FLOR DE PRIMAVERA || JJK (COMPLETA)

09

Las cenas familiares eran todos los domingos. Nos reuníamos en la mesa para charlar sobre nosotros, dar puntos de vista o simplemente bromear como una familia unida.

—¿Otra vez tarde? —cuestionó mi padre al ver a Dhalia llegar recién a la mesa.

Llevaba el cabello húmedo, signo que se había bañado. Por otro lado, Miranda traía los platos junto a mamá y yo estaba a poco de caer dormida sobre la mesa. Luego de una semana de entrenamiento físico, mi cuerpo pedía a gritos un descanso.

Suspire cansada bajando la cabeza para no llamar mucho a atención.

—¿Cómo vas en la escuela, Selene?

Ante la pregunta casual de Dhalia por querer desviar la atención de mi padre sobre ella hacía mí. Me encogí inmediatamente.

—Bien.

—Bien, que habladora estas hoy, hija —comentó seco mi padre.

Trate de sonreír.

—Me va muy bien, algo cansada y estresada, pero...

—¿Estresada? Ya quisiera yo estudiar —Me corto de golpe mi madre que ingresaba con un plato de ensalada.

Se sentó y a mi costado Miranda, quien decidió concentrarse de lleno a su comida.

—Bueno mamá, estudiar no es un cuento de hadas. —Miranda me defendió sin mirar a nadie.

Aquel gesto que me daba miedo se hizo presente en mamá. Quien empezó a cortar la carne sonriendo sin mostrar los dientes.

—Si supiera que Selene es una inútil, no le exigiría tanto, pero ella es inteligente, hermosa, astuta, es perfecta para comerse el mundo. ¿Por qué sería difícil la escuela?

—Tienes razón, no debería quejarme, ¿verdad? —sonreí forzada.

Mamá me acaricio el cabello y de reojo vi a Miranda y a Dhalia morderse sus labios para no decir nada.

—La escuela es fácil, es ridículo que diga que estoy estresada, ¿Por qué debería? Soy una adolescente, no tengo problemas —continúo mirando a todos metiendo una cucharada a mi boca para pasar aquel nudo incomodo que se formó.

—Mejor cállate y come, ¿Quieres? —me corto Dhalia, siendo entre nosotras tres, la hermana más seria.

Mordí mi lengua para cerrar la boca y meterme dos bocados seguidos de carne. Lleve un mechón de mi melena detrás de la oreja y me dedique a escuchar a papá platicar sobre política y su próxima postulación a regidor del distrito.

Solo quería dormir hasta mañana.

—¿Solo cansada? Incluso luego de correr por el campo, tu cara no es así de apagada.