Sobrenatural II: Proyecto omega

Capítulo 3: Confianza

Eric salió de su habitación, después de haberse quedado allí dos días sin salir. Apenas conocía el lugar pero se acordaba de como escapó la anterior vez junto al señor Ross. Sin embargo, esta vez quería huir pero no podía; no podía escapar de allí mientras tuvieran a su hermana, no se marcharía sin ella.

Intentó encontrar la sala donde la había visto pero no la encontraba. Thalia lo vió y corrió a abrazarle.

- Me alegro de que vayas mejorándote.

- Thalia... - Eric la apartó - ¿ me estás siguiendo ?

- ¿ Por qué lo dices ?

- Porque cada dos por tres me cruzo contigo... - y eso no era lo único que le preocupada, al parecer Thalia lo había traicionado en algún momento que él no recordaba aún - ¿ Sabes dónde está mi hermana ?

- Sí, lo sé - respondió - Ya sabía que querrías verla, pero procura no llamar la atención.

- ¿ Qué sucede ?

- Nada, simplemente que no te tendría que haber dejado salir - Thalia le sonrió.

Mientras caminaban por pasillos y subían escaleras, Thalia le explicó que le habían dado órdenes de dejarle a él encerrado en la habitación.

- Pero tú... - Eric se quedaba confuso.

- Eric...yo estoy de tu lado, no te iba a dejar encerrado ni en tus pesadillas - Thalia se detuvo junto a una puerta - Esta es la sala, entrémos.

La sala estaba bien iluminada, solo había una mesa pequeña con papeles y una camilla donde descansaba una niña pequeña. Eric se acercó y agarró la mano de la niña.

- ¿ Está durmiendo ? - le pregunta a Thalia.

- Algo así... - respondió.

- Está fría - Eric soltó la mano de su hermana - Es como si...

- Como si estuviera muerta, sin vida.

- ¡¿ Lo está ?! - Eric se estremeció, una sensación horrible recorrió todo su cuerpo.

- ¡ No ! Por suerte, no - Eric suspiró aliviado - Está en trance, algo parecido a un estado de coma; está pero no está.

- ¿ Despertará ? - Eric miró fijamente a Thalia.

- No sé lo que quieren de ella...

- ¿ Quieren ? ¡¿ La tienen así por su propio beneficio ?!

- Tranquilo, desde que perdiste la memoria yo he venido a verla todos los días.

Eric no podía permitir que le hicieran daño a su hermana; también agradecía que Thalia hubiera ido a verla todos los días.

Eric miró de nuevo a su hermana, una niña pequeña de nueve años que dormía en una camilla, con su pelo negro ondulado y su leve sonrisa inocente.

- No permitiré que te pase nada, Lucy - Eric la dió un beso en su pequeña mano fría.

Thalia y él salieron de la sala.

- ¿ Fox tiene algo que ver ? - preguntó Eric.

- Supongo...siempre tiene algo que ver.

- Tengo ganas de cruzarme con él para poder lanzarlo por una ventana.

- Pues claro...tu telequinesis - Thalia se había sorprendido - Fox es fuerte.

- Ya me he enfrentado a él antes...

- Pero dudo mucho que hallas visto todo su poder.

- Tienes razón, no he visto todo su poder, pero yo también soy poderoso - Eric vió como Thalia sonreía - Sino fuera así, no me habrían traído aquí.

- ¡ Tienes toda la razón ! - otra vez esa voz, el hombre estaba detrás de Eric.

- Señor... - Thalia se adelantó.

- Sé que te ordené que no le dejaras salir...precisamente te lo dije porque sabía que le sacarías.

- ¡ No soy un perro ! - Eric protestó.

- Lo sé - el hombre lo miró mientras sonreía - Puedes andar a tus anchas, no hay problema.

- ¿ Y si me escapo ? - Eric observaba al hombre.

- Mientras tu hermana siga así no te marcharás, no sin ella - el hombre se rió - Es curioso como las personas a las que queremos se convierten en nuestros puntos débiles - el hombre miró a Thalia, que agachó la cabeza para que Eric no la mirara.

El hombre se marchó y los dejó allí. Eric abrazó a Thalia, aunque él mismo no entendía del todo el porqué.

- Eric yo...no puedo evitar sentirme culpable - Thalia lloraba como si hubiera estado conteniendo las lágrimas desde hace tiempo.

- No te preocupes, confío en ti Thalia - Esa era la palabra que le había estado rondando a Eric por la cabeza desde que vió a Thalia; la confianza es algo que no se entrega a todas la personas, solo a aquellas que son especiales para uno mismo.

Una pequeña chispa saltó dentro de Eric, un recuerdo...