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La tía Sihyeon recibió a Beomgyu con un cálido abrazo, lo llenó de besos y piropos, como que era el sobrino mas lindo y el más fuerte, y el hijo que nunca había tenido.
—Woonie se ofendería. — comentó la señora Choi, con una pequeña risita.
—Jungwoo es un cobarde. — dijo la pelinegra. — Cree que no me doy cuenta que está saliendo con su "mejor amigo" Dongpyo y en vez de salir del armario hace bromas homosexuales. — Sihyeon rodó los ojos.
Deseaba que su hijo tuviera la valentía para ser tan feliz y tan libre como Taehyun y Beomgyu.
En la cena hablaron de todos los temas, menos de su salud, y eso alivió bastante a Beomgyu, quien no podía evitar reír por las anécdotas de su tía.
Fue a la cama con una sonrisa, y estaba decidido a cambiarse su ropa por el pijama para dormir de una vez por todas, pero el toque en la puerta lo tomó por sorpresa, aún con su remera pero con sus bóxers a la vista.
Se ruborizó completamente cuando los grandes ojos de Taehyun lo examinaron de arriba a abajo.
—Taeeeee. — se quejó.
—Bien, bien, privacidad. — dijo el pelirosa, entrando rápido al dormitorio y cerrando la puerta detrás de sí.
—No~, tú tam-bién a-fuera. — se quejó el pelirojo, quien no quería que ni su novio viera su cuerpo.
Era algo que Taehyun nunca había entendido, el cuerpo de Beomgyu era más que atractivo, bien trabajado pero delicado gracias a la danza, con músculos bien definidos y unas curvas que podían volver loco a cualquiera.
Pero aún así, Beomgyu tenía vergüenza de mostrarlo.
Ignoró completamente las quejas del pelirojo, se acercó a él para tomar su cintura, pegando sus cuerpos, haciendo que un pequeño suspiro surgiera de los labios de Beomgyu.
Taehyun sonrió de lado, antes de juntar su rostro con el del pelirojo, besando sus labios de forma lenta y profunda.
El pelirrojo avanzó lentamente, sin hacerlo totalmente a propósito, hasta que la cama trabó sus pasos.
Beomgyu separó el beso para sentarse sobre las sábanas, tomó la remera de Taehyun para tirarlo hacia él, el pelirosa se acomodó sobre su cuerpo.
—E-Está tu familia. — murmuró Taehyun, sintiendo su entrepierna comenzar a doler.
Lo había iniciado, pero no creía que llegarían a eso.
—En si-lencio. — murmuró Beomgyu, su pequeña y pícara sonrisa hizo a Taehyun preguntarse dónde había quedado el inocente chico que minutos atrás le había pedido que se vaya para poder cambiarse.
Y es que Beomgyu ya se sentía más despierto.
Necesitaba una distracción, un desahogo, y la última vez que había tenido al chico dentro suyo la había pasado más que bien, y en serio se había olvidado de sus problemas.
Esperaba que funcionara de nuevo.
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chale BeomGyu, TaeHyun te pegó lo hormonal
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