El hubiera deseado una vida tranquila sin tener que lidiar con problemas que lo hicieran sentir agobiado, sólo era un muchacho con sueños y grandes aspiraciones, sin embargo, el destino le tenía preparado algo totalmente diferente a su realidad de...
Durante el viaje de regreso a casa Víctor pensaba acerca de cómo lidiar con el nuevo problema que se le había presentado esa noche, sus palabras y acciones tuvieron un efecto inesperado para él, pero ¿Como podría reaccionar ante la idea de que aquel muchacho había sido entregado a otra persona?, si bien sabía que Yakov cedió a uno de sus chicos a una persona, esta debería ser alguien de un rango mayor a los demás clientes o también le debe un favor, pues este viejo no dejaría ir a ninguno que le ofrezca grandes ganancias sería u n desperdicio, por lo cual había deducido que este viejo calvo podría tener algunos problemas financieros o legales con ese tipo pero,todo era una deducción mo había nada que con lo que pudiera comprobarlo, así que, para tener las cartas bien contadas es necesario que se haga una investigación profunda acerca de las personas que pedían estar con Yuuri, una lista de clientes.
El problema era que ya no podía entrar así como si nada, lo habían echado fuera, no era prudente regresar si valoraba su vida aquí es donde tendría que aparecer en escena su hermano, sólo que es demasiado peligroso y temía causarle una desgracia mayor, quien sabe que cosas podrían hacerle una vez que lo descubrieran.
— ¿Que tanto piensas? — si hermano rompió el hilo de pensamientos antes de responder se aclaró la garganta.
— En nada, sólo estoy haciendo cuentas.
— No me tomes el pelo, ya tengo suficiente esperando como idiota al otro lado de la calle sin saber que hacer, necesito respuestas ya no le des vuelta al asunto, habla claro.
Al notar el reproche de su pequeño compañero soltó un suspiro cargado de angustia, miro por la ventana del bus y volvió su mirada más relajada.
— Es difícil explicarlo, ni siquiera se que debería hacer, dices que debería ser fácil si realmente lo quiero, pero eres un niño aún, no sabes lo que dices, si fuera tan sencillo hace mucho que esta pesadilla habría terminado.
Yuri no dio respuesta, estaba avergonzado. sabía que lo que dijo era estúpido sólo que no tenía idea de que contestarle y estaba malhumorado en ese momento terminó contestando cualquier cosa. Durante el viaje no hablaron mucho, sólo querían llegar a casa, tomar un baño y dormir, había sido una tortura ese silencio incómodo.

Dentro de las oficinas de Yakov estaba sucediendo algo grande. Varios hombres en traje rodeaban el escritorio del hombre, a pesar de su aspecto todos temían por las palabras que saldrían del viejo de aspecto rojizo y melena gris.
— ¡Maldito Vitaliy! ¿Como se atreve a hacerme esto? — se quejó entre dientes mirando la pila de papeles a su lado todos con fotos y registros de cuentas bancarias.
No era una mentira que su organización delictiva tenía contactos con altos mandos de todo el mundo, desde políticos hasta religiosos, pero eran realidades ciegas, todos ignoran ese detalle, por ello tenían que ser abiertos y discretos no era como que lo tengan que gritar a los cuatro vientos. él estaba asociado con personas conflictivas con personalidades oscuras y retorcidas que podrían ser beneficiosas o podrían ser su perdición si no jugaba bien sus cartas, Vitaliy era de esas personas.
Tiene un carácter que suele cambiar de un momento para otro, un día esta bien y al otro quiere comenzar una guerra sinsentido donde quien sabe como el es que resultaría gratamente beneficiado, inestable y posee traumas de años.
Sabiendo esto Yakov se unió a él, sabía que podría ser traicionado pero no creyó que fuera capaz de hacerle una jugada como esta,sin embargo, ese hombre es un pez gordo que le brindaba la seguridad de poder seguir con sus negocios. Él como uno de los más grandes proxenetas que servía para políticos y millonarios creía que jamás tendría que pagar por ello.
Con la fuerza ejerciendo sobre sus brazos arrojó la mesa atropellando a los hombres que no dudaron en quedarse quietos cual estatua para no hacer enfuerecer a su jefe.
— Ese maldito lunático quiere acabar conmigo, sólo me hizo unos cuantos favores ¿Porqué debería captar este castigo?, sólo porque es un diputado ¡Ja!, tengo muchos contactos con altos rangos, incluso en la sede, no le tengo miedo.
Reía exasperado, no sólo era uno de esos diputados y ya, tenía contactos más allegados al poder y un solo descuido podría terminar con personas indeseadas. Yakov era una persona indesada para Vitaliy, lo más seguro es que se haya aburrido de él y lo dejaría hundirse solo, así son los negocios para él, ''no me sirves más estas desechado'', por eso era odiado y amado, podrían sacarle ventaja por un buen rato pero después podría volverse un enemigo a temer, aquellos que se relacionaban con el debía tener cuidado, medir sus palabras y acciones, tenerlo feliz, muchos habían logrado simpatizar tanto que ya no tenían miedo de ser traicionados, Yakov creyó que regalando a su chico japonés podría saciar su hambre pero no fue así, de alguna manera se ganó el desprecio de ese hombre, por más que le buscase no hallaba el porque.
Estaba jodidamente asustado al punto de querer echar sangre por todos sus orificios de la cara.
Al fin, una vez que ordenó sus pensamientos acarició su calva de la frente mirando a la ventana ordenó.
— Llamen a mi ex esposa y diganle que nos encontremos lo más pronto posible, que tengo algunos negocios que hacer con ella.
Volvió su mirada a los demás sentenciado sus palabras para volver a sentarse y revisar los papeles que yacían en el suelo.
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Hey! Adivinen quien desapareció por un año, eso mismo, yo .
Había olvidado escribir de nuevo además de que lo creía innecesario pensaba que ya nadie leería de nuevo, se que había prometido escribir más seguido pero realmente no sabía que poner, tenía un bloqueo y no se me quitaba, jajaja no es la gran cosa . Bueno espero que hayan disfrutado el capítulo.
