No había rastro de Louis por allí. Al ver a su lado, Niall ya había desaparecido así que se fue a dar una vuelta por ahí. Caminó por el patio, por los pasillos del primer y tercer piso (su salón estaba en el segundo), miró con disimulo los salones que tenían la puerta abierta. No, Louis no estaba ahí, o al menos no había ido ese día.

Volvió a su salón, dónde Niall se encontraba masticando una nueva goma de mascar mientras retocaba sus uñas. Cierto grupo de chicos en la otra esquina se encontraban haciendo ruidos de burla y riéndose, pero a Niall parecía no importarle.

—Creo que no les agradas.

—El hecho de que sean miserables sin vidas interesantes no significa que no les agrade —dijo tranquilo. Claramente fuerte a propósito para que ellos lo oyeran—. Yo le agrado a todo el mundo.

Harry se sentó a su lado con una media risita y observó como Niall pintaba sus uñas pacíficamente.

—Yo creo que te quedan genial.

—Y es que tienes razón —respondió Niall—. Aunque mis ultimas dos novias me dejaron por... cosas así. Creyeron que las usaba porque no aceptaba mi homosexualidad. Es decir, no tengo nada en contra de los gays, pero yo no soy gay. ¡Pintarme las uñas no tiene nada que ver con eso!

—Exactamente.

—De todas formas, ambas eran igual de estúpidas. Nunca apreciaban lo que yo hacía por ellas. En fin, no entremos a zonas deprimentes. ¿Te gusta Harry Potter? Olvidé preguntártelo. Tu respuesta define si nuestra amistad existirá o no, eh.

—Mi casa es Ravenclaw.

—¡Perdedor! —exclamó, esbozando una sonrisa.

—¿Ah, sí? ¿Cuál es tu casa entonces?

—Slytherin. La mejor.

—Mierda. Bueno... Yo tengo a Cho.

—Patético. Yo a Draco. Fin de la discusión, gané de antemano.

[. . .]

Harry se dirigía a la librería, donde se suponía que debía encontrarse con Louis. Se sentía nervioso, no sabía por qué, era una sentimiento extraño en su estómago, un ligero temblor en su cuerpo y una inevitable emoción que carcomía su cerebro.

Aún así, a pesar de sus nuevos amigos y su nueva vida, le era inevitable también pensar en su escuela anterior. En las locuras que solía hacer con Josh, las veces que él y Andrew habían sido expulsados de clases por hablar, sus incontables charlas con Christine y lo familiar que se sentía aquél salón. Totalmente diferente a hoy.
Con el tiempo se acostumbraría. Sabía que no se sentiría así de incómodo por siempre, además de que ya terminaría la escuela de una vez, pero por primera vez extrañaba realmente su escuela anterior.

Él solía ser el niño bueno que se juntaba con problemáticos. O eso decían los adultos. La verdad era que casi siempre la mayoría de las locuras que hacían era gracias a su imaginación, cómo la vez incrustaron las mochilas de quiénes le caían mal entre la ventana y la reja, con celulares dentro. Harry y sus amigos habían sido expulsados un par de días por ello, pero jamás volvieron a molestarlos.

Solo esperaba que ese último año fuera igual de bueno, que pudiera hacer amistades así de significativas y todo sea un poco más fácil.

Estaba ahí. Frente a la vidriera que exponía los libros recién llegados. Entre pasillos, observaba parte de la sala de niños e imaginaba a Louis esperándolo en la sala de al lado, sentado frente a la ventana.

Entró, intentando parecer lo más tranquilo posible y saludó a Lottie con una pequeña sonrisa. Ella le avisó que Louis se encontraba atrás, y aunque ya lo sabía, se lo agradeció.
Caminó, dando suspiros de vez en cuando y sintiendo los latidos de su corazón. Hacía movimientos involuntarios con las manos y mordía su labio insistentemente. Ya hasta parecía que actuaba exagerado solo para llamar la atención, pero no era así, no sabía por qué actuaba de esa forma.

Lo encontró exactamente como se lo imaginaba y caminó hasta su lado lo más silenciosamente que pudo.
Louis vestía un suéter fino gris con un jean negro y unas botas bordo. Se veía lindo, Harry lo admitía sin siquiera dudarlo. Incluso con ropa simple Louis se veía muy, muy lindo.

—¡Boo! —le dió un golpecito en sus hombros y el cuerpo del contrario dió un salto—. Lo siento, ¿te asusté mucho?

—Me asustaste tanto que quedé ciego...

—¡Debes para con esos chistes! —dijo, sonriente—. Hola Lou.

—Hola Harry, ¿cómo estuvo tu primer día de escuela?

—Hice un amigo. Los demás parecían aburridos —dijo con sinceridad—. No sé, fue algo incómodo. ¿Y tú?

—Bueno... estar con personas falsas en una misma habitación, incluso aunque no los veía, era repugnante. Estuve solo, si te soy sincero.

—Me gustaría que estuviésemos en el mismo salón.

—No creo. No te gustarían mis compañeros —sonrió levemente—. Son todos tan patéticos. Cómo sea, no me importó demasiado... Si te soy sincero... estuve todo el día pensando en esto.

Harry apretó sus labios para esconder una sonrisa y apoyó durante unos segundos su mano en el brazo de Louis.

—Sí, yo igual —Harry suspiró—. Bueno, recuérdame dónde estábamos.

—No tengo idea, lo siento tanto.

—¿Disculpa?

—¡El libro es aburrido!

—¡Porque no hemos llegado a la parte buena! —exclamó—. Bien, entonces ¿qué te gustaría leer a tí?

—Mira, confiaré en tí y en tu tonto libro. Quedamos en "El torrente sanguíneo de aquella mujer..."

—Ya. "El torrente sanguíneo de aquella mujer era nuevo y parecía haberla cambiado. Sus mejillas estaban muy sonrojadas y sus labios..."

A decir verdad Louis sólo le prestaba atención a la voz de Harry, era cómo una obsesión que había agarrado muy rápidamente. Quizá por eso no recordaba ni entiende nada del libro, porque se concentraba en su voz, en su manera pausada de relatar, sus diferentes tonos superiores a la gente que sólo hablaba monóticamente.

Intentó ponerle atención a la historia.sí, era interesante, aunque muy diferente a sus géneros favoritos. Él se iba más por lo irreal; magos, duendes, hadas, brujas, superhéroes, etc.
Harry hacía que todo sonara más interesante. Y sí, era algo obsesivo pensar así de él cuándo apenas lo conocía, pero él era directo. Sin vueltas.

Cerró sus ojos y solamente se imaginó lo que Harry relataba. Se sintió más que relajado, y por primera vez podía asegurar que un adolescente no era igual que sus anteriores amigos. Que no todos lo odiaban. Que existían buenos chicos como Harry.

[. . .]

Apareció Niall *carita de emoción*

¿Como están, besties?

Gracias por leer ♡

Mi adorable lector - [Larry]Where stories live. Discover now