«Día 47 de 365» (sin corregir)

1.1K 132 44
                                    

                                           «Día 47 de 365»

  Despierto con los rayos del sol en la cara, giro mi cabeza, no hay nadie. Escucho el ruido de platos y cubiertos en la cocina, luego Hiccup maldiciendo, yo me río y me levanto. Agarro la ropa que está en el suelo y me muerdo el labio inferior recordando todo lo de anoche. Me visto y salgo a la cocina. Camino por el pasillo y veo a Hiccup haciendo el desayuno. Él nota mi presencia y se acerca a mí y me besa la punta de la nariz. Yo sonrío y me siento en la mesa.

— ¿Quieres que te ayude? —le pregunté al ver como buscaba entre los cajones.

— Ahm... —dijo mientras buscaba de cuclillas en uno de los cajones de abajo—, la verdad no tengo miel para los waffles...

  Pero antes de que pudiera decir otra cosa más yo hablé.

— Voy a comprar, no te preocupes —Hiccup se giró a verme—, hay un kiosco por aquí a dos cuadras, de seguro tienen miel.

  Hiccup se levantó se acercó a mí, me sonrió y me besó, yo le correspondí el beso cerrando los ojos y disfrutando el momento. Nos separamos y nos miramos, frente a frente.

— Bueno voy a ir a comprar —dije levantándome, él se alejó un poco para que pudiese salir.

— Mucho cuidado —dijo tomándome de los antebrazos.

— Tranquilo, estaré bien —dije sonriendo, me separé de él, tomé mi campera y salí afuera.

  Salí del departamento y miré hacia arriba, en una de las ventanas había un cartel gigante que decía "I LOVE YOU", sonreí, el cartel estaba debajo de la ventana de Hiccup, y sólo significaba que sería para mí. Me sonrojé y seguí caminando.

  Agarré la miel que estaba en uno de los estantes de abajo y caminé hacia la barra en la que me iban a cobrar. Apoyé el pequeño tarrito de miel en la mesa, comencé a sacar mi billetera de mi cartera y esperé que el señor (que estaba buscando algo agachado) me atendiera. Cuando el hombre se levantó me encontré con los ojos avellana, el cabello castaño casi negro, las cejas enarcadas y una sonrisa coqueta. De nuevo él.

— Cóbrame y ya Rider —le dije mirando la miel.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó mientras tomaba la miel—, si mal no recuerdo tu vives por além no por aquí.

  Me miró fijamente y yo lo miré con rencor.

— La verdad —pasó la miel por la máquina y ésta hizo un sonido—, creí que no me habías olvidado. Me doy cuenta de lo rápido que te deshiciste de mí.

— ¿Cuánto es? —le pregunté ignorando lo que dijo anteriormente, revisé mi billetera.

— 30$ —dijo abriendo la caja registradora, le di los billetes y agarré la miel para irme—. Zorra —murmuró.

  Me giré enfadada y le metí un puñetazo en la nariz, él comenzó a soltar pequeños gritos.

— Aahh... Demoños Mérida —dijo tocándose la nariz.

— No te olvidé, sólo aprendí a vivir sin ti —le dije, me di media vuelta y salí del local.

  ¿Por qué siempre debía encontrarme a Rider? Voy al playón: Rider. Voy a la playa: Rider. Voy al acuario: Rider. ¿Acaso me seguía o algo por el estilo? Agh, tranquila Mérida, inhala, exala...

  Entré en el departamento de Hiccup y él me atendió, le mostré el tarrito de miel mientras sonreía. Él dijo que recién terminaba los waffles, así que todo fue bien rico. Cuando terminamos de comer él me preguntó si me llevaba a casa, yo dije "Okay". 

  El viaje fue algo silencioso, pude sentir la tensión pero sólo prendimos la radio. Agarré mi celular mientras Hiccup conducía, entonces puse multimedia para las canciones pero todas se habían borrado.

— ¿¡Qué!? —exclamé enojada.

— Hey, ¿Qué sucedió? —preguntó Hiccup sin despegar la vista del camino.

— Se me borraron todas las canciones —dije, y fruncí el ceño—, demonios ¿Por qué me pasa siempre ésto a mí?

  Hiccup apretó los labios mirando hacia el frente, sin decir absolutamente nada, dejé (tiré) mi celular sobre la güantera y suspiré enfadada.}

  Reconocí el camino, estábamos a dos cuadras de mi casa, dobló a la izquierda, derecha y... Llegamos. Bajé del auto sin que él me abriera, Hiccup también bajó y se acercó a mí, yo espera hasta que llegara, me tomó de los antebrazos y me miró a los ojos, yo también lo hice.

— ¿Nos vemos? —preguntó.

  Yo asentí.

— Nos vemos —le di un pequeño beso en los labios y entré a mi casa.

  Angus corrió hacia mí eufórico, yo sonreí y lo tomé en brazos, lo abracé sin mucha fuerza, él comenzó a lamerme toda la cara, yo reí y también le di pequeños besos mientras lo acariciaba. Escuché como mamá abría la puerta de su habitación y la vi bajando las escaleras.

— ¡Mérida! —dijo feliz.

  Bajó las escaleras rápido, yo dejé a Angus en el suelo y esperé a que llegase a mí, cuando ya no pudo acercarse más me abrazó con fuerza, yo le correspondí el abrazo cerrando los ojos con fuerza. Mamá sollozó, ella sabía lo que sucedió anoche y estaba feliz de que estubiese creciendo sin problemas de mi enfermedad.

— ¿Cómo te fue? —preguntó separándonos.

— Muy bien mamá, no tuvimos problemas —dije sonriendo—. Ya no llores —me reí.

— Bueno, es que... es la emoción —dijo secándose las lágrimas.

  Mamá siempre fue una persona sensible con las cosas que me sucedían, siempre me puso a mí ante todo, su trabajo, sus amigos, su vida. Me di cuenta de lo muy egoísta que he sido últimamente con ella. Me arrepiento un poco de eso, pero puedo pensar que ella me perdonará pase lo que pase y me amará siempre, como todas las mamás.

  Subí a mi habitación luego de contarle como me fue con Hiccup, me tiré sobre la cama y solté un suspiro agotado, mi celular sonó, lo agarré y revisé el WhatsApp, era Hiccup diciéndome que ponga la radio 101.5, yo la puse desde la radio que tengo sobre mi cajón.

— Muy bien y ¿Cómo te llamas? —preguntó el que habla en la radio.

— Hiccup. —escuché su voz, solté una risa.

— Muy bien, Hiccup ¿qué deseas escuchar?

— Me gustaría ponerle una canción a mi novia, se le borraron las canciones del teléfono.

— Uy...

— Sí —hizo una pausa—. Bien, la canción es Chandelier de Sia.

— ¿Una canción especial? —preguntó el hombre.

— Sí, esa es la canción que escuchamos cuando nos conocimos.

— Bueno Hiccup, ahí va, que tengas un lindo día —dijo el hombre Hiccup se despidió y comenzó a sonar la canción.

  Solté una carcajada, tirándome en la cama, solté un suspiro enamorado. Hiccup era el mejor del mundo.

Mericcup: 365 Días para NO enamorarme. (Corrigiéndose)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora