𝙉𝙚𝙫𝙚𝙧 𝙜𝙞𝙫𝙚 𝙪𝙥 | Oikawa T.

𝑅𝑒𝑒𝑛𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑟𝑜 𝐼𝐼

Decidimos tomar un autobús hasta una cafetería que conocía cerca del centro de la ciudad. 

Nos pusimos a charlar durante todo el camino, poniéndonos al día de algunas cosas y también ayudando a Kenma con un videojuego suyo, que al final ninguno pudo superar. Al llegar fuimos al interior del local y nos sentamos dejando nuestras cosas a un lado de nuestras sillas.

Una mesera se nos acercó amablemente para entregarnos el menú para que disidiéramos que tomar. Entre pequeños debates y bromas elegimos lo que íbamos a consumir, la mesera se fue y nosotros continuamos con nuestra charla.

—¿Qué hay de los chicos? La última vez que fui había cierta... ¿Rivalidad, tensión? Entre Kenma y Yamamoto.—Pregunté mientras miraba de reojo al mencionado, el cual suspiró levemente.

—Todos están bien, motivados por los torneos.—Respondió con una pequeña sonrisa.—Te mandan saludos, querían venir pero el entrenador dijo que varios tienen que entrenar mejor algunas cosas.

—Yamamoto hizo todo un drama.—Comentó Kenma mientras miraba hacia otro lado volteando los ojos.

—Kai, Yaku y Fukunaga le siguieron el hilo durante un rato hasta que se rindieron.—Dijo Kuroo mientras soltaba una pequeña risa.

—Aaah, ahora quiero verlos.—Dije mientras hacía pucheros y fruncía mi ceño.—¡Hey! ¿Y si después de comer vamos y les doy una sorpresa?

Ambos chicos se miraron entre ellos, después de unos pocos segundos Kenma tomó su celular y comenzó a teclear rápidamente mientras Kuroo lo miraba. Yo sólo me quedé callada, esperando a que me respondieran.

—El entrenador dice que vayamos a las cinco, que usará la situación a su favor y que les dirá que si se esmeran en mejorar les dará una sorpresa.—Dijo Kenma mientras miraba su celular y leía el mensaje del entrenador.

—¡Perfecto!—Dije dejando escapar mi emoción por poder ver a los chicos más tarde.

Realmente me habían dado ganas de ver a los chicos del equipo, los conocí la última vez que visité a los chicos en Tokio y me llevé muy bien con todos ellos, realmente la había pasado muy bien. Además, me faltaba conocer a los de primero, Kuroo dice que son chicos bastante dulces, que seguramente me llevaría muy bien con ellos.

—¡Ah! Hablando de los chicos y el equipo.

Antes de que pudiera hablar la mesera llegó y dejó nuestras bebidas frente a nosotros para después decirnos que la comida estará lista en unos minutos.

—Muchas gracias.—Dije mientras ella se iba. Tomé mi bebida y bebí un poco de ella.—¿Cómo estuvo ese partido importante?

—Ganamos.—Respondió Kuroo mientras mordía ligeramente la bombilla.

—Aunque estuvo reñido.—Kenma había vuelto a jugar aquel videojuego que no habíamos podido ganar en el camino a la cafetería.

—¡Oh! Debio ser interesante entonces.—Dije mirando a Kenma, el cual me devolvió la mirada mientras dejaba escapar una pequeña sonrisa.— ¿Y de qué preparatoria eran? Quizás los conozco.

—Karasuno.

Me sorprendí ligeramente al escuchar su respuesta. ¿Habían jugado con Karasuno? No sabía que ellos eran esos rivales de antaño a los que se habían referido, el mundo realmente es pequeño. Aunque... Eso significa que pudieron ver el ataque rápido del chico de cabello naranja y Kageyama, ¿Kenma habrá podido idear algo para detenerlo?

—¿Los conoces, Kuru-chan?—Preguntó Kuroo al verme pensativa.

—Mmmh, sí, casualmente tuvimos un partido de práctica con ellos unos días antes de que me avisaras que venían a Miyagi.