[1] Invasión

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En el Océano Pacífico, junto a la costa asiática, un galeón transportaba en su bodega toneladas de monedas destinadas al Reino de Corea. Además de la riqueza en plata, el navío también transportaba un gobernador y sus dos hijos. Algunos oficiales de la Marina Real participaron en el viaje de vuelta a casa para garantizar la seguridad de una de las familias más importantes de Corea.

El viaje estaba en su cuadragésimo día y todos estaban cansados y aburridos, rodeados solo de agua, sin nada que hacer. Pero entre ellos había un Omega que estaba disfrutando del viaje, porque a diferencia de todos los que estaban a bordo, amaba las historias que involucraban el mar, especialmente sobre piratas. Curvado en la proa, Park Jisung observó cómo el barco disminuía la velocidad a medida que llegaba la noche.

El comandante de la embarcación pensó que era más seguro reducir la velocidad durante la noche, debido a la poca visibilidad que habría, y así sería más fácil evitar que el galeón chocara con cualquier otra embarcación.

—¿Has pensado cómo sería vivir en alta mar? —Le preguntó Jisung a su hermano mayor, quien le hacia compañía en todo momento durante el viaje.

—Incómodo, insalubre y peligroso. —El mayor respondió, un poco más lejos de la proa: —Por favor, Jisung, baja de ahí y aléjate para que no te caigas.

Jisung se alejó de la proa y se volvió hacia su hermano:

—Sería fascinante. —Suspiró. —Se cuentan muchas historias sobre alfas valientes, que navegan por los mares en busca de tesoros.

—Querrás decir, bandidos. —Corrigió el hermano mayor, haciendo que Jisung resoplara rodando los ojos. —La piratería no es como dicen en tus libros de romance, Jisung. Los piratas son Alfas y Betas, bárbaros y crueles-...

—Mal interpretados. —Jisung lo interrumpió. —Es obvio que los oficiales de la Marina difundieron historias exageradas sobre esos Alfas. —Se quedó callado un rato, mientras su hermano lo miraba aún incrédulo. —Me gustaría conocer un barco pirata y unirme a la tripulación.

—¿Estás loco? Si papá te escucha decir eso, te dejará castigado hasta que te cases.

—No quiero casarme, Jimin. —Se lamentó, cruzando los brazos. —Quiero ser pirata.

—¡No digas tonterías! —Lo regañó Jimin en voz baja, para no llamar la atención de los marineros que trabajaban en cubierta. —Un buen Omega debe casarse y darle hijos a su Alfa. Formar una familia y llevar una vida tranquila y pacífica.

—Dime la verdad, hermano. ¿Estás satisfecho con ese compromiso? ¿De verdad quieres casarte y llevar una vida planificada por otros? Casarte sin amor.

Jimin suspiró mirando a su izquierda. Dudó antes de responder:

—El comodoro Choi es un Alfa de buena familia.
Estoy absolutamente seguro de que seremos muy felices juntos. Y en cuanto al amor, aparece con el tiempo. —Dirigió su atención al más joven: —Te aconsejo que pares con esas ideas vulgares, nunca conseguirás un buen matrimonio si continúas con esos pensamentos absurdos.

Jisung suspiró con tristeza. La conversación no profundizó en ese asunto, y pronto fueron llamados al camarote, para comer su alimento en compañía de su padre.

En esa época del año, la luna no era tan visible en el cielo, dejando que las únicas luces que se veían fueran las de las estrellas y el propio galeón, no siendo suficiente para iluminar el camino a seguir. La velocidad del barco era casi nula debido a la oscuridad.

La oscuridad era tan grande que nadie notó cuando un barco con velas negras se acercó sigilosamente a la izquierda. La bandera que ondeaba en el barco mostraba el emblema de un cisne con las alas extendidas.

Black Swan (Kookmin / Omegaverse) RETOMADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora