Prólogo

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Me tiré al suelo, mientras trataba de recobrar el aliento.

Vaya forma de empezar el lunes.


-no recuerdo haber estado de acuerdo con esto- giré mi cabeza para mirar de reojo a Liz, quien intentaba sentarse a mi lado

-creo que en alguna parte de nuestro contrato decía algo, no sé, eran demasiadas hojas

-lo dice quien lee publicaciones científicas al desayuno


Miré con odio a Liz y volví a girar mi cabeza, sintiendo en todo su esplendor el sol que estaba sobre nosotros, algo que no hacía que me sintiera mejor. Aunque sentía que mi corazón latía en mi cabeza, todavía podía escuchar a la gente a mi alrededor ejercitarse.


-no ha pasado ni una hora, enserio?- abrí los ojos cuando una figura quito el sol de mi campo visual. Por la mirada de Matt, sabía que nos estaba juzgando. Levanté la mano hacía él y me ayudo a sentarme

-Matt, ninguno de los tres realiza servicio activo, creo que estamos en todo nuestro derecho en rehusarnos al ejercicio físico

-siento que mi corazón va a explotar por el esfuerzo- dije

-no puedo creer que seamos amigos

-Matthew Pearson, literalmente nos conocimos mientras nos arrancábamos de los entrenamientos para ir a comer pizzas, no vengas a juzgarnos


Los tres nos reímos mientras descansábamos. Todos los lunes, era obligatorio que todo el personal de la base hiciera ejercicio y entrenamiento, como una forma de que estuviéramos todos preparados para una situación de emergencia. Liz trabajaba en el área de tecnología, Matt en armas y yo en el laboratorio, por lo que realmente nuestros títulos de agentes estaban cubiertos de polvo, en alguna parte de nuestros armarios.

Especialmente el mío, ya que hace tres años me había retirado de forma definitiva, volviéndome un civil más.

Una alarma en mi reloj me aviso que necesitaban de mi presencia en la sala de reuniones.


-fue un gusto quejarme del ejercicio físico con ustedes, como siempre- dije, mientras intentaba levantarme del pasto- pero parece que el día de hoy necesitan de mi más temprano de lo habitual

-a la misma hora, en la misma hora del comedor de siempre?

-como siempre


Camine hacia mi casillero y saque lo necesario para darme una ducha para sacarme el sudor del ejercicio y ojalá el dolor que empezaba a aparecer en mis piernas, pero una nueva alarma apareció en mi reloj.

"Se requiere de su presencia de forma inmediata"

¿Paso algo?

Humedecí la toalla y me saqué el sudor lo mejor que pude, para luego cambiar mi ropa deportiva por mi ropa de trabajo, que no era más que una polera de manga corta, pantalones negros ajustados y mi delantal.

Caminé por los pasillos de la base lo más rápido de pude a la sala de reuniones, ya que, desde la primera alarma, ya habían pasado 20 minutos.

Me detuve afuera de la sala cuando me percaté de quienes estaban dentro, volví a mirar mi reloj y según el mensaje de la alarma, era la sala de reuniones correcta. Bruce Banner miro hacia mi dirección y todos quienes lo acompañaban se voltearon hacia mí, para que luego Tony Stark me hiciera señas para que entrara.

Disimuladamente me revisé y acerqué mi cara a mi axila, porque después de una sesión de ejercicio y sin la oportunidad de darme una ducha, no sentía que estuviera en las mejores condiciones para una reunión con alguno de Los Vengadores, los jefes que nunca había conocido.

Entré a la sala de reuniones y me quedé al lado de la puerta, esperando a que alguien dijera algo.


-ella es Samantha Sullivan, Bioquímica de la base- dijo Bruce Banner, presentándome a los demás, yo solo asentí como forma de saludo- toma asiento- miré hacia donde apuntó y me acerqué, tratando de fingir de la mejor forma que sabía sentarme y mis piernas no ardían por unos minutos de ejercicio.


Volvieron a retomar la conversación que tenían antes de mi llegada y mi cerebro insistía en que tenía que estar tomando atención a lo que decían, pero me sentía demasiado intimidada con la presencia de todos lo que estaban a mi alrededor. Era una científica de bajo perfil, que manejaba sus propias investigaciones, que prácticamente nada tenía que ver con las misiones y los asuntos de Los Vengadores y apoyaba cuando se requería, pero nunca teniendo contacto con ellos, ni con los agentes que los apoyaban.


-... y ahí es donde Samantha...- escuche mi nombre y mi cerebro al fin reacciono, volviéndome a tierra. Levante la mano y mentalmente me regañe

-si?

-tengo una pregunta, aunque la verdad es más de una, pero... que hago aquí?- dije- no que me moleste estar aquí, con ustedes, pero...- guarde silencio cuando note las miradas de todos nuevamente

-tenemos reunión todos lunes a esta hora- dijo Steve Rogers

-ajá

-y como nuestro nuevo apoyo debes estar en la reunión

-ay no

-Tony, dijiste que le habías avisado hace un mes sobre su nuevo puesto de trabajo

-existe la posibilidad de que haya olvidado avisarle...?

-el número de preguntas acaba de aumentar- dije, más confundida que hace unos minutos atrás

-me agrada- miré a Natasha Romanoff y me sonrió

-se abrió una vacante en el área de biología y según tus colegas y tu investigación, eres la más indicada para ese puesto- dijo Bruce- estoy muy impresionado con tu investigación sobre el llamado gen mutante y como podría guiarse su activación para mejorar enfermedades

-además tus métodos son poco ortodoxos y eso es lo que necesitamos!

-no Tony, eso no es cierto...- Bruce se sacó sus lentes- es tuyo el puesto si así lo quieres

-si tienen reunión los lunes a esta hora... ya no debo asistir al entrenamiento?

-no?

-podríamos partir por ahí- dije y noté como Steve se reía

-cuando terminemos, temostraremos tu lugar en nuestro laboratorio- dijo Tony- ahora Steve nos harálos honores de aburrirnos con el resumen de los últimos trabajos

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