Capítulo treinta.

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Despertó y estaba sudado, con lágrimas en los ojos, el corazón latiéndole desenfrenadamente y las manos temblándole involuntariamente. Buscó su celular entre la cama porque alguien lo estaba llamando.
Por alguna razón tenía una mala intuición, pero seguramente era por la pesadilla que acababa de tener. Había sido tan real que tenía miedo.

Al encontrarlo, vió en la pantalla un número desconocido. Frunció el ceño y atendió.

—¿Hola?

¿Harry...? Tienes que... Tienes...

—¿Quién habla? —preguntó adormilado.

Tienes que venir rápido...

—¿Lottie? ¿Qué sucede? —preguntó, saltando de la cama y colocándose las zapatillas.

L-Louis...

—¿Louis qué? ¡LOTTIE, ¿LOUIS QUÉ?! —preguntó, exaltándose. Estaba entrando en pánico. No, no, no.

Tuvo u-un accidente. Ven rápido al... al hospital, en el que trabaja t-tu madre. Creo que podría... él podría...

—¡¿Podría qué?!

—Harry, creo que podría morir.

[. . .]

Harry bajó del auto de Des a la velocidad de la luz en cuánto frenaron frente a la puerta del hospital. Su corazón estaba latiendo muy fuerte y unas lágrimas se acumulaban en sus ojos, impidiéndole ver bien. De repente el pánico que sintió en su pesadilla al caer, lo sentía allí mismo; estaba tan asustado que sentía que podría desmayarse en cualquier momento.

No había tanta gente de noche, por lo cuál pudo apurarse con facilidad. Ni siquiera esperó el ascensor, subió entre tropezones hasta el piso tres. Divisó a Lottie y Jay en unos asientos; Lottie tapándose la cara, con los codos sobre las rodillas y Jay mirando un punto fijo con los ojos hinchados y cristalinos.

—Charlotte...

—Oh Harry... Lo siento tanto... —lo abrazó con fuerza pero él no quería un abrazo, él quería respuestas. Intentó zafarse de su agarre, balbuceando preguntas que no lograba terminar. Se repetía que Louis no podía... No podía estar...

—¿Él m...?

—No —se apresuró a responder Jay, porque se notaba que Lottie no sería capaz de dejar de llorar—. Vino bastante grave, eso sí. Pero lograron detener el sangrado de su abdomen y... están enseyándolo porque tiene... varias fracturas. Aún no ha despertado. Los médicos d-dicen que... que podría entrar en estado de coma por el golpe en su cabeza.

—P-Pero...

—Va a estar bien. Es un niño fuerte.

Sin embargo, Harry no pudo calmarse. Ayudó a estabilizar el llanto de Lottie, pero internamente tenía cientos de preguntas y las respuestas que se le venían a la mente solo le provocaban ganas de llorar. 

Estuvo un rato en silencio, sentado entre ambas mujeres. Su padre y Palmer estaban en los asientos de en frente, no realmente afectados pero si bastantes preocupados. De repente, Harry se encontró con que había empezado a temblar. No sabía si por el frío que recorría el pasillo, por los nervios de saber si Louis estaría bien o una mezcla de ambos.

—¿Cómo... cómo fue que pasó? —comenzó a llorar al oír su voz quebrada. No podía pasarle algo así, no a Louis, no cuándo era la persona más buena que podría existir. Todo era tan injusto.

—Unos chicos que estaban en la calle de en frente dijeron que Louis cruzó corriendo. Antes solía hacer eso cuando estaba triste y no tenía a nadie para que le ayudara con sus cosas. Los chicos dijeron que... corrió y de un momento a otro un auto apareció y... Es un milagro que se haya salvado —susurró Lottie, limpiando sus lágrimas.

Eso no podía estar pasando. Eso no... Eso... Eso debe ser parte del sueño, sí, y en algún momento despertaría y llamaría a su novio y él estaría en su casa, a salvo. Sólo debía despertar, debía hacerlo. Despierta... despierta... despierta...

—Es mi culpa.

—¿Qué? Oh no, Harry, no es culpa de nadie. No tienes que...

—Yo me enojé con él por... algo totalmente absurdo y... y yo... permití que se fuera solo, aún sabiendo la posibilidad de que le ocurriese algo. Fui yo... yo provoqué esto, fue mi culpa, fue mi... Él no puede... no puede dejarme.

—Él no va a dejarte, Harry.

—Él no puede hacer esto...

—Louis va a salir adelante y va a estar bien. Él va a estar completamente bien. Harry, mírame —Lottie lo tomó de los hombros y lo sacudió levemente para llamar su atención—. Te lo juro.

Harry mordió su labio y asintió varias veces, sin embargo no pudo ser capaz  de convencerse a sí mismo de que todo estaría bien. Quería romper a llorar ahí mismo, pero no armaría tal escándalo. No. Porque Louis iba a estar bien. Sí...

Una puerta a su costado se abrió y salió un hombre calvo, con lentes pequeños y rectangulares, mientras leía una ficha médica.

—La... familia del joven Tomlinson.

Harry se asustó más de lo que ya estaba.

[. . .]

Hola de nuevo. ¿Cómo están?

Es un capítulo corto también, pero meh.

Espero que no les esté aburriendo la historia, últimamente tuve bastante inseguridades sobre esto ;-;

Gracias por leer

Mi adorable lector - [Larry]Onde histórias criam vida. Descubra agora