𝐼𝑚𝑝𝑟𝑢𝑑𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎

2.3K 260 35
                                    

Decidimos hacer un pequeño calentamiento antes de empezar, yo había estado sentada gran parte del tiempo así que tenía que hacerlo. Al terminar sacamos una canasta de balones del almacén y la dejamos a un lado de la cancha.

Nos pusimos en posición para hacer algunos remates cuando escuchamos a alguien en la puerta del gimnasio.

—Oh, perdón.—Kunimi disculpó para después hacer una pequeña reverencia.

Iwaizumi y yo hicimos lo mismo para después comenzar a entrenar. Tomé uno de los balones y se lo lancé, él se puso en posición de colocar el balón y después lo elevó para mi, al ver aquello corría hacia adelante para después colocar un pie a un lado mío para frenar y darme impulso para saltar lo más alto que podía. Cuando sentí que mi mano golpeaba la pelota, una corriente de adrenalina recorrió todo mi cuerpo, incluso cuando toqué el piso de nuevo esa sensación seguía ahí.

Hace mucho que no remataba así.

—Wow, eso estuvo bastante bien.—Comentó Iwaizumi mientras me miraba.

—Pero no lo suficiente.—Respondí con una pequeña sonrisa.—¿Podrías elevarla un poquito más?

El chico asintió con una sonrisa para después recibir otro balón de mi parte y colocarlo un poco más alto que la última vez. A pesar de que Iwaizumi no era armador, sabía como colocar el balón a una buena altura para el rematador, seguramente se debía a Oikawa, habían entrenado juntos toda su vida, nada raro que el castaño le enseñara como hacerlo. 

Nuevamente golpeé el balón con la palma de mi mano, esta vez el golpe fue más preciso, el balón hizo un ruido fuerte al golpear contra el piso.

—Kunimi.—Llamó Iwaizumi al descubrir al menor mirándonos.

—¿S-si?

—¿Quieres venir a practicar con nosotros?—Preguntó jugando con el balón que había rematado, había terminado a sus pies.

Pude ver como Kunimi vacilaba al responder, parecía que quería venir pero no se animaba del todo. Teníamos que unir más al equipo e integrar a los de primero para que estén cómodos, esta es una buena oportunidad para que Kunimi se sienta más cómodo con nosotros.

—Venga, anímate, así podrás presumirle a Kindaichi que entrenaste con Iwa-chan.—Dije moviendo mis cejas de arriba a abajo. Sabía que esos dos tenían cierta admiración por Iwaizumi debido a que los había oído hablar de lo geniales que eran sus remates.

Se lo pensó unos segundos, pero al final dejó sus cosas junto a las nuestras y vino con nosotros. Iwaizumi y yo sonreímos al verlo, parecía emocionado a pesar de todo.

Nos turnamos para rematar, hacíamos los tres toques reglamentarios, uno lanzaba el balón, el otro lo colocaba y el último remataba. La pasamos bastante bien, nos reímos muchas veces ya que ninguno de nosotros era armador, así que a veces nuestras levantadas eran o muy cortas o muy altas, muy largas o muy bajas, incluso en una de esas el balón chocó contra mi cara, nos reímos tanto de aquello que terminamos arrodillados en el suelo mientras intentábamos recuperar aire.

Pero hubo un momento en el que olvidé todo eso y me centré en rematar el balón lo mejor que pudiera, en ese momento Iwaizumi volvía a colocar el balón para mi, así que fue fácil rematar. De repente recordé todo lo que había estado pasando, la novia de Oikawa, los comentarios de los demás, como el tiempo que pasábamos junto a Oikawa se redujo, los celos, los apodos que esos dos se habían puesto, la estúpida bendición. 

Remate tras remate, cada uno más fuerte que el anterior. Quería desahogarme, necesitaba hacerlo, necesitaba sacar todo esto que había estado almacenando para mi misma. El ardor en la palma de mi mano era cada vez más fuerte pero lo ignoré, no importaba, simplemente quería seguir rematando, quería mantener mi mente ocupada con esto el máximo de tiempo posible. 

𝙉𝙚𝙫𝙚𝙧 𝙜𝙞𝙫𝙚 𝙪𝙥 | Oikawa T.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon