Relato 1: La Cita Doble

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Una eriza rosa estaba sentada junto a una joven coneja, tomando su taza de té habitual de las tardes... Y como era habitual, la tensión de esta joven, llamada Amy Rose, podía cortarse con un cuchillo. Sus dedos apretaban con fuerza el asa de su taza, acompañada de una mirada penetrante y fría en sus ojos, una cara de póker y un silencio que precedía a una inevitable discusión de por qué cierto chico evade sus proposiciones amorosas.

— ¿Quieres hablar del tema?— Dijo la joven coneja relajadamente mientras servía té en su taza.

Amy solo liberó un suspiro, bajó la taza y trató de hablar con calma, algo no muy común en ella. —Lamento todo esto Cream, parece que siempre que vengo aquí solo es para desahogarme. No quiero eso, de verdad que no, pero... Sonic. — Amy se da cuenta de que estaba por retomar ese tema, toma un gran sorbo de té. —No, olvídalo, no quiero hacer esto de nuevo.

Cream se acercó a su amiga y le puso su mano en el hombro de Amy. —No me molesta, puedes contarme, para eso están las amigas. — Cream ya había pasado por esto muchas veces, pero sabía muy bien que Amy no lo hacía a propósito.

Amy tomó otro sorbo de té para aclarar su garganta. —Verás, he intentado encontrar la manera de pedirle a Sonic una cita, ya sabes, solo los dos. Últimamente Sonic ha encontrado el valor para aceptar mis propuestas. Al principio estaba feliz, me decía a mí misma "Sonic está madurando"... Hasta que él, aparecía en escena. — Ese él lo dijo con énfasis. Cream estaba confundida sobre quién era el tal "él", Amy toma una galleta y la parte en dos para luego comerla. —Me refiero por supuesto a Tails. Cada vez que Sonic y yo salimos, si no está Tails con nosotros, aparece de forma "conveniente" o llama a Sonic por su comunicador... Una vez, cuando ya estaba así de cerca de dar mi primer beso con Sonic en el parque, al atardecer y junto a una bella fuente... Adivina quién vino a avisarle a Sonic que Knuckles los necesitaba porque Rouge había robado su esmeralda. —

—Me cuesta mucho creer que Tails fuese capaz de interrumpir tus citas con el señor Sonic, tal vez solo eran... divertidas coincidencias. — Eso último lo decía con cierto nerviosismo.

—No es su culpa, lo sé, es Sonic quien lo obliga a hacer esas cosas para evitar que tengamos nuestras citas. Revisé el comunicador de Tails hace unos días, mientras fingía que necesitaba ayuda para reparar el mío. — Cream estaba asombrada por la actitud de su amiga de husmear en los mensajes privados, más sin embargo Amy esbozó una sonrisa. —Pero tengo la solución para este problema... Una cita doble. He invitado a Sonic a una cita el sábado, solo que no le he dicho algo importante. Tú, Cream, invitarás a Tails a una cita este mismo sábado. Saldremos juntos, de esa manera no tendré que lidiar con las interrupciones de Tails, ya que pasará el tiempo contigo. —

Cream estaba completamente roja de pies a cabeza, sus piernas temblaban y mil mariposas revoloteaban en su estómago. —Amy, no puedo hacer esto, yo... Digo Tails... Esto es muy rápido... Nunca he tenido una cita en mí... Por Chaos...—

Amy solo se acercó a su amiga y le colocó una mano en el hombro. —Escucha Cream, no te pido esto solo porque te necesite... Bueno, si un poco, pero pude haber pedido este favor a cualquiera, sin embargo te lo he pedido a ti ¿Y sabes por qué? Porque sé que en el fondo sientes algo por Tails. —

Aunque mayormente sus pláticas se centraban en los constantes rechazos de Sonic, Amy de vez en cuando notaba en Cream cierto interés por saber qué hacía Tails o como estaba. Cream estaba en esa edad donde comenzaba a interesarle los chicos y Amy al ver a Cream hablar o preguntar sobre Tails, le recordaba a cierta eriza la primera vez que se enamoró de un heroico erizo azul. Puede que sea solo una corazonada, una rápida lectura en sus cartas del tarot o su sentido stalker, pero Amy cree que esto es algo bueno para ambas.

7 Días de Tails y CreamOnde histórias criam vida. Descubra agora