𝐸𝑙 𝑓𝑒𝑠𝑡𝑖𝑣𝑎𝑙

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Aviso: El capítulo es bastante extenso, espero que lo disfruten.

—¿Dónde los dejo, senpai?

—Aquí, aquí.—Le indiqué mientras entrábamos a mi habitación.—Cuélgalos aquí, así evitamos que se arruguen o les pase cualquier cosa.

—Es bastante cuidadosa.—Aoi dijo mientras me miraba sonriente, colgando los kimonos en los picaportes de las puertas de mi armario, dejándolos ahí.

—Bueno, no está de más cuidar los kimonos de tu madre.—Dije mirándolos con una sonrisita.

Después de almorzar rápidamente las dos subimos a mi habitación para comenzar a alistarnos, tenemos el tiempo pisándonos los talones, no podemos distraernos. Aoi comenzó a sacar un par de cosas extras de su bolso, maquillaje, un cambio de ropa para ella y unos... ¿Unos broches?

Miré con curiosidad a la rubia mientras ponía su bolso debajo de la cama, contra los pies. Esta me miró al notarlo.

—¿Sucede algo?—Preguntó elevando sus cejas.

—Quería saber de donde sacaste esos broches.—Dije apuntándolos mientras Aoi se giraba a verlos.

La rubia sonrío y los tomó con cuidado para después extenderme uno, era azul con una hermosa rosa roja y unos adornos de color dorado. Eran broches tradicionales, los que usualmente se usan en festividades o quedan como reliquia familiar.

Tomé el broche en una de mis manos y lo miré detalladamente.

—Mi padre me los dio cuando fue a dejarme el bolso, dijo que mi madre los usaba con los kimonos que nos podremos hoy.—Elevó su broche, este era de un color café claro y a diferencia del mío, este tenía una flor verde pastel y adornos de color amarillo.—Dijo que los usáramos.

Dios, ¿Cómo pueden haber personas tan buenas en el mundo? Si yo tuviera algo de mi fallecida esposa sería muy cuidadosa con a quien prestárselo, pero el padre de Aoi está confiando en mi a pesar de haberme conocido hace nada.

Aoi sonrió al verme hacer un puchero y ver nuevamente el broche.

—Estoy muy agradecida...

—Ni lo mencione, senpai.—Dijo para después girarse y dejar el broche sobre mi mesita de noche.—Bien, ¿Con qué comenzamos?

—Mi madre vendrá en seguida, ¿Qué te parece si te cambias para que estés más cómoda?—Dicho esto me di la vuelta para darle un poco de privacidad.

—Bien, eso haré.

Después de eso nos mantuvimos en silencio mientras Aoi se cambiaba el uniforme a algo más cómodo, lo cual yo haré luego, primero ayudaré a mi madre con el kimono de Aoi y el peinado, así le será más fácil terminar con ella y comenzar a ayudarme a mi. Escuché que comenzaba a guardar algo en su bolso pero aún así me mantuve en mi posición, no quisiera incomodarla por haberme girado antes.

En ese momento, Aoi tocó mi hombro con uno de sus dedos.

—Listo.

Me giré y efectivamente, llevaba puesto una camiseta con un pajarito en el frente y unos shorts, además que se había soltado el cabello, Aoi suele llevarlo en un rodete, al igual que yo. Es nuevo para mi verla con el cabello suelto, le queda muy lindo y además se pueden ver sus raíces castañas de esta forma.

—Senpai.—Me llamó.—Esas son medallas, ¿Cierto?—Me preguntó mientras se giraba hacia mi escritorio, arriba de este colgaban las medallas que había ganado durante secundaria en el equipo de voleyball, cuando estaba en Shiratorizawa.

𝙉𝙚𝙫𝙚𝙧 𝙜𝙞𝙫𝙚 𝙪𝙥 | Oikawa T.Where stories live. Discover now