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HACE UNOS POCOS AÑOS
"¿Puedes contarme una historia?" La dulce voz de Silver suena cansada.
Peter sonríe a su hija. "Por supuesto. ¿Qué tipo de historia?"
Él le aparta el pelo de la cara y mira a su hija de cerca. "Solo una historia". Él se ríe ante su respuesta.
"Muy bien, una vez estuvo esta princesa, su nombre era Golden. Era la chica más linda y dulce del mundo. Y su padre obviamente también era guapo." Se encoge de hombros, haciendo reír a su hija.
"La princesa conoció a un niño, pero al rey, el padre de Golden, no le agradaba. La princesa estaba..." Se detiene cuando ve que Silver ya está dormida. Él sonríe y le besa la frente. "Buenas noches princesa." Se pone de pie y la mira por un segundo. Nunca pensó que podría amar tanto a una persona.
"¿Tío Peter?" Ve a Laura fruncir el ceño. "¿Sabes dónde está Derek? No puedo encontrarlo."
Sacude la cabeza, "No lo he visto". Ella asiente y se aleja.
Sale de la habitación y cierra la puerta suavemente detrás de él. Está a punto de alejarse cuando escucha un grito en la cocina. Frunce el ceño y se apresura a bajar las escaleras.
Entonces lo golpea, el olor a humo. Los gritos de los miembros de su familia resuenan en sus oídos. Rápidamente se da la vuelta y corre hacia la habitación de su hija. Silver ya está despierta. "¿Qué está pasando papi?" Ella le pregunta cuando la toma en sus brazos.
Él la lleva a la ventana abierta. "Tienes que saltar." Él le dice a ella. Puede oler el fuego acercándose a su habitación y pronto la puerta se quema. Silver deja escapar un grito de pánico. "¡Silver, salta!" Él le dice a ella.
"¿Eso es seguro?"
"Es más seguro que aquí. Ve, te seguiré." Él le dice a ella.
Sale por la ventana, respira hondo y salta. Cuando aterriza puede oír el grito de su padre. "¿Papi?" Quiere caminar hacia su casa, pero alguien la detiene. Un ayudante se la lleva.
"¡No! ¡Déjame ir! ¡Mi papá está ahí!" Ella grita pero se calma cuando dos brazos familiares la rodean. Se da la vuelta y ve a su primo mayor Derek. Se enjuga una lágrima en la mejilla y le da una sonrisa falsa.
"Todo irá bien." Él le dice, pero ambos no lo creen.
"¡Derek! ¡Silver!" Laura corre hacia ellos y les da un abrazo. "Están bien, ambos están bien." Silver asiente, las lágrimas abandonan sus ojos mientras ve arder su casa. Los gritos de los miembros de su familia, de su padre, siguen jugando en su cabeza. Se ahoga con un sollozo y esconde la cara en el pecho de Derek.
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Silver está sentada en la sala de espera mirando la pared. "¿Estás bien?" Una voz dice, mira hacia arriba y ve a un chico de su edad sentado a su lado. Lleva una sudadera con capucha roja y su cabello está pegado a su frente.
"No." Ella simplemente dice y se muerde la mejilla.
"Oh." Dice el chico. Yo tampoco. Ambos permanecen en silencio hasta que una enfermera con el pelo largo y oscuro se acerca a ellos.
Ella le da al chico una suave sonrisa antes de sentarse junto a Silver. "¿Cómo te estás sintiendo?" La enfermera, su etiqueta con su nombre dice Melissa, le pregunta.
"¿Cómo está mi papá?" Silver ignora la pregunta y mira a la enfermera sin emoción. Estaba cansada de sentir emociones.
Melissa frunce el ceño, "Está en coma, tenía miedo de que no se despertara". Silver jadea y siente su cuerpo caer de la silla al suelo. "Tu prima mayor, Laura, te va a cuidar".
"No quiero que ella me cuide, quiero ver a mi papá". Silver cierra los ojos cuando siente que está perdiendo el control. Sus garras perforan su piel.
"No creo que ese deba ser tu último recuerdo de él." Melissa le dice.
Silver escucha tacones contra el suelo y pronto dos brazos la ayudan a levantarse, Laura suspira y abraza a la niña que ahora llora.
Nueva York, Silver siempre soñó con visitar Nueva York con su padre, siempre hablarían de lo que harían. Silver siempre quiso ver un espectáculo de Broadway porque le encantaban los musicales.
Una mano gentil toma la de ella, mira hacia arriba y ve a Derek. "Todo estará bien tonta, lo prometo." Silver arranca su mano de la de él y entra como una tormenta en su nuevo apartamento.
