𝗜𝗖𝗘 ━━ kei tsukishima

⠀⠀14. copa de china

Al aterrizar en Shanghai, lo primero que hicieron Leiko y Viktor tras instalarse en el hotel fue ir a la pista de patinaje. El día de antes al inicio oficial de la Copa de China podía utilizarse para entrenar y perfeccionar por última vez los programas antes de hacer la actuación definitiva, y ni Leiko ni Viktor querían desaprovechar esa oportunidad.

Durante todo el entrenamiento de ese día dividió su atención en dos: por una parte estaba su programa corto, el cual practicó ese día hasta la saciedad; y por otra parte estaba Tsukishima, se preguntaba cómo estaría, y cómo le habría ido en su primer día del intercolegial.

Cuando Leiko regresó al hotel después de ese largo día de entrenamiento junto a Viktor, se lanzó a la cama de su habitación sin quitarse la ropa y sin cenar. Puso su alarma a las ocho de la mañana, a las once empezaría la primera parte de la competición, los programas cortos.

Esa noche soñó con Tsukishima, no sabía por qué, pero Kei había cogido una de sus manos y entrelazado sus dedos con los de ella. Se sintió muy bien, tanto, que de la felicidad que eso le provocaba empezó a balancear sus manos hacia adelante y hacia atrás dando pequeños saltos de alegría. Al despertar, tenía las mejillas levemente sonrojadas y una sonrisa enorme en su rostro, incluso una pequeña lágrima cayó por su mejilla, pero estaba segura de que era una lágrima de felicidad.

—Buenos días Leiko —dijo Viktor sonriente cuando vio a la chica entrar en el comedor del hotel y acercarse a su mesa—. Te veo muy animada.

—He dormido genial esta noche y —antes de que pudiera terminar, Viktor la interrumpió.

—Soñaste con Tsukishima —Viktor apoyó su cabeza sobre su mano, con una sonrisa encantadora. Había olvidado la última vez que vio a la chica tan contenta y animada, sabía perfectamente que desde la muerte de su padre todo en la vida de Leiko se había venido abajo, ni siquiera estando con Oikawa se le veía tan feliz como ahora.

—Sí —suspiró sonriente—, espero que le estén yendo bien los partidos.

—Ayer ganaron contra Tokonami y contra Dateko, estuve hablando con su entrenador —respondió Viktor tomando un sorbo de su café—, hoy les toca contra Aoba Johsai si no entendí mal el nombre del equipo.

—¿Desde cuándo hablas con el entrenador Ukai? —preguntó Leiko confundida—. ¿Tengo que avisar a Yuuri?

—No es necesario, el entrenador Ukai también tiene a alguien ya —respondió Viktor soltando una pequeña risa—. Además, ya sabes que yo a Yuuri nunca le haría daño.

Levantó su mano derecha dejando ver el anillo de compromiso que envolvía su dedo anular. Con una sonrisa genuina miró a Leiko de reojo y volvió a mirar a su desayuno. Leiko soltó una pequeña risa, le emocionaba mucho la idea de que su entrenador y uno de sus mejores amigos fueran a casarse. Aún no tenían nada decidido, pero tenían muy claro que tarde o temprano terminarían casándose.

—Espera, ¿has dicho Aoba Johsai? —preguntó Leiko asimilando la información que Viktor le había dado hacía un minuto. Al estar recién levantada no era muy consciente de lo que pasaba a su alrededor. Viktor asintió respondiendo así a la pregunta de Leiko—. ¿Crees que pueda hacer una llamada?

—¿Quieres hablar con ellos? Quizá ya hayan empezado a jugar, Leiko.

—Si no les llamo no podré comprobarlo —dijo cogiendo rápidamente su teléfono y tocando en el contacto del entrenador Ukai, era imposible que los chicos tuvieran sus teléfonos si estaban calentando, eso les distraería. Pero el entrenador Ukai era más probable que lo tuviera a mano. Llevó su teléfono a su oreja y escuchó los tonos.

Sonó una vez. Otra vez. Y otra. Por un momento pensó que ya había apagado el móvil y que el partido había comenzado, pero cuando estaba a punto de colgar, el profesor Takeda respondió al otro lado del teléfono.