Capítulo quince.

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Esta era su oportunidad y definitivamente no lo arruinaría de nuevo. ¿Qué es lo peor que podría pasar? ¡Vamos! Lo peor sería que lo rechazaría, quizá se alejaría y... perdería su amistad. No, no debía comerse la cabeza con pensamientos negativos. Pero también debía considerar todas las posibilidades...
¡Carajo! Era tan confuso sentirse así. Sí, le habían gustado personas anteriormente, pero hay bastantes pasos de gustar a enamorarse, algo que no había experimentado... no hasta que llegó Louis a su vida.

Llegó cómo una luz en la espesa oscuridad para alegrarle el mundo y darle sentido a las palabras cursis. Llegó cómo un adorable adolescente, dueño de todas esas tontas sonrisas que provoca con su más simple y ordinaria existencia. Llegó y se quedó, convirtiéndose así en lo más importante, en su lugar seguro.

¿Cómo no quererlo? Louis era todo lo que estaba bien en su vida.

Tocó la puerta y una malhumorada Lottie le abrió. Llevaba una mascarilla verde limón y una toalla cubriendo su cabello.

—Está en su cuarto.

—Hola y... gracias —pasó tímido y subió las escaleras, directo a la habitación de Louis. Oyó que no estaba sólo en su cuarto, así que tocó antes de entrar.

—Pasa.

Harry asomó su cabeza, esbozando una amplia sonrisa involuntariamente.

—Hola —miró a la madre de Louis. Era la primera vez que la veía tan de cerca, en persona, y se sorprendió por los rasgos idénticos que ambos tenían.

—Hola Harry, ¿cómo estás? —ella revolvió sus rizos cariñosamente y él se sonrojó ligeramente.

—Bien, gracias —Jay dejó la habitación y Harry cerró la puerta trás él—. Hola idiota.

—Hola asqueroso.

Harry dió un mini salto y se acostó en la cama. Louis estaba sentado como indio, y Harry se acercó hasta recostar su cabeza en sus piernas.

—Compré dulces.

—Y yo tengo tres botellas de gaseosa. Genial, día de arruinar nuestro cuerpo —apretó una de las mejillas de Harry y dejó su mano sobre su cabello. Enredó y desenredó su índice con un rulo varias veces, mientras disfrutaban del cálido silencio junto al otro—. Te extrañé.

—Nos juntamos ayer.

—¿Significa que no pueda extrañarte? —empezó a rascar su cabeza suavemente, sonriendo atontado. Solo la presencia de Harry lo transportaba a otro mundo, a uno más cálido y lleno de paz—. Te extraño siempre.

—Admito que yo también...

—¿En serio?

—¿En serio qué?

—¿En serio me extrañaste?

—Sí, Lou. Te extrañaba mucho —suspiró—. Verte me tranquiliza. Fuera de eso, nunca me siento cómodo en ningún otro sitio.

—¿Ah no? ¿Y cuándo estás con Niall y no conmigo?

—Es diferente.

Mi adorable lector - [Larry]Where stories live. Discover now