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T R E S

Jimin llegó agotado de un día más de trabajo, le había dicho a sus padres que deseaba estar solo en su habitación y que si alguien iba a buscarlo, le dijera que no estaba. Estaba sentado en su pequeño escritorio sólo con esa pequeña lámpara que Taehyung le había regalado en su anterior cumpleaños. Intentó investigar más acerca de la familia de BonHwa pero parecían ser ciudadanos fantasmas, no había información en la base de datos del gobierno y eso complicaba más su situación.

—Debe de haber algo más...– suspiró mientras abría su computadora – veamos.

Investigó en sitios de Internet si había alguna noticia que le mencionara, buscó en lugares donde quizás pudo haber estado, uno de ellos fue su antigua escuela, en donde se enteró por el mismo director que no pudo ingresar a la universidad puesto que su padre estaba en contra de ello. Suspiró anotando algunos puntos en su libreta, regresó su vista a la computadora y una idea llegó a su mente. Colocó en el buscador el nombre de SeokJin, era una persona influyente y quizás podría obtener su dirección para hacerle un pequeño interrogatorio.

—Jimin, Taehyung está abajo – SoRa tocó la puerta de la habitación del rubio – quiere verte.

—Mamá...– suspiró frustrado – te dije que quería estar solo.

—Dijo que es importante, por eso le dejé pasar.

Jimin cerró su computadora, guardó sus papeles y abrió la puerta, topándose el castaño a un lado de su madre. Ella se fue, dejando a ambos chicos en el pasillo, Taehyung entró a la habitación de Jimin sin decir nada, se sentó en su cama y le miró fijamente.

—Pensé que estarías cenando con tu abuela.

—Recuerda que hoy me toca guardia – Taehyung discretamente dirigió su vista al escritorio de su amigo, viéndolo extrañamente pulcro – debido a que decidiste llevar éste caso, vengo a notificarte que una persona hizo otra denuncia en contra de Bae SeoHo.

Jimin miró a su amigo sorprendido y éste sonrió victorioso.

—Sabía que no me ignorarías si era algo relacionado a BonHwa – Taehyung se levantó y posó su mano en el hombro del rubio – no tienes porque fingir más.

—¿De qué hablas?

—Nuestra anterior vida, en Timoría – el castaño sonrió – la diosa luna te permitió reivindicarte con BonHwa, ¿O me equivoco?

—Tae...– Jimin miró a su amigo con un nudo en la garganta y con las lágrimas acumulándose en sus ojos – ¿Cómo fue posible? Tu moriste ese día, en Phoenix.

—Eso fue lo que pedí que dijeran – se unieron en un abrazo cálido y emotivo – me resguarde en los calabozos del castillo y la diosa luna me habló ahí.

Taehyung escuchaba los gritos desgarradores de Jimin desde su escondite, cerró sus ojos tratando de contener sus emociones a lado del cuerpo de su Omega sin vida, su mano no pretendía soltar la de ChungHa y entre más caos escuchaba menos quería hacerlo. La noche cayó sobre ellos y Taehyung no pudo evitar temer al escuchar tanto silencio, así que se asomó por un agujero que había sobre la pared en la que estaba recargado. Se percató de que no había rastros de nadie, suspiró y tragó un poco de saliva con el nerviosismo a flor de piel.

—Kim Taehyung, mi valiente y hermoso caballero – el castaño miró hacia todos lados, buscando la fuente de dónde provenía esa voz – lo hiciste bien, tanto que tú abuela te está protegiendo desde aquí.

—¿Quién eres y qué quieres de mí?

—Soy tu salvadora – Taehyung cerró sus ojos al ver una luz resplandeciente frente a él – y vengo a recompensarte por tu arduo trabajo aquí.

—Diosa Luna...– las lágrimas fluían sobre sus mejillas – devuélveme a mi Omega, por favor. Ella está libre de toda culpa, sólo es una víctima más de la maldad de JiHwan.

—Puedo hacerlo si me ayudas en una misión – él asintió – necesito que acompañes a Jimin en el siguiente mundo.

—¿No está muerto? – Taehyung notó como la diosa luna le sonrió.

—Está experimentando sus errores – la mujer acarició el cabello de Taehyung – no borraré tus recuerdos al igual que él, pero no lo aparentes, tiene que sufrir como hizo sufrir a su Omega.

—¿Será un mundo igual a éste?

—Totalmente lo contrario, pero sé que podrás hacerlo bien. Yo los acompañaré en todo su camino, así que no tendrás que preocuparte por nada.

Miró el cuerpo de su Omega y depositó un beso sobre su frente, dejando caer una lágrima en su piel pálida, alzó su rostro para después levantarse y tomar la mano de la diosa luna, quien la tenía extendida en su dirección.

—Confiaré en tí, tal como lo hizo BonHwa desde un principio.

Jimin sollozaba sobre el hombro de Taehyung, sentía que un peso había caído de sus hombros y que ya no se sentía tan solo como todos éstos años.

—Ella sigue sufriendo por mi culpa, Tae – Jimin sentía su cuerpo flaquear – no puedo soportar más tiempo lejos de ella sabiendo que está en un constante peligro a lado de su padre.

—No puedes hacer las cosas como antes, aquí es muy diferente y pueden meterte preso si así lo desean.

—¿SeokJin está aún en la estación? – Taehyung asintió.

—Los policías están tomándole evidencias de la agresión...– Jimin no esperó más y deshizo el enlace para ir por su chaqueta, sus papeles y su teléfono.

—¿Traes tu coche?

—Llegué más rápido con mi moto – Taehyung sonrió – esa cosa es genial, mucho mejor que los caballos.

—Joder, claro que sí – Jimin limpió su rostro – ya no puedo quedarme más de brazos cruzados, hoy le haré el interrogatorio a SeokJin y buscaré la manera de sacar a BonHwa de ahí para mantenerla a salvo. No permitiré que una lágrima más salga de sus ojos.

Antes de que acabe el día, el segundo capítulo. ❤️

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