Capítulo 8: Realidad y Ficción

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"Seré breve, estoy escribiendo esto en los casilleros. En unos momentos seguiré con otra práctica, esta vez en algo así como un simulador, por lo que me dijo Aika.

Charles, Paula y compañía ya se habían ido para cuando desperté. Aunque confió en que les irá bien y regresarán sanos y salvos, el miedo de perderlos no me dejo dormir... Espero que eso no sea problema en lo que vaya a hacer hoy"

- Cameron Wells

Era un nuevo día en el continente africano

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Era un nuevo día en el continente africano. Los rayos del sol mañanero rebotaban en los edificios en ruinas e iluminaban al poblado de máquinas rodantes. Todo estaba relativamente tranquilo para los habitantes, empezando el día con provecho. En una de las maquinas más grandes, un hombre se asomó por su ventana y sacudió el polvo de una alfombra, cuyas partículas de tierra se las llevaba el fresco viento costero.

El hombre levanto la mirada a la playa solo para ver a un sin fin de carpas y puestos de mando militares, así también como al imponente portaaviones USS Saratoga. En eso, escuchó el zumbido de unos propulsores, volteo arriba y vio a una aeronave sobrevolar la maquina. La siguió con la vista hasta que esta aterrizo en el portaaviones.

La aeronave apagó sus motores, un soldado abrió una de las puertas y salió a la cubierta del buque. Este se volteó y ayudo a la Dra. Chappelle a bajar del transporte, seguida de Charles. Este ultimo dio unos pasos adelante para admirar la inmensidad del portaaviones. El USS Saratoga era en verdad colosal, tanto así que parecía un aeropuerto flotante. El navío también tiene sus años, siendo uno de los pocos que sobrevivieron a la guerra décadas atrás y que a logrado eliminar a gran cantidad de monstruos durante su vida en altamar. Charles veía a las filas de cazas de combate alrededor de la pista y al innumerable personal que iba de un lado a otro.

El hombre de abrigo gris caminó hasta las orillas del buque para ver a quien sería su anfitrión en esta misión, medio sumergido en el agua: El Gotengo. Dicho transporte era un submarino que era casi tan largo como el USS Saratoga, haciéndolo el sumergible más grande jamás construido. Aparte del tamaño y de las torretas en el casco, el Gotengo parecía un submarino convencional, pero lo más llamativo es que la nariz era un enorme taladro. Charles lo veía con curiosidad, pensando en su posible uso.

—Vaya bestia, ¿No? —dijo Paula a su lado.

—Quien diría que tenemos nuestros propios monstruos —dijo Charles.

— ¿No te había quedado claro con Mecha-G? —expresó Paula. Charles solo le sonrió. Ambos caminaron por la orilla de la pista hacía el lugar más cercano para bajar del portaaviones, mientras más transportes y personal arribaban al lugar.

— ¿Crees que ella este bien? —preguntó Charles.

—Claro que sí, está segura en el complejo. Si hay alguien quien debe preocuparse, es ella, no tú —respondió Paula mientras cojeaba con el bastón.

Godzilla: End of TimesWhere stories live. Discover now