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La respiración pesada te sacó de un sueño tranquilo. Estaba justo a tu derecha, abanicando tu oído y sonando inquietantemente familiar. Algo se colgó de su cintura, clavándose en su piel allí.
Cuanto más lo pensaba, más consciente se volvía de la fuerte presencia de alguien a su lado.
Con la mente todavía nublada por el sueño, dejas que tus ojos se abran. Tu primer instinto fue cerrarlos de nuevo, la luz brillante de la habitación ardía mientras tratabas de concentrarte en la persona que estaba a tu lado.
Durmió pacíficamente, su cabello aún más desordenado de lo habitual y su rostro luciendo años más joven. Era casi como si todas las líneas de preocupación de su rostro se hubieran desvanecido durante la noche.
Resistiendo el impulso de extender la mano y trazar las cicatrices que cubrían su rostro, dejas que tus ojos vaguen por el resto de la habitación. Debe haber sido por la mañana, la luz fuerte que entraba por las ventanas sin duda lo hacía parecer así.
A medida que sus ojos recorrían la habitación, podías ver a Peter y James durmiendo en las respectivas camas. Tus mejillas ardieron al darte cuenta de que debían haberte visto cuando vinieron a la cama. Dios, realmente no estabas de humor para considerar sus teorías.
Mientras dormía, Remus te atrajo hacia su pecho, suspirando con satisfacción. Deseaste más que cualquier otra cosa que la acción no hubiera hecho que tu respiración se quedara atrapada en tu garganta.
Volviendo a enfocarte en él, te diste cuenta de que debió encontrarte durmiendo en su cama anoche cuando entró. Hasta entonces no te había sorprendido lo brutalmente obvias que eran las cicatrices frescas en su piel expuesta.
Sentiste una punzada de culpa antes de que la ira burbujeara en tu pecho, él todavía no te diría por qué desapareció durante días.
Para ser justos, no era como si estuvieran juntos, no tenía que decírselo.
Suspirando profundamente, casi te rindes al tratar de justificarlo. Después de todo, era dolorosamente obvio que el resto de los merodeadores lo sabían, y no podías evitar sentirte un poco traicionada, ¿no era él tu mejor amigo?
¿O simplemente estabas demasiada apegado?
¿El enamoramiento que estabas albergando había convertido tu amistad en algo más, algo que solo tú sentías? ¿Te veía simplemente como uno de sus amigos? Uno que vio en clases, con el que habló, estudió, pero no más.
