Epílogo

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Kaleo - Way down we go | Instrumental version with HOOK |

6 años después

Axel

Evan se me queda viendo y solo se alza el vaso pasándose de un solo trago el whisky.

—Ya veo porque mis tíos te repudian.

Me quedo callado viendo un punto ciego.

—¿Cómo pudiste hacerle semejante barbarie? Maldita sea Axel, ella pudo haber tenido un aborto espontáneo —me reclama viéndome como si no me conociera —Pensé que la amabas...

—La amo —lo corto —. Nadie entiende mi forma de amarla, pero lo hago.

—No lo haces.

—¡La amo!

Sin poder pensarlo, tomo a Evan por el cuello y él se defiende empujándome.

—¡Cálmate!

—¡No vuelvas a hablar de estupideces de las que no tienes una puta idea!

—¡No hace falta el seguir escuchando más excusas como para saber que eres un puto violador!

Me le voy encima, pero algo me detiene. El celular suena y yo lo dejo de lado para atender la llamada.

Es justamente quien pensé y es contundente a la hora de darme la información que he buscado por años.

Cierro la llamada y agarro las llaves camino al garaje.

—¿Qué pasó?

—Es hora de ir a Los Ángeles —sonrío encendiendo el motor —. Es hora de una reunión familiar.

Rebecca

—Su padre huyó cuando supo sobre ustedes. Él era un cobarde y eso es lo que tienen que saber.

No me gusta ser cruel con ellos, sin embargo, el no serlo haría más complicadas las cosas y como bien dijo un buen sabio:

"Los hijos son cadenas"

No quiero volverlo a ver simplemente porque lo odio.

Los siento mal, así que termino abrazándolos mientras ellos no dicen nada.

De repente dos brazos los toman a ambos, levantándolos en el aire a la vez que les hace cosquillas provocando que suelten en risas.

Washington los carga hasta la cama y los acuesta tratándolos con cariño, como si fueran...

Me quedo en una esquina y como cada noche desde que nacieron, él les cuenta un cuento de los comunes, ya que según él, mis cuentos no son adecuados para niños.

Cómo siempre, no tarda mucho en que se duerma y es que él tiene un don único con ellos y eso me gusta.

Me gusta esta tranquilidad que tengo, me gusta esto que estoy formando.

Washington me lleva hasta la cocina y mientras prepara algo de café, empieza a hablar conmigo.

—Rebecca no puedes hacerles eso.

—¿Qué hice? —pregunto mientras reviso lo de mañana.

—Se lo mucho que odias a Axel y eso no te lo juzgo porque sé que el cabron se lo merece —baja mi celular — Pero no me gusta el que hayas sido tan cruel con los niños ¿No podías inventar la típica excusa de que su padre fue militar y murió en el servicio?

—¿Y tratarlo como héroe durante el resto de mi vida? Nunca. Sabes lo que me hizo —tomo su mano buscando su apoyo —¿Estás abandonándome acaso?

No deja de verme y yo tampoco.

—Sabes que no podría hacerte eso.

—Puedes.

—No —niega —. Ellos son mis hijos y tú la mujer que amó. No les haría eso incluso si no estoy de acuerdo con tus decisiones.

Sonrío acortando el espacio entre nosotros.

—¿Me amas?

—Tú más que nadie lo sabes.

Me pongo de puntillas dejando que nos hundamos en un profundo beso que a él lo sume en el embrujo.

—Entonces mandemos a todos a la mierda y busquemos nuestra felicidad.

Esta vez él vuelve a besarme y yo no dejo de mostrar la sonrisa que él se esforzó por restaurar en estos años.

Si, realmente amo esta vida.

CONTINUARÁ

Love (En corrección)Where stories live. Discover now