¿Tan desesperada me vi?

-Me gustaría brindar...

-A-Ah...si, si, lo siento

-Por tu regreso, TN. Porque regreso esa parte de mí que me hacía sentir vivo-habló Reiner captando por completo la atención de la chica- Brindo porque gracias a ti mi mundo tomo color. Brindo porque espero que seas feliz y dejes que yo sea la persona que cause tus sonrisas- miró directamente a los orbes zafiro de la chica que, gracias a su sonrojo en sus pómulos, estos lucían más grandes y brillantes- Salud

-Salud-correspondió ella bebiendo lentamente el vino tinto. Normalmente el líquido le quemaría la garganta, sin embargo, su distracción por las palabras de Reiner la mantenían en shook e ignoraba el sabor del vino.

-Espero no haberte incomodado con mis palabras

-N-No Para nada. Creo que fue...tierno-contesto, sin embargo, sonó más como pregunta

-Me alegro

Continuaron cenando, hablando de diversos temas. Desde anécdotas divertidas de cuando eran reclutas. De las experiencias que tuvieron en las batallas. Y Reiner decidió hablar de cuando llegaron a Paradise. Ese sabor agrio invadió la boca de la azabache, no era el vino ni la pizza, eran los recuerdos que la azotaron cruelmente. Trataba de no pensar tanto en ese lugar que ella consideraba su hogar. Lo extrañaba, se sentía parte de ellos, y lo era.

Cuando Reiner la dejó hasta la puerta de su habitación, pensó que conciliaría el sueño rápidamente, sin embargo, el insomnio la visitó también esa noche

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Cuando Reiner la dejó hasta la puerta de su habitación, pensó que conciliaría el sueño rápidamente, sin embargo, el insomnio la visitó también esa noche. Dio innumerables vueltas en su cama, hasta dejó las cobijas distendidas y arrugadas.

Ya estaba cansada de eso. De no poder dormir porque su mente constantemente la torturaba y le recordaba las noches que pasaba con sus amigos de la legión.

No quería ser hipócrita. El estar en Marley y fingir ser leales a esta gente y no ser así. Tenía un gran peso en sus hombros.

¿Qué es lo correcto? Quería tirar la toalla y tomar un bote. Mandar todo al diablo e irse de ahí de una buena vez. Es verdad que una parte de ella extrañaría a Reiner, a Pieck, a Porco, Porco Galliard.

Traidora, eso es lo que soy.

¿Qué pensará Porco cuando descubra toda la verdad? ¿Cuándo acabará todo esto? Levi la mando a su suerte.

Prometió hacer lo que sea para enmendar su error. Este es su castigo.

Cerró los ojos con fuerza y tiró de su cabello azabache con frustración. Estaba tan confundida. Inevitablemente lagrimas salieron de sus ojos azules que brillaban con intensidad. Miró la pequeña flama de la vela que iluminaba su oscura habitación. Eso y la luna que esa noche no era tan brillante. Sollozó sobre sus manos para no ser escuchada. Ahogo los pequeños gritos que daba con su almohada.

Así se la pasó un buen rato, llorando en soledad. Donde su única compañía era la danzante flama débil de la vela.

-Necesito un trago...-se dijo a sí misma. Limpió sus lágrimas y sorbió su nariz.

𝕿𝖗𝖆𝖎𝖉𝖔𝖗𝖆 ᵖᵒʳᶜᵒ ᵍᵃˡˡⁱᵃʳᵈ ʸ ᵗⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora