𝒞5

2.3K 243 14
                                    

𝕃𝕚𝕝y

Todos los días se hicieron una horrible escena que se repetía y se repetía.

Despertar, comer, estudiar, dormir.

Se sentía vacío, porque no tenía un sentido o una razón.

Fingir se volvió parte de mi rutina, ya me había acostumbrado.

-¿Estás bien?- Si, todo bien...

¿Por qué me empeñaba en decir a todo el mundo que estaba bien, cuando pocas veces en mi vida había estado tan mal.

Tal vez es que no quiero que la gente se preocupe, no quiero que tengan que lidiar con alguien como yo.

-Lily, ¿no vas a Hogsmade? -me preguntó Dorcas mientras se miraba una ultima vez al espejo.

-No, estoy cansada -dije desde abajo de las mantas.

-Es la primera salida del año -añadió Mary- ¿Enserio no querés ir?

-No, enserio.

-¿Quieres que te compre algo? -inquirió esta vez Alice.

-No tengo hambre.

-De acuerdo, adiós, Lily -se despidió Marlene, moviendo ligeramente la mano

Una a una, las cuatro chicas fueron abandonando el dormitorio de la torre Gryffindor, dejándome a mi sola.

Me levanté lentamente, arrastrando los pies mientras iba al baño.

Me miré en el espejo y pude notar que mis ojos seguían rojos e hinchados, como tantas veces los había visto.Llorar siempre había sido mi manera de desahogarme, desde pequeña.

Cada vez que Petunia me insultaba, o me ridiculizaba, mi única defensa era llorar:"¡Llorás porque sabés que es verdad, Lily! ¡Llorás porque quieres dejar de ser un fenómeno!"

Cada vez que me iba mal en alguna materia, mi única defensa era llorar:"No llores, Lily -susurró Marlene mientras me acariciaba el pelo-. Vas a poder mejorar la próxima"

Cada vez que algo nuevo pasaba, mi única defensa era llorar:"Lily, todo va a estar bien -murmuró mi padre con un sonrisa-, solamente vas a ir a un nuevo lugar, ¡vas a aprender magia!"

Toda mi vida había odiado con locura eso de mi, porque siempre había sentido que me hacía débil.¿Por qué, si me sentía mal, necesitaba expresarlo para que todos lo vieran?

Respiré profundo como me había enseñado mi mamá hacía mucho tiempo, con los ojos fuertemente cerrados.

Inspiro por cuatro segundos.

Exhalo por ocho segundos.

Inspiro por cuatro segundos.

Exhalo por ocho segundos.

Abrí los ojos con lentitud, para ver de nuevo a esa chica pelirroja de ojos verdes.

Para sacar el cabello de mi cara, lo até en una trenza. Rápidamente, un poco desesperada por salir de mi cuarto, me puse lo primero que encontré en mi baúl, aunque decidí salir descalza.

Bajé corriendo las escaleras, encaminada al lago, con la intención de despejar mi mente.Choqué con muchas personas en el camino, pero ni siquiera paré a decir perdón. Lo único que necesitaba era salir de ahí.

Al llegar afuera pasé corriendo por el árbol más grande de los terrenos. Bajo el, sentados con aire despreocupado, estaban los merodeadores.

Agatha Potter, como siempre, se encontraba jugando con esa snitch dorada, mientras Peter Pettigrew la miraba admirado. Sirius Black estaba acostado en el pasto, atrapado en una agitada partida de Ajedrez Mágico con Remus Lupin.

Corrí hacía el Lago, y hasta no estar junto al agua no paré. Me senté intentando recuperar una respiración tranquila y me estremecí cuando mis pies desnudos tocaron el agua fría, aunque de alguna manera era placentero.

-Hola -escuché que decía alguien al lado mío.

Agatha se había sentado conmigo, y se estaba sacando los zapatos para poder meter los pies en el lago.

-Hola -dije sorprendida ante su repentina aparición- ¿No estabas con tus amigos?

-Se acompañan entre ellos -replicó con simplicidad.

Volteé a ver a los muchachos bajó el árbol, quienes no parecían haberse percatado de la ausencia de una de sus integrantes, aunque supuse que si lo habían hecho, porque ahora Peter observaba a Remus y Sirius.

-¿Cómo te fue el otro día, cuando patrullaste los pasillos sola? -inquirió la  azabache con las cejas alzadas.

-Normal...

-Algo paso ese día -no era una pregunta, sino una afirmación.

-No fue nada...

-Tal vez parezco, pero no soy idiota.

No pude evitar soltar una risita al escuchar esto, aunque la muchacha no río conmigo.-¿Qué pasó ese día?

Sus ojos castaños me traspasaban, y de alguna manera me obligaban a seguir mirándola.

Abrí la boca para decir algo, pero ningún sonido salió de ella.

-Pero estás mal desde antes -dijo con el ceño fruncido- ¿Qué te está pasando?

Por alguna razón yo confiaba en que ella me apoyaría y que no le diría a nadie, ¿Por qué? ¡Ni siquiera éramos amigas!Respiré hondo y fijé mi mirada en el lago, abriendo la boca para decir lo que no quería...

-

Siempre quise dejar a alguien con intriga

* inserta risa malvada*

* inserta risa malvada*

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
𝐸𝑙 𝐴𝑚𝑜𝑢𝑟 𝐷𝑒 𝑀𝑒 𝑉𝑖𝑒 - Lily EvansWhere stories live. Discover now