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Namjoon no sabía que decir, talvez cualquier cosa que dijera empeoraría la situación, solo agachó la mirada mientras su mejilla izquierda ardía por el golpe recibido.

-¿Cómo pudiste atrévete a algo así?- dijo ya limpiando sus lágrimas, no dejaría que nadie lo viera llorar.

-Jin, déjame explicarte, no es lo que parece créeme- dijo Namjoon tratando de acercarse a su Omega.

-No te lo digo a ti- dijo dando media vuelta y viendo de frente a la Omega que no parecía estar arrepentida.

-Yo no pienso decir nada para desmentir esto, es lo que se vio y nada más- dijo Hye-jin sin pena alguna.

-Y yo no soy un ingenuo que cree a la primera persona que te ve de manera hipócrita- dijo Seokjin mientras se acercaba a ella ferozmente.

-Lo creas o no tú no debiste ser el rey, no eres más que un Omega sin ningún talento- escupió palabras que no parecían afectar al omega.

-Yo no tengo porque dejar que me afecten las palabras de alguien tan insignificante como tú, soy un rey y nací para ello, aún si Namjoon no hubiese aparecido yo sería Rey, porque está en mi sangre, en cambio tú solo eres una simple noble sin ningún título más- dijo haciendo que ella se encogiera en su lugar.

Hye-jin temió pero sus palabras seguían saliendo como una firma de su propio destino.

-Si me besó es porque no te ama como dice- antes de que pudiera seguir Seokjin le propinó también una cachetada que hizo que gire la cabeza mirando de lado.

-No me importa, si tanto estás dispuesta a amarlo hazlo, pero de ahora en adelante Namjoon perderá todo, si estás dispuesta a perder todo junto a él hazlo, porque me encargaré de que quedes en la miseria tal y como está tu dignidad- dijo mientras se alejaba de ambos.

Namjoon no sabía que decir, Seokjin era su vida, su todo, sin el su mundo no tendría sentido.

-No tienes derecho alguno para provocar algo así, solo eres un Omega marcado por el rey, el puede dejarte si así lo deseas- dijo Hye-jin sobando su mejilla.

-TENGO TODOS LOS DERECHOS PORQUE LLEVO EN EL VIENTRE A SU HIJO Y HEREDERO!!!- gritó el Omega dejando atónitos al alfa y Hye-jin.

Namjoon quedó perplejo ante tal afirmación, sería padre y se enteró de la peor manera posible.

-Vete antes de que quite todos tus derechos en el palacio y tengas que ser echada del palacio por los guardias- dijo Seokjin -y no olvides que yo cuido lo que es mío, atrévete a hacer algo de nuevo y no serás nada más que miseria y vergüenza.

Acto seguido Seokjin vio como la Omega se marchaba maldiciendo y claro con mucho temor, pues era la primera vez que veía a un Omega tan temible, Seokjin suspiró cuando Hye-jin se marchó, dió media vuelta para ver al alfa y después irse pero los brazos de este lo detuvieron apresando su cuerpo.

-Déjame, no quiero verte- dijo algo molesto.

Seokjin había estado en la puerta escuchando todo desde un inicio y supo que Namjoon jamás lo dañaría, pero dejar que una mujer como ella lo bese le molestó (le dió celos que no admitirá), por eso no quería ver ahora al alfa.

-Dime que es verdad Jin, ¿estamos esperando un hijo?- dijo hundiendo su rostro en el cuello del Omega.

Seokjin se tensó en ese momento, no estaba pensando bien cuando lo dijo y contó algo tan importante de una manera muy mala.

-No lo sé, pregúntale a Hye-jin, parece que ella sabe todo- dijo tratando de soltarse de aquel agarre.

-Por favor amor, no me hagas esto, te juro que ella fue la que me besó, debí dejarla caer sin importarme nada, fui un tonto- dijo rogando el alfa.

-No me importa, no quiero verte ahora y si, estoy embarazado- dijo y esta vez logró librarse del agarre saliendo del lugar y dejando a un alfa alegre, triste, frustrado y emocionado a la vez.

Bajo orden de Namjoon Hye-jin debía volver a occidente, ya no sería la representante directa y solo iría como traductora, se fue luego de recibir un sermón por parte de Jimin quien no dudó en insultar la por si quiera pensar en meterse entre Namjoon y Seokjin.

"Ellos jamás dejarán de amarse" dijo y Hye-jin lloró, pero tampoco estaba dispuesta a quedar en la ruina.

Mientras que Namjoon estaba frente a las puertas de su habitación tratando de entrar, pero sus propios soldados le negaban la entrada por orden del Omega, y así como lo dijo el mismo, los deseos de Seokjin eran órdenes.

-Jin por favor hablemos, quiero que no haya malentendidos y problemas entre nosotros- dijo siendo mas suave de lo habitual.

Cabe destacar que los pobres soldados se sentían muriendo por la temible mirada del rey, pero Namjoon sabía que se lo merecía y no usaría su poder para entrar sin consentimiento de Seokjin.

-No quiero verte- se escuchó desde dentro, las únicas palabras que escuchaba.

-Quiero verte, déjame compartir la alegría que me diste con la noticia- dijo ya un poco rendido.

Un "déjenlo" se escuchó y los soldados se retiraron, se habían quedado por orden de Seokjin pero aún así ver al rey les hacía temblar de miedo.

Namjoon vio a Seokjin en la terraza y fue a él y se arrodilló para besar su vientre, pequeñas lágrimas salieron pues pensar en ser papá le llenaba de ilusión.

-Perdón- dijo el rey.

-¿Porqué?

-por ser un ingenuo y dejar que ella me besara.

-esta bien, estuve desde que ella entró y escuche todo- dijo acariciando el rostro del alfa -¿Te duele?

-Me lo merezco, eso no importa.

-Pero aún así me decepcionaste.

-Dime que hacer para que confíes en mí- dijo el alfa y Seokjin sonrió como si eso fuera lo que esperaba.

-quiero una alpaca- dijo Seokjin viendo cómo Namjoon levantaba la mirada algo extrañado -si no es eso no pienso hablarte más.

Te Encontré [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora