• CAPÍTULO 51 •

Magsimula sa umpisa
                                    

Así que cuando salga de aquí, tendré que usar mi arma secreta.


Duro colgada por cinco horas. Si. Cuento cada segundo en mi cabeza y aparte ya me he aprendido el horario de este lugar. Sé las horas específicas de cuando bajan y violan. De cuando bajan y torturan. De cuando bajan y dan de comer. Sé todo de este lugar y sólo con observar.

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Un día cualquiera, sentada en orina y mierda de muchas personas incluyendo la mía, algo distinto cambia.

Las puertas se abren pero no entran los hombres de costumbre, sino que me remuevo en el piso y veo a mis dos Ángeles guardianes.

—Joder, hueles a mierda.

—Te veo y no te conozco, ¿dónde quedó la belleza de los Sevilla?

»Maxon y Bratt. Pero no parece como si se la estuvieran pasando bien; están llenos de moretones por todo el rostro y los brazos«

—Hola.

—Das pena.

—Ustedes tampoco se ven tan bien.

—Si...—se recargan en las rejas y siento en sus miradas un toque de desesperación.

—¿Qué ha pasado?

—Karol, las cosas han cambiado desde aquel día.

—¿Qué cosas?—ambos se miran sin saber cómo empezar a hablar—Chicos, ¿qué está ocurriendo haya afuera?

—Ruggero se volvió loco.

—Ya lo era.

—No Karol —dice Maxon—Se ha vuelto loco hasta el tope —trago saliva preocupada y me remuevo una vez más en el piso.

—La primera semana nos dejó encadenados en nuestros salones de trabajo. Después llegó y nos dijo que tenía una misión para nosotros y que si lo hacíamos bien nos perdonaría.

—Pero su trato tenía letras pequeñas. —cierra los ojos y sé que ha hecho algo tan mal como para que los haya asustado—Nos mandó a entregar un cargamento en Asia... pero no nos dijo que esa ciudad estaba teniendo una guerra fuerte.

—¿¡Los mandó a la guerra!?

—Nos mandó a morir.

—¡Está loco! Llegamos apenas hace unos días y al querer venir a verte no nos dejaron así que tuvimos que golpear a Cooper —Eso explica mucho—Todo ha cambiado.

—¿Y mi hermano?

—En coma. Agustín se hace cargo de él.

—¿Y Derek?

—Ruggero masacra a todos los policías que se le cruzan en el camino. La cabeza de Derek es el premio más grande y da una recompensa de millones.

—Karol —Bratt parece alterado—Karol, ha mandado a matar a los Davis.

Me pongo de pie al instante, alterada con el corazón acelerado por esa noticia.
Es un verdadero hijo de puta.

—¿Liam? ¿Mató a Liam? ¿Lo mató?

—No. Sólo a sus padres.

—Fue Sophia.

—Golpearon a tu madre. Esta desesperada buscándote y Ruggero no la dejó entrar, así que como insistió la fueron a golpear y arrojar a su casa.

—Tu padre está como loco buscándote también. Ruggero no lo deja entrar ni a ver a Hermes.

—Nadie puede entrar a verlo, está prohibido. Nadie. Literalmente ni a su novia ni a sus hijos.

Tú, Yo y El Mal Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon