—¡SOLTAME! ¡¿QUIÉN TE PENSAS QUE SOS?! ¡ESTE TRAJE CUESTA-

Las palabras del cliente son interrumpidas por el repentino movimiento del señor Jeon, quien delicadamente me empuja hacía atrás para ponerse adelante mío dándome la espalda, sujeta al hombre problemático de los hombros y lo obliga a sentarse con una facilidad increíble, y yo me limito a observar todo sin borrar la sonrisa de mis labios.

—¡¿Qué haces?!

—¿Sabe? Me importa muy poco lo que haya pasado, de la misma forma que no tengo intenciones de saber el precio de tu traje de payaso, ahora esto es lo que va a pasar, te vas a levantar, te vas a ir sin decir una sola palabra más y no vas a volver.

Ordena el señor Jeon apoyando una de las palmas de su mano sobre la mesa, la otra aún se encuentra en el bolsillo de su pantalón, mientras su cuerpo se inclina en dirección al cliente que lo mira completamente shockeado, los ojos de Jeon ni siquiera están puestos sobre mi y aún así son capaces de hacerme temblar levemente, si yo fuese otra persona justo ahora estaría aterrado de su expresión.

—¿O si no qué?

Pregunta el molesto cliente con las últimas gotas de valentía que le quedan.

—No me conviene decirlo en público por asuntos legales.

Una carcajada se escapa de mis labios en cuanto escucho esas palabras salir de lo suyos, observo como el cliente me mira pálido pero con enojo, el señor Jeon vuelve a poner en frente mío, indicándole en silenció que si se atreve a mirarme una vez más no la va a contar, finalmente toma su abrigo y se va a en completo silenció de la cafetería.

De inmediato escucho a Eunwoo suspirar de alivio mientras toma mis hombros con fuerza.

—Voy a contarle al abuelo Song.

Es lo único que dice mi compañero para correr dentro de la cocina e ir a la oficina de nuestro jefe.

—Que puntual, señor Jeon.

En cuanto esas palabras salen de mis labios puedo observar como una media sonrisa se dibuja en los suyos, gira su rostro en mi dirección y esta vez sus grandes y oscuros ojos me miran fijamente a mi.

—Odio llegar tarde, por cierto, buenas tardes, Jimin-Ssi.

Me saluda estirando su mano en mi dirección, lo observo por unos instante para finalmente corresponder su saludo, no me sorprendo ni un poco en cuando él lleva el dorso de mi mano a sus labios dejando un pequeño beso mientras sus ojos no cortan el contacto visual con los míos.

—Que elegante.

Le digo con puro sarcasmo en la voz logrando que una carcajada se escape de su garganta.

—Siempre encuentra la forma de burlarse de mi, Jimin-Ssi.

Afirma soltando delicadamente mi mano para mirarme con una ceja elevada, me rio levemente para finalmente morder mi labio causando que el trague saliva con dureza.

—Es muy fácil burlarse de las personas, señor Jeon, vamos voy a tomar su pedido aunque ya me lo se de memoria.

En cuanto digo esas palabras me doy vuelta lentamente sabiendo que sus ojos están pegados en mi, o mejor dicho en mi trasero, camino con tranquilidad hasta pararme detrás del mostrador justo en frente de la caja, mi nuevo cliente frecuente camina hacía mi con una sonrisa de lado mientras sus ojo se clavan en los míos con intensidad.

—Buenas tardes, bienvenido a Blue Coffe ¿Qué desea ordenar?

Mi usual saludo causa que una carcajada se escape de sus labios, apoya sus antebrazos sobre el mostrador y se inclina en mi dirección indicándome que tiene la intención de seguir hablando conmigo.

—¿Cuántas veces más tengo que venir para que acepte salir a tomar algo conmigo?

Su pregunta tan directa no me sorprende ni un poco, solo logra que la sonrisa en mis labios se haga aún más grande, aún más sarcástica, decido tomar la misma posición que él, apoyo mis antebrazos sobre el mostrador, me inclino en su dirección, nuestros rostros quedan a tan solo centimetros de distancia, tanto así que su aliento a menta es capaz de chocar con la piel de mis mejillas.

—Soy un chico difícil, señor Jeon, pero tengo que admitir que me gusto lo que hizo hoy, venga tres veces más y voy a aceptarle esa salida.

Le respondo causando que su sonrisa se haga aún más grande, realmente se piensa que gano y no es capaz de darse cuenta de que solo se esta metiendo más y más en un juego donde tiene la derrota asegurada.

—Entonces...el viernes, cuando termina su turno ¿Puedo pensar que nos vamos a ir juntos de acá a las siete?

Esta esperando una confirmación de mi parte y por supuesto que se la voy a dar.

—El viernes a las siete nos vamos juntos al bar que usted decida llevarme, le aviso que no me gustan los lugares elegantes.

Eso es todo lo que le voy a dar, una noche en un bar, y depende lo que pase veo si le doy un poco más, o finalmente acabo con él de un solo movimiento.

—Bueno saberlo, Jimin-Ssi.

Me responde mientras al mismo tiempo ambos nos enderezamos y nos miramos con sonrisas para nada honestas en los labios, él convencido de que va a ganar, yo seguro de que voy a hacerlo.

—Entonces...un café negro sin azúcar y una porción de tarta selva negra, esta vez invita la casa, fue todo un héroe hoy, señor Jeon.

Le digo con burla causando que el vuelva a reír con una carcajada sarcástica, se nota que no esta acostumbrado a que lo traten de esta forma, pero algo me dice que solo porque soy yo me lo permite, y no solo eso, también le gusta, por ese motivo me mira de esa forma, como si mi quisiera saltar encima justo ahora.

—Aunque si considero el beso en mi mano...diría que se sienta identificado con un príncipe azul ¿Verdad, señor Jeon?

Observo como la sonrisa en su rostro se hace más pequeña, acabo de tocar su orgullo, me doy vuelta empezando a preparar su orden con tranquilidad, se que sigue parado justo donde lo deje, noto su mirada en mi nuca, sigue detrás mío.

—Hace tiempo deje de ser uno, Jimin-Ssi, a mi edad podría decirse que soy un rey, eso significa que se hacer más y mejores cosas que los príncipes azules de tu edad.

Una carcajada se escapa de mis labios, giro mi rostro en su dirección, nuestros ojos se encuentran una vez más, su sonrisa me hace saber que esta completamente satisfecho con lo que acaba de decir y debo admitir que yo también.

—Espero que el viernes me las enseñe.

Le respondo para volver mi vista al café sintiendo como rie a mis espaldas, finalmente termino la bebida caliente, la pongo sobre la bandeja bajo su atenta mirada, tomo las pinzas y sirvo en un plato la porción de tarta, agarro la bandeja con la orden completa y me dirijo a la mesa en la que se sienta siempre a pasos tranquilos, sabiendo que él viene detrás mío.

Al llegar a la mesa dejo primero el café con delicadeza y luego la tarta, apoyo la bandeja sobre mi abdomen y me giro en dirección al señor Jeon, en cuanto lo hago noto que esta parado a solos centímetros de mi, mirándome con sus ojos que hasta ahora son los únicos capaces de intimidarme minimamente, no es alguien normal, eso lo supe desde la primera vez que lo vi.

—Disfrute su café, señor Jeon.

—Como siempre, Jimin-Ssi.

Le voy a dar lo que yo quiere, de la forma en la que se me antoje, en el momento en el que se me de la gana ¿Quién tendrá menos paciencia, él o yo?

__________

BUENOOOOOOO hasta acá por hoy.

Mañana actualizo Rain seguramente.

Tkm very muchou 💛














Closer [Kookmin au] 📘Where stories live. Discover now