Introducción

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Cuando eres hija de un matrimonio gay empiezas a ver el mundo desde muy pequeña como en realidad es. Te enfrentas a la cruda realidad:las personas son malas. Punto. Así de contundente.

Mi historia básicamente no es la de una chica normal.

Verán, hace mucho tiempo ―dieciséis años y medio― una pareja gay empezó a vivir junta, y decidieron que querían tener una familia, como la mayoría de las parejas, ya saben. Pero no podían adoptar. Entonces la fecundación invitro era la única salida ¿pero quién aceptaría tal cosa? Tampoco podían aceptar los óvulos de cualquier mujer. Y ella llegó. En una reunión casual de amigos mis padres hablaron con Megan York, su mejor amiga lesbiana.

Papá uno dijo: ―Queremos tener hijos pero no encontramos una donadora de óvulos decente.Y mamá respondió:  ―¿Me consideran decente?

Papá dos terci―Bastante, la más decente lesbiana que conocemos.

Entonces mamá dijo:―Pues ya está, yo soy su chica.Y así nací yo. Lo sé, es tan peculiar.Bienvenidos a mi blog: An odd and different dreamer

Teddy

TEDDY (vol. I, II y II)Where stories live. Discover now