2.

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«Tick tack, tick tack, tick tack... ¡Maldito reloj!»

―¿Quieres dejar de mover tu pierna, muñequita? Eso no hará que el tiempo pase más rápido ¿sabes? ―informó Carter.

Crucé mis piernas para evitar moverla.

―Lo siento, es un hábito nervioso.

Estábamos completamente solos en aquel salón.

―¿Yo te pongo nerviosa? ―preguntó con ese tono burlón de nuevo.

―No. ¿Qué te hace pensar eso? ―fingí ofensa.

―Nada, es que estamos solos en un salón... Sólo tú y yo.

―Miró a los lados.

Me encogí de hombros.

―No tengo miedo de que me violes. Tal vez de que me robes, o que lo intentes puesto que no traigo nada, pero estoy segura que no me tocarías. ―Presumí con sorna. Dios mío, doy pena.

―Eso no lo sabes. A mí podrían gustarme las nerds con bonito cabello ―murmuró, pero aun así lo escuché.

No pude evitar sonrojarme, pero luego me reí.

―Mi cabello no es para nada bonito. ―Me explayé en mi puesto y escondí mi cara en entre mis mechones para que él no pudiera ver el color rosado de mis mejillas.

―Me gusta el color.

Y sinceramente eso no lo esperaba. ¿Cómo esperar que el chico malo, asocial, marginado y psicópata de la escuela te haga cumplidos? Es una locura. Pero creo que me he olvidado de una cosa: él un psicópata. Lo es en realidad, se rumora que mató a su padrastro. No puedo meterme con algo como eso.

Por suerte para mí, el timbre sonó. Las tres horas habían terminado. Tomé mis cosas a la velocidad de la luz y salí volando por la puerta como si el lugar estuviera en llamas.

Los pasillos estaban vacíos. Claro, me había quedado casi todo el día en detención. Al principio había más personas, pero West y yo tuvimos que pagar una sentencia más grande porque él se mete mucho en problemas y pensaron que yo era su amiga. Vaya mierda.

―¿Qué haremos ahora, genio? ―Finnick apareció caminando a mi lado en el pasillo.

Rodé los ojos y apresuré el paso.

―Tú irás dentro de mi cabeza, donde perteneces ―puntualicé―, y yo iré a casa para la cena especial de hoy, ¿entendido? ―Apuré el paso. Ya había empezado a llover y llegaría tarde. Miré mi reloj: seis y media. Mierda.

―Recuérdame por qué debemos asistir a la famosa cena ―pidió Finnick mientras revisaba sus perfectamente arregladas, cuidadas y pintadas uñas, que lucían un esmalte rojo-rosado claro, a juego con su vestido de flores.

―Yo, Finnick, yo asistiré a la cena, tú te quedarás en... De donde sea que hayas venido.

Ella bufó.

―Bien... pero ambas sabemos que tú quieres que vaya.

―Si yo voy tú irás, eres parte de mí... De alguna manera.

―¿Entonces puedo ir?

―¡Joder, que no!

20:13

―¡June, pequeña! ¿Dónde estabas? ―preguntó papá uno al verme entrar por la puerta.

―Ya van a llegar los invitados ―anunció papá dos mientras pasaba las manos por su cabello pelirrojo y se miraba al espejo de la estancia.

―Lo sé, lo sé, estoy tarde. Perdónenme, chicos ―dije corriendo hacia las escaleras.

TEDDY (vol. I, II y II)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें