buzo blanco, además le habían puesto mucho rubor rosa, e incluso en su nariz, se veía muy bonito. Esa foto en la que el chico reía con un oso de peluche, Draco la guardaba, ya que le encantaba.

Luego de ver las fotos, Malfoy no pudo evitar dirigir su mirada al cuerpo de Harry.

-¡No me veas así!- Exclamó Harry doblemente avergonzado, tomó las fotos y con un simple hechizo las quemó.

-Y... ¿También te dieron esas cosas?-Preguntó Draco, ya que siempre le daban la ropa que modelaba.

-¡MALFOY! Por Merlín, no, las rechacé- Harry suspiró de nuevo-¿Las querías tú?

-Que cosas dices Potter, no.- Draco se ruborizo levemente y trató de no mirar a Harry en general.

Luego de un momento incómodo, en donde la tensión era palpable en el aire, el rubio recordó la visita de Sophia y le comentó al pelinegro lo sucedido en su tarde.

|| ○ ||
Holis!

Esa no me la esperaba ni yo, ahr.

Se supone que esté capítulo debería subirlo mañana (según mi yo interior(?)

Pero es que la historia llegó a las 500 leídas :") eso es muchísimo más de lo que esperaba, en serio muchas gracias, les quiero muchísimo por estar allí del otro lado♡♡♡

El derrumbe de la mansión Malfoy Where stories live. Discover now