El padre de mi mejor amiga

Capítulo 37

Narrado por Ezra:

Estoy frente al departamento de Ilaria, toco varias veces la puerta de Lili hasta que por fin esta se abre ante mí dejándome verle

—Hola—Me saluda trepándose a mi boca

Sus suaves labios chocan contra los míos dejándome saborear la dulzura de su boca

—¿A dónde iremos?—Me pregunta bastante curiosa

—Ya me lo has preguntado cinco veces—Finjo enojo

—¡Lo siento señor malhumorado!—Se burla—Pero creo que debo saber a donde vamos para escoger la ropa que me voy a llevar

—Lleva al menos un abrigo—Le digo mientras me siento en un sillón

Ilaria camina hacia mí y se inclina para volver a besarme

Podría estar todo el día besándola

—¿No hay ninguna forma en que me digas a donde vamos?—Me pregunta en un tono bastante seductor antes de pasar su boca por mi cuello

—No recordaba que fueras tan ansiosa cariño—Le digo—Y no va a funcionar lo que intentas

Lili se rinde y retrocede

—No recordaba que tuvieras tanta determinación—Se queja

La veo desaparecer en su habitación y los nervios nuevamente regresan, bien podría decirme que no, que no es tiempo y que debemos esperar más, o sencillamente rechazarme, mi mente empieza a divagar entre pensamientos pesimistas hasta que la dulce voz de Lili vuelve a llamar mi atención

—Estás muy distraído Ezra—Pronuncia a mis espaldas

Lili nuevamente se sienta sobre mis piernas y deja un suave beso sobre mis labios

—¡Ya estoy lista!—Me informa emocionada

Mi novia se levanta de mis piernas y me extiende su mano para que me levante con ella, salimos de su departamento y caminamos hasta mi auto, al subirse como de costumbre acomoda sus pies sobre la guantera dejándome una vista perfecta de sus piernas al desnudo.

Conduzco por un par de horas hasta llegar a mi destino, durante todo el viaje Lili estuvo tarareando todas las canciones de la radio por lo que ni siquiera notó cuando llegamos

—¿Dónde estamos?—Me pregunta confundida mientras veía por la ventana

Salgo del auto para abrir su puerta, tomo su mano haciendo girar su cuerpo quedando frente a mi

—Aquí quería traerte—Susurro antes de dejar un corto beso sobre su mejilla

Sus ojos se posan sobre la gran casa que tenemos en frente y comienza a caminar hacia ella

—Pasaremos el fin de semana aquí—Le explico

—Es una casa hermosa—Me dice—¿Es la casa de la que me hablaste cierto?

Asiento y tomo su mano para entrar en esta, Caminamos por el corto camino de concreto hasta llegar a la entrada, puedo notar como Lili mira sin disimulo en todas direcciones con una gran sonrisa en la cara

—¿En qué piensas?—Le pregunto mientras abro la puerta

—En que es un hermoso jardín—Me explica antes de volver a tomar mi mano.

Después de dejar nuestras cosas llevo a Ilaria a caminar, pasamos toda la mañana caminando por la zona, visitando tiendas y recorriendo la playa que en realidad está bastante cerca de la casa, cuando regresamos a la casa Lili comienza a desvestirse frente a mi