Capítulo 15

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Narrador omnisciente:

—Ya te dije que no, Alice—Le responde Ilaria un poco cansada ante la insistencia de su amiga

Ilaria toma asiento en el sillón frente a la chimenea a una distancia prudente de  Ezra y su amiga toma asiento al lado de su padre

—Papá dile que es buena idea—Le pide emocionada

—¿Qué es buena idea?—Pregunta al no haber oído nada de su conversación

Ilaria se pone nerviosa de que Ezra se vaya a enterar de las intenciones de su hija y evita hacer contacto visual

—Quiero que Ilaria salga con un amigo de Patrick, es muy guapo y no se ha cansado de enviarle mensajes que ella nunca responde—Le dice Alice con la mayor confianza

Una pizca de color sube a las mejillas de Ilaria que intenta ocultar poniendo una mano sobre sus mejillas

—Y si ella no quiere ir ¿Por qué insistes?—Dice intentando no sonar seco

Una pequeña pizca de enojo se posó en Ezra que inmediatamente transformo su semblante de apacible a molesto

—Porque es una buena oportunidad para ella de que conozca personas y salga papá—Responde obvia

—Si, pero el amigo de Patrick no puede ser más molesto sencillamente porque no lo intenta, es muy odioso y no tengo idea de porque me quieres emparejar a fuerza con una persona así—Se defiende Ilaria intentando salir bien librada de esa situación que solo era incómoda para ella

Su mirada se cruzó con la de Ezra y de inmediato notó el enfado en los ojos del mismo, intentó sonreír sutilmente y este se levantó marchándose

—Okey, si no quieres salir con Martín, está bien, pero algún día tendrás que comenzar a salir—Se rinde Alice

—Como digas—Ilaria se recuesta en el sillón

—Esta noche saldré con Patrick y pasaremos la noche en un hotel mientras que tú te quedas aquí a comer helado en pijamas mientras ves alguna comedia romántica en Netflix—Comenta Alice en un intento de regaño

—Uy si, cuanta envidia siento de ti y tus planes de follarte a tu novio toda la noche—Bromea Ilaria

Alice rueda los ojos

—¿Puedes prestarme tus tacones rojos para esta noche?

—Claro, puedes tomarlos cuando quieras

Alice se retira para cambiarse mientras que Ilaria se queda esperando la partida de su amiga para poder hablar con Ezra

Un atisbo de culpa se posó en ella, sabía perfectamente que lo que estaba haciendo no era correcto, sabía a la perfección como se tomaría Alice lo que comenzaba a surgir entre ella y Ezra, sabía que podía lastimarla, pero tenía la esperanza de que no se lo tomara mal, esperaba de todo corazón de que la vida por primera vez le sonriera y pudiera seguir con Ezra como hasta ahora

Después de una hora Alice sale de su habitación vestida con una blusa blanca de escote pronunciado, unos pantalones ajustados y los tacones rojos que Ilaria le había prestado, el cabello rubio de la chica caía suelto por sus hombros y llevaba los labios pintados de rojo, algo que muy poco solía hacer

—Te ves hermosa—Le dice Ilaria

—Piensa en lo que te dije, no es justo que tu ex se ande revolcando con media ciudad y tú todavía no hayas estado con nadie más

Alice se va sin decir otra palabra más e Ilaria de inmediato aprovecha para irrumpir en la habitación de Ezra, no se da cuenta, pero entra sin tocar y se lo topa en su cama con un libro en la mano, este al notar la presencia de Ilaria levanta la vista y deja el libro a un lado

—Alice va a pasar la noche fuera—Le dice emocionada

En el rostro de Ezra no se muestra ninguna expresión así que la chica se aproxima a él hasta quedar tan cerca que él se ve obligado a levantar la vista para poder verla a los ojos

—No deberías prestar tanta atención a lo que dice tu hija, ella siempre que ve a dos personas solteras las quiere hacer encajar a fuerzas—Le explica seria

—Pero tú no estás soltera—Responde tras un gruñido

—Pero ella no sabe eso

Los dos se quedan en silencio un momento, Ilaria se sienta sobre Ezra quedando los dos a la misma altura, entrelaza sus piernas en la espalda de Ezra y le da un beso en la mejilla

—¿Quieres salir y hacer algo?—Le pregunta Ezra posando sus manos en su cintura

Ilaria asiente lentamente y vuelve a darle un pequeño beso en la mejilla

—Quiero quedarme aquí contigo—Responde sonriente

—¿Sabes que puedes estar con la persona que tú quieres?, No es necesario que estés con un viejo como yo—Comenta después de un silencio incómodo

—Yo quiero estar contigo, y no hay forma en que me hagas cambiar de opinión

—No trato de hacerte cambiar de opinión, trato de asegurarme que esto en verdad es lo que quieres

—Te quiero

La chica se levanta de las piernas de Ezra y le extiende su mano para que él también se levanta y los dos salen del departamento en el auto de Ezra

—Vayamos a la libreria—Le pide

Narrado por Ezra:

Luego de unos minutos noto como la falda de Ilaria se levanta más de lo ''debido'' dejando ver sus largas y perfectas piernas blancas, la noto distraída y mientras empieza a tararear una canción, hace un movimiento leve dejando al descubierto su ropa interior.

Poco a poco mis hormonas empiezan a hacer de las suyas y empiezan a despertar el deseo.

—¿Tienes una erección? —Pregunta Ilaria desviando mis pensamientos pervertidos

Me avergüenzo de forma instantánea

—Tu falda—Le digo en susurro

—¿Qué tiene mi falda? —Pregunta extrañada

—Acomódala—Le digo sin mirarla

—Podemos detenernos, si así lo deseas—Dice sonriendo

Sus palabras no hacen más que alimentar mis ganas de desnudarle, llevo el auto hacia una calle casi solitaria, y lo estacione en un callejón oscuro.

Sin si quiera darme cuenta Ilaria se acomoda sobre mí y empieza a moverse provocativamente mientras roza nuestras partes. Acomodo el asiento para darnos más espacio y subo los vidrios del auto, Ilaria comienza a besarme con deseo y noto lo húmeda que se encuentra.

Comienzo a desabrochar todos los botones de su camisa y me detengo para acariciar sus pechos, son redondos y suaves, además de ser su punto débil, comienza a desabrochar los botones de mis jeans

Empiezo a repartir besos por su cuello hasta llegar a sus pechos, pongo mis manos en sus glúteos y empiezo a bajar su ropa interior por sus muslos, pero se me hace imposible gracias a la posición en la que nos encontrábamos, empiezo a desesperarme y las arranco de un tirón. Bajo mis pantalones dejando en evidencia mi dura erección y no puedo evitar introducir mis dedos en su vagina

Ilaria comienza a gemir de forma sutil durante unos minutos que de un momento a otro cesan, levanto mi cabeza para ver a que se debía y me sorprendo al ver que los callo con su mano

—Gime para mí—Le pido

—No podemos hacer ruido—Dice con la voz entrecortada—Ya hazme tuya

También siente deseo

Se levanta levente y entre sus manos toma mi miembro mientras poco a poco se deja caer sobre él, comienza con movimientos suaves torturándome lentamente.

—Más rápido amor—Le suplico

Lili hace caso a mi petición y comienza a moverse mucho más rápido llevándome poco a poco al éxtasis.

Ilaria regresa a su asiento y volvemos a acomodar nuestra ropa por como estaba antes y vuelvo a poner el auto en marcha

El padre de mi mejor amigaWhere stories live. Discover now