¡𝓓𝓮𝓿𝓸𝓻𝓪𝓻 𝓸 𝓼𝓮𝓻 𝓭𝓮𝓿𝓸𝓻𝓪𝓭𝓸! 𝓟𝓪𝓷𝓲𝓬𝓸 𝓮𝓷 𝓮𝓵 𝓫𝓸𝓼𝓺𝓾𝓮

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-En caso de que nos separemos, no debemos confiar en nadie, aunque sea uno de nosotros -empezó el usuario de Katon.

-Tienes razón, el enemigo podría acercarse transformado, como ahora -coincidió el mayor, con un ladrido de su perro.

-Bueno, Kiba y yo tenemos formas de saber si son o no uno de nosotros, pero el olfato es fácil de confundir si sabes lo suficiente, y no creo que no haya ya una técnica para manipular la sensación del chakra de una persona dattebane -aportó la pelirroja.

-Debemos decidir una contraseña -concluyó Sasuke.

-¿Una contraseña? -el Inuzuka no esperaba eso, pero tenía lógica.

-Ya veo. En caso de que no digamos la contraseña correcta, debemos ignorar el aspecto, chakra u olor y pensar que es un enemigo. Bien pensado, Bakasuke -sonrió zorrunamente.

-Cállate Usuratonkachi -dijo con una vena en la sien- Sólo la diré una vez, así que presten atención. Preguntaremos por la canción ninja "Ninki", y la respuesta será: "Un gran número de enemigos no será un tormento. Sin escondites en un lugar sosegado, un shinobi debe esperar el buen momento, cuando el enemigo baja la guardia cansado." Eso es todo.

-De acuerdo -asintió la chica. Años de arduo estudio habían hecho maravillas con su mente, al punto de que podía memorizar casi cualquier cosa a la primera, con tal de poner atención.

-¿Puedes repetirlo? -dijo Kiba, abrumado por todo lo que dijo su compañero. Akamaru lloró un poco, tampoco había entendido.

-Dije que sólo lo diría una vez.

-Es difícil, pero Sasuke tiene razón. Alguien más puede oírla si la dice de nuevo -dijo ella, con doble sentido, que notó la ninja que los espiaba.- Debes aprender a memorizar las cosas rápidamente.

-¡Sí la recuerdo, Nozomi-chan! Simplemente era para asegurarme -mintió, con las mejillas rosas por la vergüenza.- ¿Verdad Akamaru?

-Yo llevaré el pergamino -determinó Sasuke, mientras se ponía de pie. La Uzumaki abrió los ojos, el chakra de uno de los intrusos se había acumulado, y estaba por lanzar un ataque.

-¡Esperen chicos!

Demasiado tarde. Una ráfaga de viento surgió de su derecha, azotándolos con gran fuerza.

-¿Más enemigos? -se preguntó Sasuke.

El ataque reveló al equipo de Kusa, y la chica rápidamente comandó a sus compañeros.

-Ustedes quédense descansando. Me encargaré de ellos sin ayuda. -dijo mirando el largo camino de tierra que había hecho con el jutsu.

Sasuke estaba agachado bajo un arbusto, con kunai en mano, cerca del rastro que dejó la kunoichi. Sintió una presencia a su espalda, y volteó rápidamente, encontrándose con su compañera.

-¿Nozomi?

-Sasuke -dijo la otra con precaución. Sentía el mismo chakra del Uchiha y era el mismo olor: madera de encina, quemándose lentamente. Aún así, no significaba que fuera su compañero.

-¡No te acerques! Primero di la contraseña -dijo sosteniendo un kunai frente a él- ¿Cuál es la canción ninja "Ninki"?

-"Un gran número de enemigos no será un tormento. Sin escondites en un lugar sosegado, un shinobi debe esperar el buen momento, cuando el enemigo baja la guardia cansado." -recitó sin dudar, más relajada cuando el pelinegro dijo la pregunta clave.

-Bien -dijo el otro bajando su arma. Justo después, escucharon una voz familiar.

-Eso dolió -dijo Kiba, avanzando hacia ellos. Akamaru ladró, corriendo a su lado- ¿Están bien chicos?

𝙐𝙯𝙪𝙢𝙖𝙠𝙞: 𝙚𝙡 𝙘𝙡𝙖𝙣 𝙚𝙭𝙩𝙞𝙣𝙩𝙤Where stories live. Discover now