—No sigas llorando ¿sí? —muerdo mis labios. No me pidas algo así— trate de ignorarlo pero no puedo seguir viéndote así.

—Lo intentare.

—Bien —sonríe abiertamente y señala con el mentón— por si no te habías dado cuenta princesa, ya llegamos.

Giro mi cabeza hacia la ventanilla y es cierto, no me había dado cuenta de que había apagado el coche.

—Oh.

Me regala la sonrisa más grande que haya visto y casi logra que su entusiasmo se me contagie.

—Venga vámonos —prácticamente se baja del coche dando un salto— ¿si te dije que soy nuevo no? Siento que esta fiesta será genial ¡se avecina una buena borrachera! —lo escucho gritar mientras rodea el coche y me abre la puerta. Vaya— si me ves tirado en el césped o digo algo que no debería haber dicho, tú has como si no me conocieras.

Sonrió cuando se inclina y abre los brazos incitándome a rodear su cuello.

—No estoy invalida Liam, solo estoy triste —le aseguro intentando bajar por mí misma.

Hace una mueca al mirar la altura y mis tacones, rasca su nuca.

—Si... ya lo sé, pero no quiero que te quiebres el cuello o te tuerzas el tobillo con esos tacones tan altos —hace caso omiso de mis oposiciones y se acerca tomándome por la cintura— si eso pasara, mi hermana me mataría. Saldría hasta en las noticias "chica mata a su hermano por haberle causado un esguince a su única mejor amiga en sus diecinueve años" todo un drama.

Me hace gracia cuando me deja en el asfalto y se asegura de que esté completamente de pie para luego cerrar la puerta.

—¿Alguna vez te han dicho que hablas demasiado?

Asiente con vehemencia.

—Es que estoy un poco nervioso.

—¿Por qué?

Toma de mi mano entrelazando sus dedos con los míos tirando de mi hacia la casa. Siento como su calor impregna mi fría mano acogiéndola. No paro de pensar en cómo su dedo pulgar acaricia el dorso sin darse cuenta.

Que gesto tan bonito, hace mucho que no sentía algo como esto cuando me cogen de la mano. Es... reconfortante.

—Estoy nervioso por qué... naa olvídalo ¿vamos a pasarla bien si? ¡Ah oye! —nos detiene justo en la entrada y se voltea hacia mí. Alzo las cejas cuando toma mi cara con una mano y la otra la lleva hacia el borde de su camiseta.

¡¿Qué está haciendo?!

Mi instinto esta en retroceder cuando veo como se la sube y... ¿Qué?

Chupa el borde de su camiseta y frunce el ceño acercando los extremos hacia mi cara, justamente debajo de mis ojos. Borrando mis lágrimas secas.

—Así está mejor... —vuelve a repetir la acción, me quedo fascinada viendo su preocupación y la tierna manera que tiene de cogerme— supuse que no querrías que esas idiotas de allá dentro se burlen de ti por llevar mal el maquillaje.

Cuando bajo la mirada puedo ver parte de su vientre moreno y plato con esa v en la cintura. Retiro la vista de ellos cuando siento que poco a poco mi vientre bajo se calienta.

Fijo mis ojos en los suyos y ellos se reciben junto con una sonrisa.

—Chismosa —quita el extremo de su camiseta y baja la mano hasta la mía— si tanto querías ver te lo podría mostrar.

Abro la boca pero me ha dejado sin palabras.

Es cierto, yo estuve mirando y él me ha pillado. Bajo la cabeza hasta nuestras manos y lo siento sonreír.

Sedúceme como quieras #2 ©Where stories live. Discover now