Capítulo 6.

1.5K 176 23
                                    

¡Aléjate de él!

Isabella.

Era yo la única responsable de mis actos, ganaría o perdería la gran oportunidad de mi vida pero sin importar el resultado me sentiría orgullosa. Estoy aquí para ser fuerte y valiente, no para tener miedo de alguien que me amenaza con soberbia y miente con dinero.

Sentía que aquel vestido rojo tendido en la cama me miraba con picardía, mientras yo estaba en un rincón con las piernas contra el pecho decidiendo que hacer.
Como en las novelas, me sentía nerviosa y podría decir que un poco emocionada, la respiración agitada me hacía pensar que no estaba preparada para estar cara a cara con Alessandro en una cena.

Solo los dos, hablando de cosas triviales o al menos eso pensaba.
Los ánimos subían y bajaban, como una pequeña montaña rusa, indecisa y confusa.
Tardé horas en buscar un atuendo indicado para no desencajar en su mundo, sé que no debería hacer eso pero no tengo de otra.

Me arrastré hasta la cama y acaricié la suave textura del vestido rojo, este me llamaba mucho la atención solo por ser tan casual y cómodo, en un momento pensé que debía ir con alguna blusa y unos vaqueros pero cambié de idea.
Faltaban 20 minutos para que Alessandro estuviera fuera de mi departamento esperando para llevarme al restaurante.
Y para tener más problemas, con tantos nervios ya ni sentía un poco de hambre.

Me levanté del suelo y me observé en el espejo, debía cambiar de cara.

—Es una simple cena —repetía en voz alta—. No tienes porque preocuparte, es tu jefe, no están haciendo nada malo. Además, el lugar estará lleno de gente y eso aliviará las cosas.

Sin pensarlo más, ni llenar mi cabeza de teorías locas, empecé a colocarme el vestido con mucho cuidado para no arrepentirme y dejar plantado a Alessandro.

Traté de ser lo más rápida pero cuidando el vestido para que no tenga ni una sola arruga. Este bonito vestido hacia que mi cuello pálido resaltará, no podía decir que tenía el mejor cuerpo pero esto ayudaba a disimular que carecía de curvas.
Hice un tonto esfuerzo en maquillarme lo más natural, aunque terminé usando casi nada por miedo de verme tan exagerada.

Thomas me había dado una básicas clases de maquillaje, le daba las infinitas gracias.
Sentí la gran necesidad de ponerme tacones o algo parecido pero unos simples zapatos bajos bastarían porque tampoco es que fuera tan buena usando tacones número siete.

No voy a impresionar ¿O si? Para nada.

Termine de alistarme en poco tiempo y salí directo a la sala. Sí, iba a tener varios problemas existenciales en estos momentos porque eso me pasaba cuando no está segura de mí.

¿Estoy lo suficiente presentable?

¿Y si no viene?

¿Por qué me cambie demasiado formal?

¿Parezco una payasa?

¿Y si me atoro al comer?

¿Y si digo algo tonto o fuera de lugar?

El timbre sonó haciendo que mi cuerpo soltará descargas eléctricas de nerviosismo, acaricié el corto vestido y me puse en una bonita postuta. Caminé directo a la puerta y esperé unos segundos para luego abrir sin algún miedo extraño, mi corazón latía tan fuerte. ¿Ya había dicho que era mi primera cita? O lo que sea que es esto.

—¡Hola! —hablé estusiasmada, espero que eso no le haya asustado.

—Hola, te ves... Muy linda —hubo un brillo en sus ojos muy especial, repasé el aspecto de Alessandro y agradecí a los miles de dioses al elegir algo decente o en serio quedaría en ridículo.

El Camino A Mi FelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora