Capítulo 25

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Resulta que me llevaba horrible con Ainara.

Si juntas a dos personas con problemas para comunicarse no esperes una amistad trascendental, con suerte pude preguntar cómo estaba y ella sólo respondió: bien.

Todo fue silencio después.

Sus ojos iban a cualquier lado menos a nosotros, pero era amistosa.

—Tengo problemas para comunicarme con otros, lamento eso.

Yo asentí.
—Está bien, no tienes que pedir disculpas.

Ainara habló inmediatamente luego de oír mi voz:
—Mi afección afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con otras personas, lo que causa problemas en la interacción social y la comunicación. El trastorno también comprende patrones de conducta restringidos y repetitivos.

Black sonrió un poco.
—Si bien no existe una cura, un tratamiento intensivo y temprano puede hacer una gran diferencia en la vida de muchos niños, como Ainara.

La niña que tenía la edad de Aidan nos sonreía de forma cálida, se sentía lejana pero dulce a la vez. Era un cariño que desprendía del cuerpo y te lo hacía sentir sin ni siquiera tocarte.

—¿Eres como yo?

Negué suavemente.
—Creo que tú eres única.

Aidan se acercó a ella lentamente.
—Nara, pregúntale.

—No quiero incomodarla.

—Oh vamos, es divertido ver cómo se les cae el falso semblante de tranquilidad. Luego podemos reírnos de ellos a sus espaldas.

Ése niño.

Ella miró mis zapatos y luego dio una rápida vista hacia todo mi cuerpo.

A penas vi sus ojos en mi cara porque bajó su cabeza rápidamente.

—¿Te gusta benjamín?

Aidan soltó una carcajada.

—Tú cállate, renacuajo.

—Contéstale gallina.

Arrugué mi nariz.
—¿Por qué preguntas eso?

—Cada vez que él se mueve o se acerca levemente a ti, tú te tensas. Diría que es desconfianza pero no te ves incómoda con él, más bien es nerviosismo hormonal.

Lo que me faltaba.

Aclaré mi garganta.

—Cuando Aidan se acerca a ti también te tensas ¿eso quiere decir que te gusta?

Ella sonrió mostrando sus dientes.
—Sí. Por eso creo que a ti te gusta benjamín, reaccionas de la misma forma que yo. Creí que era porque eras como yo y se te hacía difícil compartir con los demás, pero me respondiste esa duda hace unos minutos atrás, además tu comportamiento es confuso. La única alternativa que queda es que te guste él.

—Bien, eso incomoda a la gente. Ya hablamos de eso.-dijo Black mirando duramente a Aidan.—Dejen de usar a la gente como juguetes.

Ainara alzó sus cejas.
—No me respondiste, alekey.

—Si ya sabes la respuesta ¿por qué sigues esperando que salga de mi boca?

—Porque benjamín no lo sabe, él duda. Te mira los labios cada vez que hablas pero luego rechaza el contacto visual, se siente inseguro.

—Está bien, gracias por el momento incómodo aidan. Ahora podrán reírse a gusto.-intervino black.
—Mejor cuéntale cómo te cagaste los pantalones ayer porque no quisiste dejar de jugar en el computador.

𝐊Ą𝐎𝐒Where stories live. Discover now