; 𝗟𝗢𝗨𝗗² ─ taegyu )

ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ᴇɪɢʜᴛᴇᴇɴ

—¡Hola, cuñado!

Taehyun frunció el ceño, pasó su mirada del sonriente joven castaño hacia su hermana, quien rió como una niña.

¿Qué mierda le pasaba a Yuna?

—¿Te vas a subir o no?

Escuchó la puerta destrabarse y subió a la parte de atrás de la patrulla.

—¿Por qué te robaste el auto de tu trabajo?

—Porque puedo. — respondió la peliplata, encogiéndose de hombros.

—¿Cómo has estado Taehyun?— preguntó Hueningkai con una sonrisa amable.

—Bien. — asintió, sonriendo forzadamente al castaño. — ¿Cómo es eso de cuñado?

—¿No le dijiste?— Hueningkai miró a Yuna, sin dejar de sonreír.

El rubio se preguntó si al chico no le dolería la cara de sonreír tanto.

—¿Decirle qué?— preguntó su hermana, sin despegar la vista del camino.

—De que somos...

—¿Somos? ¿Somos... Qué?

Taehyun rodó los ojos, acomodándose en el asiento trasero.

Entre Yeonjun al teléfono y aquellos dos, no sabía qué podía ser peor, pero sí que prefería estar acompañando a Beomgyu con su tarea o durmiendo.

—Nunca me pediste ser nada. — dijo Yuna. — No somos nada.

—Bi-Bien... ¿Quieres ser mi... novia?

—Claro. — dijo la chica con simpleza.

Taehyun rodó los ojos con fastidio.

No supo hasta cuándo estuvieron así, pero al llegar al centro y estacionar la patrulla, Taehyun comenzó a ver los locales de alrededor en búsqueda de algo que pueda ser un regalo decente.

Vió un montón de locales de ropa, y no pudo evitar ver en las librerías los bonitos cuadernos, aunque negó para despejarse de la costumbre cada vez que veía uno.

—¿No tienes ni idea que le pueda gustar?

Taehyun miró a su hermana un momento.

—Sé todas las cosas que le gustan, es que no encuentro nada que... Este a su nivel, que valga algo de lo que merece, ¿Me explico?

Vió a Yuna morderse el labio para ocultar una sonrisa.

—Eres un cursi. — dijo, y no pudo evitar reír un poco.

—Púdrete.

—Ahí está mi hermano. — respondió la chica, con gracia. — Yo que tú, le compro algo que a todos les encanta.

Taehyun la miró, esperando a que continuara.

—Una cámara instantánea. — dijo la chica. — Así toda bonita, de color rosa-

—El amarillo me gusta más. — la interrumpió. — Es nuestro color.

Por primera vez en el día, había tenido una buena idea de qué regalar.

—Pero son muy costosas. — murmuró el rubio, con decepción. — No tengo tanto dinero para eso.

Desde que se había ido de la casa de su familia, Taehyun había vivido de algunos ahorros que tenía, y cuando se acabaron, Yuna comenzó a darle dinero, pero nunca le pedía demasiado, no quería aprovecharse.

—¿Por qué te preocupa el dinero si al final lo pagaré yo?— dijo la chica.

Taehyun negó.

—No, está bien, puedo pensar en otra cosa.

—Calla, la compraré igual. — dijo. — Como dices, Beomgyu se merece un lindo regalo, además, él me cae bien, no me molesta gastar en algo para él.

El rubio sonrió un poco, cálido por el gesto de su hermana.

Yuna tomó su brazo y comenzó a arrastrarlo, en búsqueda de la primera tienda de electrónica que apareciera.

joder YuNa, t amo 🛐