14: Regalo.

1K 82 19
                                    

JEAN

Completaba los informes sin problema, leyendo rápidamente y llenandolos. La mayoría eran permisos para llevar cosas a cabo, o archivos de Armin preguntando si tiene sugerencias ante algunas circunstancias de Paradise.

- ¿Qué es eso? - pregunto Mikasa curiosa.

- Un permiso de la creación de ferrocarriles en Paradise. - sonrió - Ya tienen todos los materiales, falta mi firma.

- Oh, eso es genial. - dijo para luego volver a tejer en silencio.

Debido a la llegada de inmigrantes a Paradise, y viceversa, cada día se buscan nuevas reformas para que todos estén a gusto y la xenofobia pare. Cada día la isla estaba en mejores condiciones, estábamos explotando nuestras materias primas y vendiendolas o cajeandolas favoreciendo a todos. A pesar del tratado de paz, aún se oyen manifestaciones de personas en contra de esto en Marley. Todos los pueblos sometidos al régimen de este fueron liberados y la gente que los odia no estaban para nada de acuerdo. También descubrí que incluso aquí hay personas en desacuerdo, cosa que nunca pude notar hasta el día que fui a la florería junto a Mika. Esto podría creer bastantes disturbios, demasiados. Incluso aún se siguen creando mejorías en armas, todas dispuestas a ser utilizadas para defendernos en caso de un ataque. Quisiera creer que ese día jamás llegaría, que el tratado se cumpliría al pie de la letra; pero si siguen creciendo las ideas de los Jaegeristas no creo que eso pueda llegar a ser posible.

Pienso yo que Historia ya está enterada acerca de estas circunstancias. Quiero creer que esta buscando una solución acertada a todo. Una que pueda lograr que todos sigamos viviendo en paz, no esta en mis planes ser enviado a una guerra nuevamente para salvar la humanidad. Me canse de pelear, me gustaría firmar papeles toda mi vida.

- Iré a comprar. - avisé acomodando mi camisa.

- Compra té y azúcar, ya no queda. - sonrió ella. Asentí para luego salir de la casa.

¿Qué podría regalarle a Mikasa? No hay algo que pueda llamarme la atención aquí, y todas las cosas interesantes estaban en Marley. Ya tiene bastantes libros y plantas, las joyas no es algo que le interese tener, no se cual es su gusto en ropas, perfumes ya tiene. Carezco de ideas.

Gratamente el supermercado quedaba a dos cuadras de la casa, asi que no tarde mucho tiempo en llegar. Seleccione los elementos necesarios para realizar unas buenas hamburguesas. Niccolo había sido un buen profesor de cocina para todos. Ya con las bolsas llena de productos, salí del local. Revisaba las bolsas para saber si estaba todo lo necesario, cuando sentí a alguien cayéndose contra mi. En un rápido movimiento tomé la cintura de la muchacha evitando que los dos nos caigamos.

- ¡Disculpa! - dijo eufórica girando su cara. Quite mis manos de su cintura cuando pudo pararse por si misma.

- No pasa nada, tranquila. - respondí tomando la caja de saquitos de té que se me cayó al piso - ¿Necesitas ayuda? - consulte viendo como había cantidades de telas esparcidas por el suelo.

- Por favor. - susurro intentando recoger cada pedazo. Me agache y abrí las bolsas de ella, donde rápidamente las llenamos con todos sus elementos - En serio, perdóname. Soy una bruta, no me di cuenta por estar apurada así podía seguir cosiendo.

Sus cabellos rojizos se colaban ante su vista, y los aparto rápidamente mostrando unos ojos color miel. Tiene pocas y sus labios rosados.

Después de todo [Jean x Mikasa]Where stories live. Discover now