Capítulo 5

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Ha pasado ya casi un mes, donde un pequeño y lindo omega ayudaba al alfa con los que haceres de la casa, con la comida y con el jardín, un jardín que él mismo revivió, el omega insistió mucho en que él se encargaría de esas cosas y que también debía hacer algo y no solo andar de vago.

Al inicio el alfa trataba de evitar que hiciera cosas pesadas o que solo él se encargara de la cocina, pero no pudo contra la insistencia del omega, conforme fueron pasando los días el alfa se acostumbro y ya se le hacia normal verlo en el jardín o cocinando un postre con los nuevos utensilios que fueron a comprar en un pequeño poblado humano.

Tanto omega como alfa se apoyaron y comenzaron por limpiar todo el desorden de que había en la cabaña, tiraron varias cosas que no tenían posibilidades de rescatar como el sillón que olía realmente mal.

Actualizaron la cocina (a petición del omega), repararon el techo y la terraza, arreglaron el jardín y se deshicieron de todo lo que no les servía, todo el trabajo pesado lo hizó el alfa, y aunque Namjoon estuviera cansado por el trabajo, él estaba encantado con obedecer cada una de las peticiones que el omega hiciera, porque eso le demostraba que Jimin se estaba acostumbrando a su casa.

Ahora la cabaña parecía habitable, Namjoon se encargaba de todo el trabajo pesado, donde se dedicaba a reparar la casa y mejorar su aspecto fachoso, de hecho todos los días se le veía en el techo de su gran cabaña o cortando madera, Jimin nunca se quejo de las vistas que daba ese hombre, porque en ese casi mes que llevaba con Namjoon se dio cuenta que se sentía atraído por él.

Donde a pesar de que fuera algo torpe y muy obvio con sus intenciones, había poco a poco sabido ganárselo sin pedirle nada a cambio. Desde el primer día con Namjoon, el alfa le había dicho que podía dormir en su habitación mientras que él descansaba en la sala. Nunca invadió su espacio personal y siempre llevo las cosas con calma, nunca se quejo de nada, ni cuando estuvieron en un tienda de ropa del poblado humano por 3 horas probándose ropa.

Ahora mismo se encontraba preparando una limonada con mucho hielo para llevárselo, porque hacia calor y el alfa estaba reparando el puente del pequeño lago, porque en lo personal, a Jimin le encantaba la bonita vista que tenia ese lugar, que estaba cerca de la cabaña.

Por otro lado teníamos a Namjoon, que se encontraba sudoroso y en pleno sol, pero feliz de complacer a su omega, ya estaba casi listo el pequeño puente, solo le faltaba dar los últimos retoques. Pero bien dicen que no todo es color de rosa, tenía deberes que realizar y comenzaba dentro de unos días, asi que estaba apurado para dejar todo listo y que asi su omega se sienta cómodo en casa.

Dejo los clavos a un lado cuando vio al hermoso omega saliendo de la casa con una bandeja con limonada, este se apresuro a ayudarlo y tomar la bandeja en sus manos.

-Pensé que tal vez tendrías sed, hoy es un día muy caluroso y estas trabajando duro- dijo Jimin con la mejor de sus sonrisas, a pesar de que por dentro tuviera ese fuerte impulso de tocar esos músculos.

-No te preocupes, estoy completamente bien, todo sea por ti.- Con esas palabras Jimin se sonrojo y tomo asiento.

-Yo...oye Namjoon, ¿puedes hacerme un favor?- Su cara estaba roja por la vergüenza y los nervios que tenia.

-Claro que si, pídeme lo que quieras.- Es en estos momentos donde Namjoon era un poco distraído, porque no capto el mensaje del pequeño tomate.

-Cierra los ojos un momento...

Namjoon se extraño por la petición, pero confiaba en Jimin, asi que cerro los ojos y solo bastaron unos segundos para que pudiera sentir algo suave y abultado en sus labios, cuando abrió los ojos pudo ver como el omega lo estaba besando. Lentamente se separaron y noto como Jimin quedo rojo como un tomate.

El omega de los AlfasWhere stories live. Discover now